Abengoa vuelve a los juzgados, de donde nunca ha desencajado, verdaderamente. Con la sociedad matriz en concurso de acreedores desde el pasado mes de febrero, la negativa del rescate conocido a través de la SEPI –que anteayer la declaró no elegible para percibir préstamos por 249 millones–, el categoría de ingeniería sevillano presentó ayer preconcurso de acreedores para 27 sociedades, donde se encuentran los activos y de las que penden 4.500 trabajadores. La deuda ronda los 6.000 millones.
La crisis de la empresa viene de muy detrás –el primer preconcurso es de noviembre del 2015–, pero tras varias reestructuraciones, miles de millones de euros en pérdidas y una angustia empresarial interminable, todo sigue más o menos igual: no hay con qué acreditar la deuda y solo la ayuda pública y Terramar, un fondo internacional prácticamente desconocido, han mantenido viva la flama de la esperanza en las últimas semanas.
Tras anunciarse el proceso legal, la Unión de Andalucía y el Gobierno convocan una reunión el lunes
Ayer, el consejo de filial se acogió al preconcurso para intentar formalmente la reestructuración de su deuda, aunque lo único que parece viable es la traspaso de la mecanismo productiva de las empresas en el entorno del concurso. Deseo tiempo, porque en los próximos cuatro meses todas las empresas están blindadas por el togado frente a los acreedores, pero pierde la opción de obtener concursos y contratar servicios de terceros.
La ganga que se evitó en el 2015, el 2016 y desde entonces todos los primaveras a pesar de la tozudez de los números está más cerca que nunca. Los accionistas ya lo perdieron todo en las sucesivas ampliaciones de haber y en la calamidad crediticio. Pero, como es tradición con esta empresa, el final se alargará igualmente esta vez, con nuevos capítulos en el serial.
El impacto de la caída de Abengoa es tan importante para la hacienda andaluza que ayer se activaron, por fin, los resortes políticos. La Unión de Andalucía y el Gobierno llevan meses culpándose de la crisis de Abengoa y de que ninguna de las dos administraciones haya socorrido a la compañía. Ayer, se convocó una reunión a la que asistirán representantes de la Unión, de la delegación del Gobierno en Andalucía, el Cabildo de Sevilla y Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo.
Los trabajadores de Abengoa lo celebraron sin echar las campanas al planeo. “Aunque poco tarde, nos llega viento nuevo que nos satisface a posteriori de todo el esfuerzo de los compañeros en la calle”, dijo ayer José Luis de Miguel Caro, su portavoz. De Miguel destacó que “empezamos a ver un poco de luz al final del túnel” a posteriori de “tanta ilógica y informativo que no hemos entendido sobre el rescate de Abengoa”.
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