La reivindicación municipal para que no se instale un tanatorio en los antiguos cuarteles de Sant Andreu ha sido atendida. El gobierno de la ciudad y Serveis Funeraris Barcelona-Mémora han establecido una permuta de parcelas de modo que la que esta última había adquirido el 2018 mediante subasta al Consorcio de la Zona Franca en los antiguos terrenos militares pase a manos municipales y pueda construir su infraestructura en un solar próximo del mismo distrito, en la calle Potosí 1-3, al costado de La Maquinista, que ahora es del Concejo y será de propiedad de la citada compañía.
El tanatorio que se planteó construir en la zona de Casernes ocupaba la parcela D (en la remate entre el paseo de Santa Coloma y Gran de Sant Andreu) de esta campo de acción en mejora. Tras las protestas de las asociaciones de vecinos, que reivindicaban que se destinase a equipamientos públicos para el alfoz, Mémora acordó ceder al municipio sin coste el 75% del solar, que tiene una superficie total de 1.984,93 metros cuadrados y 6.000 de techo edificable. Pero mantuvo su intención de ubicar en la parte que se quedaría un pequeño centro funerario con cuatro velatorios, que presentó al Concejo mediante un plan singular.
Las asociaciones de vecinos exigían que se cumplieran los acuerdos pactados hace primaveras para construir equipamientos públicos
Pese a esta cesión, las entidades vecinales seguían rechazando la propuesta. Argumentaron que no estaban contra el tanatorio, pero sí contra la ubicación elegida y que en todo caso reclamaban que se cumplieran los acuerdos anteriores en los que se destinaba la alcoba a otro tipo de infraestructura. Así las cosas y frente a la desatiendo de suficientes apoyos de los grupos políticos para tirar el esquema delante, el gobierno municipal retiró la aprobación del plan singular del pleno y siguió negociando una salida con Mémora. Hasta ahora, que se ha cerrado el acuerdo urbanístico que libera la totalidad de la parcela de los antiguos cuarteles y traslada el infraestructura funerario a Potosí.
La teniente de corregidor de Urbanística, Janet Sanz, ha destacado este viernes que con este acuerdo se ha rematado aunar el interés de Mémora, que "podía hacer el tanatorio porque en nuestra ciudad hay una regulación que lo permite", y las propuestas de los vecinos, que siempre han defendido "la recuperación de esta alcoba". La munícipe ha defendido la exigencia de que la instalación funeraria pueda hacerse para "dar cobertura a todo este paraje", pero todavía ha valorado que haya transmitido salida a la «reivindicación histórica" municipal para los antiguos cuarteles.
Terrenos al costado de La Maquinista, en la calle Potosí, donde se prevé construir el tanatorio, según el acuerdo recién cerrado
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Las condiciones de la permuta se fijarán en un convenio que está previsto aprobar en la próxima comisión de gobierno municipal. La tramitación se completará durante el primer trimestre del 2023. Este es el compromiso adquirido por el ejecutor nave. Para compensar la diferencia de valía de las dos fincas y equilibrar la permuta de suelos, el Concejo abonará 740.000 euros a Serveis Funeraris de Barcelona-Mémora.
El solar de Potosí que se intercambia tiene una superficie de 820 metros cuadrados y 1.500 de techo edificable. En esta misma campo de acción todavía se prevé edificar la nueva comisaria de la Miembro Urbana de Sant Andreu y vivienda protegida. "Es una parcela muy excelso, no tendremos que renunciar a mínimo de lo que tenemos previsto allí", ha asegurado Janet Sanz.
El cambio de cromos pondrá más presión a la zona de La Maquinista, que todavía está en mejora con dos grandes proyectos aún no iniciados: la ampliación del centro comercial y la construcción asociada de viviendas y la edificación de la antigua Mercedes donde se prevén pisos, actividad económica y equipamientos. Estas actuaciones mantienen en alerta a los vecinos de esta parte del distrito de Sant Andreu que temen, entre otros aspectos, un colapso en la movilidad.
La parcela D de los antiguos cuarteles se destinará a equipamientos aún por aclarar. En los planes previos al esquema del tanatorio se pensó en un albergue alegre que iba a ser desarrollado por la iniciativa privada, que siquiera tenía apoyo municipal. La concejal de Sant Andreu, Lucia Martín, ha anunciado que la intención del Concejo es asaltar los usos definitivos en la comisión de seguimiento de Casernes.
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