Sesenta personas han recibido la eutanasia en Catalunya durante el primer año del despliegue de la ley que reconoce el derecho de toda persona que cumpla las condiciones exigidas a solicitar y acoger la ayuda necesaria para fallecer. En este período los servicios médicos catalanes han recibido 137 solicitudes, de las que se han permitido 78 (60 se han practicado y 18 están en curso).
El tiempo medio de resolución de las solicitudes se sitúa en 47 días, un período que los responsables del Departament de Salut consideran regular correcto al carácter garantista de la reglamento, que establece unas etapas tasadas en los diferentes capítulos del proceso.
La anciano parte de las solicitudes (81) se han cursado en los centros de atención primaria y el resto en centros hospitalarios (45), centros de salubridad mental (1), centros paliativos privados (4) y centros de atención intermedia.
En este sentido, la secretaria universal de Salut, Meritxell Masó, ha destacado el rol de la primaria, “profesionales que no solo acompañan a los pacientes en todas las etapas de la vida, en los momentos de salubridad y los momentos de enfermedad, sino asimismo en la toma de decisiones en temas tan importantes como la prestación de la ayuda a fallecer”.
Según el conseller de Salut, Josep Maria Argimon el sistema ha cubo “muy buena respuesta” al despliegue de la ley de la eutanasia, uno de los primero retos que enfrento cuando accedió a la conselleria. “La eutanasia es una paso delante, ampliamente reclamado en una sociedad como la catalana, que tiene una larga tradición de respetar e impulsar el derecho a fallecer dignamente”, ha dicho.
47 solicitantes han fallecido antaño de acoger una resolución, que tarda unos 45 días de promedio
De las 137 peticiones recibidas desde el 25 de junio del año pasado, la Comisión de Señal y Evaluación de Catalunya solo ha denegado 8. En 47 casos los peticionarios fallecieron, normalmente por deterioro de sus condiciones de salubridad, antaño de que se dictara la resolución. Cinco personas han decidido revocar (diferir) la aplicación de la eutanasia una vez obtenido un veredicto benévolo.
Según los datos de Salut, la anciano parte de las 60 eutanasias practicadas se ha realizado en el domicilio (33), en tanto 20 han sido en centros hospitalarios, 2 en residencias y 5 en centros de atención intermedia.
Las peticiones corresponden a 60 mujeres y 77 hombres. La mayoría (71) corresponden al peña de permanencia de más de 71 abriles, 49 a edades comprendidas entre los 51 y los 70 abriles, 12 entre 36 y 50 y 1 de 18 a 35. Por departamento, Barcelona (101) concentra el gordinflas de las solicitudes, por delante de Girona (21), Tarragona (9) y Lleida (6).
La mayoría de las solicitudes corresponden a personas de más de 71 abriles
Con motivo de la entrada en vigor de la ley, Salut ha celebrado doce ediciones de un curso de formación en las que han participado más de 12.000 sanitarios, de los que 4.100 están en período de formación del MIR.
No se aprecia un rechazo significativo de los profesionales involucrados. En los segmentos de la medicina, la dispensario y la psicología clínica, Catalunya registra 167 objetores de conciencia (el 0,15% de estos profesionales), la anciano parte médicos (145). El porcentaje de objetores es último que en otras comunidades correcto, según Argimon, a la “tradición de asesinato digna” existente en Catalunya, donde las curas paliativas se aplican “desde hace muchos abriles, cuando no era una maña habitual”.
Una vez evaluado el primer calibre de la eutanasia, el conseller ha explicado que Salut no tenía expectativas respecto al uso del derecho a una asesinato digna en casos de enfermedad enfermo incurable, sufrimiento intolerable o sufrimiento enfermo crónico imposibilitante. “Probablemente la demanda aumentará con el tiempo porque iremos incorporando (la eutanasia) en nuestro renta cultural”, ha especulado Argimon.
Argimon augura que la sigla de peticiones aumentará en los próximos abriles
Según el doctor Albert Tuca, presidente de la Comisión de Señal y Evaluación de Catalunya, formada por 12 miembros permanentes (profesionales de la medicina, el derecho, la psicología, el trabajo social y representantes de la sociedad), todas las instituciones sanitarias en todos los niveles han entendido la incorporación de la eutanasia a la cartera de servicios sanitarios. Tuca ha precisado que la ley no está diseñada para las situaciones de últimos días en enfermedades no curables, sino para el sufrimiento intolerable.
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