Los gestos en política son fundamentales. Pero, de no acontecer sorpresa, mañana en València no habrá armonía institucional entre Ximo Puig y Isabel Díaz Ayuso, que ha sido invitada por la Asociación Valenciana de Empresarios, AVE, que preside el naviero Vicente Boluda. Y este semblante, el de no encontrarse, tiene un importante significado entre dos líderes autonómicos que representan posiciones totalmente enfrentadas en la guisa de entender el debate territorial en España.
Desde la Generalitat Valenciana se confirmaba ayer que se han enterado de la encuentro de Ayuso "de guisa no oficial"
Desde la Generalitat Valenciana se confirmaba ayer que se han enterado de la encuentro de Ayuso "de guisa no oficial". Es opinar, la presidenta madrileña acude, añadían, a una instinto "privada" invitada por el lobby empresarial valenciano. Recordaban, eso sí, que el president valenciano había invitado a la madrileña "a los actos valencianos que se están desarrollando en Madrid", sin que, por el momento, haya habido respuesta.
La encuentro de Ayuso se produce, por otra parte, días posteriormente de que Ximo Puig esbozara en Madrid su propuesta para alentar un nuevo debate entre las autonomías para avanzar cerca de un maniquí federal en España. Propuestas que incluyen dos asuntos que chocan frontalmente con lo que defiende la presidenta madrileña: la descentralización de las instituciones y servicios del Estado y la armonización fiscal. En este final punto, el president nunca ha ocultado su crítica a lo que denomina "dumping fiscal" de Madrid.
AVE invita desde hace tiempo a líderes políticos de diferentes partidos, en activo y retirados. Y sus visitas sirven al lobby para conocer de cerca sus reflexiones. Pero no es menos cierto que la encuentro de Ayuso ha despertado no poca expectativa en la medida que ella representa el maniquí totalmente opuesto al de Ximo Puig en la guisa de entender España. Ayuso tendrá un tentempié con los empresarios mañana en un céntrico hotel de València.
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