El futuro de la siderúrgica Celsa sigue en el brisa a posteriori de que la dirección no haya conseguido convencer a los fondos acreedores que acepten el plan de rescate notorio de 550 millones diseñado por la SEPI, dependiente del Tarea de Hacienda. Celsa –controlada por la grupo Rubiralta– ofreció ayer a los fondos 400 millones de euros adicionales a cobrar a lo generoso de siete abriles para conseguir su apoyo. Una parte de esa cantidad extra está supeditada a que la empresa envergadura determinados objetivos de resultados.
Aunque no está claro cuál es la plazo meta para alcanzar un acuerdo, lo que es seguro es que el tiempo juega en contra. La plazo meta para que lo valide el Consejo de Ministros es el día 30, pero la última reunión ordinaria es el 28. Pero antaño de alcanzar a la mesa del Gobierno de Pedro Sánchez, el pacto debe ser consentido por el consejo rector de la SEPI y después por Bruselas. No está claro cuáles son los plazos de esos dos procesos previos.
La última contrapropuesta de los fondos fue rechazada por la dirección de la empresa
Mientras, la lucha por conseguir que los fondos se sumen al plan de ayudas públicas ha concitado el apoyo de los sindicatos presentes en el comité hasta la patronal Foment del Treball pasando por la Generalitat de Catalunya.
Uno de los principales fundamentos de fricción entre las partes es que el plan de la SEPI exige que los fondos reduzcan en aproximadamente de 1.000 millones la deuda de unos 2.200 millones que tiene con ellos la empresa. Una de las propuestas de los fondos fue quedarse con el 49% de las acciones a cambio de aceptar el acuerdo. Desde entonces han hecho varias propuestas más –explican fuentes de Celsa– y todas han sido rechazadas por la siderúrgica.
Ayer Celsa aseguró que la nueva propuesta realizada es “un postrer esfuerzo por impedir la obstrucción que los fondos están realizando a la financiación pública”. Según Celsa, los 400 millones adicionales se suman a los previstos en el plan SEPI, que contemplan 450 millones de repago inmediato y 662 millones en un plazo de siete abriles.
La ayuda de la SEPI son 550 millones de ayuda financiera ofrecidos, de los que 400 millones son para desinfectar balanceo y 150 millones para impulsar el plan táctico de la compañía, según fuentes cercanas a Celsa.
En todo este proceso, adicionalmente, los propietarios de Celsa asimismo se han comprometido a aportar 50 millones de euros, pero los fondos insisten por el momento en convertir su deuda en hacienda y en quedarse con parte de la compañía.
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