Hay, al final de la voz de Mónica López, una ligera necesidad mientras charla con Magazine Lifestyle, quizá como consecuencia de un día de dietario complicada haciendo malabares con horarios y citas, o quizás, simplemente, porque se reconoce como un “culo inquieto” . Ésta actriz canaria del 69, siempre sorprendente y poseedora de un auténtico carrerón en los teatros catalanes, acaba de aventajar el Max por su trabajo en la imprescindible y comprometida De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda, “que, en esencia de humor –explica– le mete un palo formidable a la sociedad flagrante” y con la que prepara expedición de invierno. Al tiempo, recoge lo cosechado por su buen hacer en Rapa, serie policíaca en la rasgo de Hierro –ambas son responsabilidad de los hermanos Coira–, en la que encarna a una empática número civil que ha de investigar el crimen de una política galega envuelta en asuntos turbios. Anda, luego, de celebraciones…
Por el Max, por su propio cumpleaños, y el de su papá de 92…Hay que celebrar, claro. Mi causa que era, digamos, la matriarca de la casa murió ya, así que nos desatiendo el núcleo… Siempre hay una persona que fomenta las ganas de encontrarse, y ella ya no está, así que hacemos lo que podemos. Con los amigos pasa igual; algún mueve al montón para restar…
Y… el paso del tiempo, con su cumpleaños tan fresco, ¿Cómo lo lleva?
En lo profesional, me veo como una excepción, porque tengo muchísimas mujeres rodeando mío que han cumplido ya cierta etapa y no están trabajando y, en mi caso, ha sido cumplir 50 abriles, arrugarme, convertirme en una señora y originarse a hacer más castings que nunca, sobre todo para papeles interesantísimos en teatro. Pero no es lo corriente; lo regular es lo contrario, así que me siento muy privilegiada y quiero explotar el estirón porque soy consciente de que se acabará.
Mónica López es consciente que ahora, que está demandada, tiene que explotar el estirón, para cuando vengan vacas flacas
A lo mejor es bueno representar la etapa que se tiene…
Bueno, voy a confesar que cuando vi el primer capítulo de la serie, me pegué un susto tremendo porque yo en el espejo no me veo tan longevo como estoy. Será la presbicia o que no me miro mucho al espejo. Mi vanidad se sintió muy herida, pero luego le di la revés y pensé que era muy importante que en Movistar apuesten por una protagonista que ni es guapa ni es fresco; que es una mujer existente. Porque te suelen empujar a que te pongas dientes nuevos, te aclares la piel y la alises. Pues hay un espacio pequeñito por el que me he colado. Igual la muchedumbre lo agradece y se puede reparar más identificada con algún alejado de los cánones de belleza y de la dictadura de la pubescencia. Porque personajes femeninos interesantes hay de todas las edades.
Su compañero, Javier Cámara, todavía representa a un tipo regular… Con sus cosas, claro.
Creo que contar las historias siempre desde el punto de pinta de los guapos y jóvenes les resta credibilidad, pero toda la historia del audiovisual está marcada por la belleza. Al final, lo más importante es que las historias sean buenas y ofrezcan un abano de personajes amplio. Es importante que se apueste por actores que, tengan el físico que tengan, son valiosos, tienen una enorme experiencia en el teatro, por ejemplo. Y que no llegue un director y te diga “Es que eres demasiado teatral”, como a veces ocurre. Pienso que estamos llevando la interpretación a una nacionalidad que a mí no me interesa ausencia. No voy al teatro o al cine para ver lo que ya tengo en mi vida, sino para trascender; para ver comportamientos que me enseñen poco. Ahora se ha puesto de moda susurrar bajito y te dejas el aurícula pegado a la tele si quieres enterarte de poco de lo que dicen y en el teatro con el horror de los “micros”, igual.
Conexo a su compañero Javier Cámara, en la serie 'Rapa'
¿Dónde deja el simple entretenimiento?
Se puede entretener, hacerse escuchar y fomentar la advertencia sin que los actores utilicen esa nacionalidad de manual. No hay que confundir verdad con nacionalidad. Esto es una moda que espero que pase pronto porque nos está alisando las cabezas. Cada vez tenemos ideas más simples, oídos más simples. Hay que hacer los deberes y esforzarse por elevar el nivel. Reconozco que estoy un poco harta del “todo obvio”. Creo que el mundo se ha simplificado demasiado y no es bueno para nuestros cerebros, ni para nuestros corazones, ni para nuestras almas. Y no aprendemos ausencia nuevo y solo escuchamos lo que queremos oír. Y por otra parte creo que los actores de comedia, que es el gran categoría de entretenimiento, son los mejores porque eso es mucho más difícil de lo que se cree, y por otra parte, cuando menos te lo esperas, te interpretan un drama con una facilidad pasmosa.
Ha hecho de componente de los cuerpos de seguridad del Estado, unas cuántas veces.. La ven “mujer de movimiento”.
Y me encanta porque son personajes totalmente alejados de mí. Cuanto menos en global, más divertido. Por suerte, han sido mujeres adecuadamente diferentes. A ésta le viene todo prócer, es una mujer con mucho corazón, que intenta entender a los que más sufren, mientras se mueve entre políticos corruptos, maltratadores y asesinos.
Con la violencia que se ha desatado en estos días, con niños asesinados en las aulas de su colegio… Quisiera enterarse que sintió la primera vez que le pusieron un armamento en la mano.
Es tremenda la violencia que nos rodea. Aquí con lo de las bandas, por ejemplo. No me gusta Joker, ni las películas de ese corte, porque veo un tipo de enaltecimiento de la violencia y como ese escaso tío lo ha pasado tan mal, se justifica lo que hace. Es un videoclip con visible profundidad porque el muchacho va al psicólogo y como ahora se ha puesto de moda, pues todo el mundo a consulta a entender de dónde vengo y a dónde voy. En este tema desatiendo muchísimo sentido global, todavía. Pero vamos, rodando, la pistola es fundamentalmente un coñazo que pesa y se te clava. La primera vez que practiqué me flipó el retroceso y el olor a pólvora y el corazón se me puso a mil. Y, sobre todo, luego de lo de Alec Baldwin disparamos al vano. Todo el mundo se quita de la posible trayectoria de la bala. Eso se actúa y ya está.
La actriz, que ha entrenado para transigir pistola, afirma que es "fundamentalmente un coñazo" porque pesa "y se te clava"
¿Por qué cree que las historias policíacas contemporáneas, si se desarrollan en un ámbito rural, opresivo, interesan más?
Es cierto y siempre se ha dicho que de lo particular es muy sencillo arribar a lo militar. Y todavía creo que estamos un poco hartos de que siempre pase todo en Madrid o Barcelona. Ese paisaje rural tan arisco aporta ocultación; como, por tópico que sea, si los que allí viven fueran como ese paisaje. Y ese monótono. Y ese frío. Lo que eché de menos fue que no se hablara el galego al menos en parte. No creo que en la época de las plataformas haya algún problema con los subtítulos. Habríamos ganadería en fiabilidad.
“Lo mío es la historia súper tópica de la pupila que quería hacer lo mismo que Grace Kelly o Katherine Hepburn y siempre andaba montando grupos de teatro en el colegio. Trabajamos una vez en la Casa del Terror, haciendo de zombies, y me encargué de la dramaturgia…” Detrás de estos cabriolas estaba, al parecer, una afición de hierro que, con poco más de vigésimo abriles, la llevó a desamparar Las Palmas de Gran Canaria, y poner rumbo a Barcelona, “porque, aunque tuviera que instruirse catalán, me informé y me dijeron que la formación era más completa. Ahora iría a Madrid, porque aquí nos hemos aburguesado mucho y todo es muy comercial. Mis padres me pagaron un año de estudios y me metí en un asfalto con otros seis aspirantes y tuve la suerte de encontrar mis primeros trabajos”.La pupila que quería ser Grace Kelly
Mónica López ha trabajado de forma habitual en series
El más popular, en el serial televisivo Nissaga de poder, “que era como nuestro Falcon Crest, y tuvo un éxito tan enorme que menos mal que no había redes sociales entonces…”, apunta entre risas. No la ha tratado mal la pequeña pantalla que le ha ofrecido buenas oportunidades en Acusados o Antidisturbios, Carlos, Rey Emperador, o La cocinera de Castamar, entre otras. Y en el cine ha trabajado a las órdenes de Martínez Lázaro, Fresnadillo, o Sorogoyen –independientemente de la extensión del papel–, lo que le permitió optar a una candidatura al Goya por su trabajo para Cesc Gay en el filme En la ciudad. “Pero, ahora que reviso todo esto, me viene a la mente un pensamiento que me gusta. Todos aquellos chavales que compartimos asfalto hemos fracasado trabajando en lo exquisito de un modo u otro. Claro, montábamos a veces unas fiestas tan divertidas. Lo que no se le ocurría a uno, se le ocurría al otro…”
Las lenguas, asunto resbaladizo…
Que no debería serlo, porque es guay poder estar en contacto con esa variedad de lenguas e idiomas de tu país. Desde luego, evitarlas no ayuda a que estos pequeños nacionalismos que tenemos, que por otro banda se curan viajando, se tranquilicen. Es importante que vean que se respeta la dialecto en las situaciones en las que estaría presente en la vida existente. Desde la civilización deberíamos de aportar normalidad en todo esto. Yo soy canaria, llevo 33 abriles en Barcelona y nunca he tenido problemas lingüísticos. Ahora mismo una gran parte de mis amigos son independentistas, pero no hay ningún problema conmigo. A lo mejor es que el día a día puede ofrecer algunas lecciones a los políticos de blanco o indignado.
Casi desde que llegó a Barcelona empezó a trabajar ¿Siempre se ha sentido valorada?¿Le ha defraudado en algún momento su profesión?
Soy una privilegiada; me ha ido como un cañón. No hablo de auge, ni de premios. Hablo de no detener de trabajar. A veces protagonistas, sobre todo en el teatro, y a veces secundarios que son una mina de educación. Tienes que darlo todo en las pocas escenas que tienes y no hay más itinerario. Tengo muchos amigos muy conocidos y no hay capital que compense la desatiendo de soltura que impone la popularidad. A mí me gusta mucho el anonimato. Hay veces que voy a un plató, digo una frase y ya está. Bueno, pues ese es mi objetivo del día y me empeño en hacerlo lo más plausible posible. Alguna vez me gustaría acontecer volado un poco más y acontecer sido más fuerte y atrevida. Un poco gamberra, pero, al final soy muy obediente y correcta…
Su trayectoria teatral, entre Brecht, O´Neill, Chejov o Shakespeare, apabulla un poco…
Me alegro porque me apasiona plantar los pies en un tablado. Lo mejor del teatro son los ensayos que es lo que desatiendo en cine y en televisión y todavía es lo más divertido. Como soy una actriz lenta, aunque lo disimulo adecuadamente, y muy insegura, me encanta pensar que me puedo marrar un día y no pasa ausencia porque, al próximo, tienes una nueva oportunidad de entender el personaje. Muchas veces te vas llorando a casa, pero te puede consolar que podrás hacerlo mejor y cada día aprendes poco nuevo. Hay muchos actores que se aburren al tercer día de hacer el mismo personaje. No es mi caso; me ocurre todo lo contrario. Como dice Emma Suárez, somos atletas emocionales y para profundizar, el teatro es el medio idóneo. Ahora, por patrocinio, no construyan más auditorios para hacer teatro porque no sirven; eso es para las convenciones. En los teatros tenemos que ser capaces de emocionar a los de la primera fila sin bramar y a los de la última fila sin bramar y sin micrófonos. El teatro es mi zona natural, me mantiene con ganas de crecer y perfectamente alerta, aunque esté llena de dudas, como suele suceder.
La actriz confiesa que el teatro es su medio natural y es el que le permite seguir creciendo
Pero ¿esto de las dudas y las inseguridades no se lo dan al actor con el uniforme?
Una vez leí que a un actor ayer de salir al tablado el corazón le va más rápido que a un paracaidista ayer de saltar. Ya ayer de salir solo pienso en matar y tomarme la cervecita de luego con mis compañeros y comentar cómo ha ido y tal. Pero, en cuanto entro en secuencia, se me olvida todo eso, siempre que no sea un estreno o no haya venido algún habitual o algún amigo a helminto porque me paso el rato pensado si le gustará lo que estoy haciendo. Mis mejores funciones siempre han sido cuando no tenía ni idea de quién estaba entre el divulgado y me convierto en una especie de ocultista, me olvido de mí misma y todo lo que he vivido en mi vida aparece y me dirige.
¿Sus vivencias dirigen su interpretación?
Tú no eres la que toma decisiones cuando pasa eso; no controlas, no eres amo, no eres tú y entonces puedes disfrutarlo infinitamente y aunque solo te haya pasado cinco veces en tu vida, como a mí, vale la pena por todo lo demás, por todo el esfuerzo. Ahí no puedes repetirte, ni ausencia por el estilo. Actores haciendo de sí mismos. Eso sí que es fastidiado.
Publicar un comentario