Shakira sigue haciendo su vida en Barcelona. De momento mínimo apunta a que vaya a dejar de forma inminente la Ciudad Condal, pero el cercano fin del calendario escolar podría hacer que la cantante se tomase un respiro alejada de los reporteros que hacen atención a todas horas a las puertas de su casa de Esplugues de Llobregat, donde permanece afincada la colombiana tras anunciar su separación de Gerard Piqué.
Por el momento se la ha gastado llevando y recogiendo a sus hijos del colegio y de sus actividades extraescolares, y asimismo ha compartido un vídeo en sus redes sociales en el que aparece ayudando a su padre en su rehabilitación tras una esforzado caída. Shakira tiene mucha vida en Barcelona, donde ha residido gran parte de la última decenio y donde ha sido mamá, pero asimismo tiene otras propiedades en otras partes del mundo que estos días están en el punto de mira conveniente a la incertidumbre sobre su futura nueva vida sin el futbolista.
Precisamente, hace solo unos meses, la cantante ha retirado de la saldo una fabulosa propiedad en Miami que llevaba primaveras intentando entregar, por lo que se especula que esta podría ser su próxima residencia. Se negociación de una finca de unos 750 m2 que consta de varios edificios y que tras una exhaustiva reforma, la cantante le dio un valía a la vivienda por encima de los 10 millones de euros.
El suburbio, North Bay Road Drive, en la misma isla de Miami Beach, cuenta con vecinos tan reconocidos como Jennifer Lopez, Ricky Martin o Matt Damon. La casa se encuentra asimismo a pocos minutos de las famosas Venetian Islands e Indian Creek, donde tiene propiedades Julio Iglesias.
La mansión tiene una peculiaridad que la conecta con su casa en Ciudad Diagonal: prima el color blanco y las grandes puertas y ventanas que proporcionan mucha luz a los interiores. Pese a lo colorido que es el armario de la intérprete tanto encima de los escenarios como cuando sale a la calle, en sus casas parece que Shakira prefiere la paz del color blanco. La residencia, con andén para salir a navegar, asimismo consta de piscina foráneo y campo.
Otros utensilios destacados de la casa es que cuenta con varios salones con salida al foráneo y una sala con billar. En un primer momento, en 2018, la cantante pedía cerca de 14 millones de dólares. Tres primaveras a posteriori, rebajó su precio de saldo hasta los 11 millones, aunque siquiera encontró comprador. En 2021, la cantante decidió retornar a aumentar su precio hasta los 16 millones de dólares.
La cantante compró la propiedad por unos 3 millones de dólares, pero una reforma integral del edificio construido en 1951 aumentó su valía. Ahora, retirada la propiedad del mercado, parece que Shakira esperará a rehacer su vida ayer de lanzarse qué hacer con ella.
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