Ayer por la tarde, las dos fuerzas que componen la coalición de gobierno negociaban a toda prisa el nuevo plan de choque que el Ejecutor se ha comprometido a aprobar este sábado en un Consejo de Ministros extraordinario. Todas las costuras se le tensan al Gobierno en un momento políticamente crítico y económicamente malo con tendencia a empeorar.
Por el banda político, a posteriori del fiasco andaluz, los manuales recomiendan acciones contundentes. Por el lado crematístico, la inflación sigue disparada, los bancos centrales endurecen la política económica y el frenazo del crecimiento ya es más que un temor.
En este contexto, la próxima semana caduca el primer plan de choque contra la inflación y el Gobierno está decidido no solo a renovarlo, sino a ir más allá. La dificultad es incluso poner de acuerdo a las dos fuerzas políticas que llevan días disintiendo en sabido sobre las medidas más adecuadas, con Yolanda Díaz discrepando, sin acritud, pero discrepando, tanto con María Jesús Montero como con Teresa Ribera.
La última diferencia pública se vivió ayer mismo. Donde la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, había reclamado subir 10 puntos el impuesto de sociedades a las eléctricas, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, le replicó que ni tan rápido ni tan claro como hacerlo. Montero dijo que comparten objetivo, es aseverar, que las eléctricas contribuyan más dados sus beneficios extraordinarios, pero añadió que las figuras impositivas tienen que tener un rendimiento positivo y que a veces, el impuesto de sociedades no es el que aporta un veterano rendimiento. “Es de probidad que las eléctricas paguen una parte… Estamos trabajando en el transporte que permita que las eléctricas aporten más. Es más importante lo que queremos que la forma y los técnicos son los que tienen que aseverar de qué modo podemos hacerlo mejor”, dijo Montero.
“Estamos negociando en la coalición, son miradas diferentes, llegaremos a un acuerdo”, señala Díaz
La idea de la ministra de Hacienda es que el nuevo herramienta, sea cual sea el escogido, no lo precisó, pueda aplicarse a partir de enero.
Por su parte, Yolanda Díaz reconoció las divergencias, pero afirmando que tanto Montero como ella “hemos manifestado nuestras diferencias con tajante respeto”, y añadiendo que está convencida de que conseguirán un acuerdo. “Estamos negociando en el seno de la coalición. Somos dos espacios diferentes, con miradas diferentes. Estamos planteando medidas que tienen que ver con el impacto en la vida de las personas”, dijo Díaz en la rueda de prensa del Consejo de Ministros. Asimismo reconoció que queda poco tiempo, pero que “estoy segura de que llegaremos a un acuerdo”.
Queda solo hasta el sábado, cuando se ha convocado un Consejo de Ministros extraordinario en la primera época factible, legado que Pedro Sánchez está desde hoy hasta el viernes en Bruselas para asistir al Consejo Europeo. Lo cierto es que interesaba acelerar el calendario, tanto porque hay que renovar el plan de choque antaño del 30 de junio, como para mostrar capacidad de reacción, sacar nuevas medidas para suceder página de las elecciones andaluzas.
En esto sentido, el lunes Yolanda Díaz ya publicó vía Twitter su panoplia de propuestas, con más precisiones que las dadas anteriormente. Destaca la subida de 10 puntos del impuesto de sociedades para las eléctricas, con lo que retraso cobrar entre 1.500 y 2.000 millones de euros. Es una medida a la que la parte socialista le ha puesto objeciones como exiguo de forma, aunque dicen compartir genéricamente el objetivo.
María Jesús Montero duda que el impuesto de sociedades sea la mejor vía para obtener veterano rendimiento
Díaz incluso reclama que la descuento de los 20 céntimos de la gasolina deje de ser generalizada, es aseverar, que se adopte en función de las rentas del consumidor. Sobre este punto los socialistas no se han pronunciado, aunque ayer Montero dijo que había que alentar la protección de los más vulnerables pero incluso “anexar a la clase media y la clase trabajadora”.
Por otro banda, lo que se da por hecho es un aumento del 15% de las pensiones no contributivas hasta final de año. Es una concesión que el Gobierno hizo a Bildu para conseguir la aprobación en el Congreso de los Diputados de la ley de planes de pensiones de empleo. El sección de Escrivá incluso considera seguro que la subida del 15% del Ingreso Pequeño Vivo se mantendrá hasta terminar este año. Para el resto de las medidas, está destapado si se prorrogan por un trimestre o por más tiempo.
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