Dimitri Murátov recauda 103 millones para Ucrania subastando su Nobel de la Paz

La historia tiende a las generalizaciones y las guerras subliman los estereotipos. Esos mismos que Hollywood, inspirado por la dualidad cristiana entre el acertadamente y el mal, transformó en dogma de fe laica.

¿Qué dice ese credo? Pues ahora señala que todos los rusos son los malos en la película que se ha montado un dictador como Vladímir Putin por sus ambiciones de instalarse Ucrania y que lo comparen con el zar Pedro I el Excelso. Sonaría a chiste si no fuera por la mucha muchedumbre que muere y sufre.

El periodista ruso bate récords en la subasta y entrega el patrimonio para los niños ucraniano desplazados

Pero al igual que hubo alemanes en la resistor luchando contra Hitler, asimismo hay rusos buenos, ciudadanos que, pese a jugarse la franqueza y el pellejo por la represión del putinismo, salen a espectáculo a denunciar el horror que su Gobierno está cometiendo en el país vecino. Unos son anónimos. Otros, gracias a su posición, logran eco internacional y desacreditan la propaganda imperialista del dictador.

Dimitri Murátov, premio Nobel de la Paz, es uno de esos rusos buenos y que, adicionalmente, hace mucho ruido. El lunes se cerró en Nueva York, en la Heritage Auctions, la subasta de la medalla que recibió por esa distinción y que logró una cuestación récord de 103,5 millones de dólares. Murátov, periodista crítico con el régimen ruso, destinó de inmediato la cuestación, a través de Unicef, a los niños ucranianos refugiados, desplazados por el conflicto agresivo.

“Tenía la esperanza de que hubiera una enorme cantidad de solidaridad, pero no esperaba que fuera tan sobresaliente”, subrayó al conocer el resultado. La subasta arrancó en recorrido hace casi tres semanas, coincidiendo con el día de los refugiados.

A primera hora del lunes, la puja más ingreso era de solo 550.000 dólares. A medida que se acercaba el plazo coto para divulgar ofertas se pensó que habría un hélice al aumento, aunque nadie imaginó que se acercaría a los 100 millones, ni que los superaría. Murátov salió de Rusia hace unos días para un delirio con una primera etapa en la Gran Manzana coincidiendo con la subasta en vivo la sombra del lunes. No se desveló la identidad del comprador, aunque todo apunta que salió de Suiza.

La número palabra por si misma, pero aún realza más el logro si se compara con otros precedentes en los que se comercializó el premio Nobel. Rompe todos los récords, ya que la marca aludido la obtuvo James Watson, que ganó en 1962 el premio como codescubridor de la estructura del ADN. Salió a subasta en el 2014 y recaudó 4,76 millones.

Pero Murátov confesó el pasado mes que la inspiración para emprender esta iniciativa la halló en el físico danés Niels Bohr, que en 1922 fue distinguido con este premio por su contribución a la comprensión del átomo y la mecánica cuántica. Bohr vendió su medalla para ayudar a los ciudadanos de Finlandia tras la invasión soviética de 1939.

Una vez fundida, la medalla de 175 gramos de oro de 23 quilates tendría un coste en el mercado de 10.000 dólares.

Yuxtapuesto a la idea de la subasta, el periodista anunció la donación a caridad de los 500.000 dólares que en metálico acompañaron al premio.

Murátov recibió la distinción en octubre del 2021 con la periodista filipina Maria Ressa. Los dos fueron distinguidos por sus esfuerzos por preservar la franqueza de expresión en sus respectivos países, a pesar de ser objeto de acoso y amenazas, incluso de asesinato. Sin ir más allí, al informador ruso le atacaron este abril con pintura roja cuando se disponía a coger un tren. Murátov contribuyó a la fundación del diario independiente ruso Nóvaya Gazeta . Ocupó el cargo de director hasta que cerró el pasado marzo. Continuar era inasequible con la draconiana censura que impuso el Kremlin para silenciar a los disidentes a la hora de informar sobre la invasión de Ucrania.

Desde que Putin accedió al poder, rodeando de una veintena de periodistas han sido asesinados, con al menos cuatro que trabajaron en el diario de Murátov.

“Espero que esto sirva como ejemplo para otra muchedumbre, para que subaste sus posesiones de valía, sus reliquias, y ayude a los refugiados en Ucrania y en todo el mundo”, dijo en la intervención desde el tablado antiguamente del remate final y de su récord.

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