David López: "Espero que me recordéis como alguien que no se rindió jamás"

Con voz entrecortada, tratando de sostener las lágrimas en varias ocasiones, a veces incontrolables, David López se despidió este martes del Espanyol, el club de su vida, al que ha antepuesto por encima de sus intereses, las 24 horas del día, incluso cuando era perjudicial para su vida personal. "Espero que me recordéis como algún que no se rindió en la vida", indicó como posterior deseo tras doce abriles de blanquiazul, desde que en 2007 llegó como canterano para enrolarse en las filas del vivaz. 

"Me he propuesto no fluir mucho, pero no prometo ausencia. Es un día muy importante. Es un día difícil para mí que llega ayer de lo que pensaba, pero el destino no se elige. Esfuerzo, sacrificio, cumplimiento, mirando el escudo ayer que por mí mismo, son los títulos y el sentimiento blanquiazul que he tratado de transmitir, de poseer defendido hasta el final con orgullo esta camiseta. Aguantar el brazalete ha sido uno de los mayores logros en mi carrera", comenzó su discurso el hasta ahora capitán en la Sala Presidente de un RCDE Stadium donde después, sobre el césped, tuvo el posterior contacto con los aficionados presentes, pocos para lo que ha representado el mediocentro en los últimos abriles. La hora, las 12 de la mañana en un día lectivo, siquiera acompañaba. 

Durante su etapa como futbolista tuvo que irse cuatro veces de la entidad (Terrassa, Leganés, Huesca y Nápoles) para retornar más musculoso, más hecho como tahúr, pero su chale despedida es definitiva tras animarse el club que no le renovaba el anuencia. "Espero que me recordéis como una buena persona, humilde y trabajadora, en particular con compañeros, entrenadores y en universal con toda la multitud del club. Pero sobre todo espero que me recordéis como algún que nunca se rindió en la vida viniera lo que viniera, errores, críticas, derrotas, descenso, lesiones, suplencias, cualquier cosa. Me he caído muchas veces, pero siempre he intentado levantarme lo ayer posible. Es el mejor enviado que creo representa el Espanyol", explicó "orgulloso" del mismo modo que el lunes lo hizo el segundo capitán, Diego López, en su acto de despedida.

Pese a irse "oportuno y satisfecho", lamenta no haberse podido despedir de toda la distracción en el posterior partido de la temporada en casa frente a el Valencia, cuando, consciente de su probable salida, no pudo contener las lágrimas tras el pitido final. "Recordaré con particular cariño el minuto 87 de mi posterior partido en casa. Me lo llevo en mi mochila y nadie puede quitármelo. Me uno como un simpatizante más de esta maravillosa minoría. Desear mucha suerte al nuevo míster y a todos los jugadores. Me marcho, pero vaya donde vaya siempre será mi casa. Visca l'Espanyol", concluyó su mensaje frente a su mujer y su hija.

David López no puede contener las lágrimas durante su discurso de despedida del Espanyol
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David López no puede contener las lágrimas durante su discurso de despedida del Espanyol

FOTO CARLOS MIRA

RCD Espanyol

"Gracias por abriles de lucha y dedicación. Eres un tahúr ejemplar, canterano. No tengo palabras", elogió el maestro delegado del club, Mao Ye, que le hizo entrega de una insignia de oro, el primero de los regalos. Leyendas como Dani Solsona, Rafa Marañón y Raúl Tamudo le regalaron una camiseta con el dorsal 237, el número de partidos que vistió la camiseta perica, y Tommy N'Kono le obsequió con el brazalete de capitán que ha brillante en tantos momentos, algunos buenos y otros muy malos. 

"La clasificación para Europa, por cómo fue el partido y la temporada, fue un gran momento, pero me silencioso con el día del encumbramiento. Una temporada donde había mucha responsabilidad. Probablemente mi camiseta pesaba más que la de otros. Fue una exención. Era muy importante para el club. Sentirse realizado y en paz con lo ocurrido el año aludido", indicó David López, adicionalmente de indagar que se sintió señalado el año que perdieron la categoría: "Me penalizó mucho el año del descenso, el hecho de que saliera siempre a dar la cara. Se asocia mi imagen al descenso. Me penalizó mucho con la multitud del Espanyol. Pero lo repetiría, no me arrepiento, es lo que creía que se debía hacer".

David LópezTahúr de fútbol

En esta última etapa como perico, de seis abriles, se erigió como un referente del equipo, ya sea en el centro de la defensa o en el centro del campo, hasta que en 2019 una rotura de ligamentos de la rodilla le frenó. Pese a que acortó los plazos de su recuperación, vio desde la camilla la agónica clasificación para la Europa League. Cuando volvió al campo sufrió el descenso y en la revés a Primera quedó relegado a la suplencia por la competencia y las lesiones, en particular otro paso por el quirófano para tratar la rodilla.

"Le diría al nuevo capitán que no se involucrara tanto porque pasa preparación, sobre todo en casa, que no se debe permitir. Le animaría a transmitir los títulos del españolismo", recomendó David López, cuyo sueño era retirarse en el Espanyol. "Estoy un poco aturdido con todo. Lo que sé seguro es que no voy a ir al Barça, mi hija no me deja. Haré lo que más me ilusione y sea mejor para mi grupo", señaló sobre sus planes, que en un futuro mañana pasan por sacarse el título de preparador y a poder ser retornar a la entidad blanquiazul: "Estaré ahí para lo que el club necesite. Estaría encantado que nuestros caminos se volvieran a cruzar".

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