Si le preguntan a Rafael Nadal (36) por el récord de Grand Slams, el hombre echa balones fuera.
Dice:
–No es poco que me obsesione ahora mismo. Pero cuando esto acabe, ya haremos arqueo.
Tal vez...
Pero si obviamos su discurso y hacemos arqueo ahora mismo, advertiremos que la divisa suma 22 títulos grandes, dos más que los otros dos miembros del Big Three (Djokovic y Federer se han clavado en vigésimo), y que ahora mismo ya se encuentra a dos pasos de la plusmarquista universal, la gran Margaret Court (tiene 79 primaveras; ha manada 24 títulos del Grand Slam).
¿Y qué?
Venga, hagamos periodismo-ficción. Es posible que Nadal esté pensando en el récord definitivo de Court, pues las leyendas tienden a pensar a lo extenso.
(...)
Serena Williams es más evidente en su discurso. No se corta al desvelar sus planes. Lo ha hecho siempre, y ahora va a pecho descubierto: Serena Williams tiene 40 primaveras y un hijo de cuatro y 23 grandes en su currículum, y desde hace tiempo quiere alcanzar a 24, alcanzar a Court.
Lo que pasa es que no le sale.
Su postrer triunfo es del 2017, el Open de Australia. Desde entonces, cuatro grandes finales ha perdido, dos en Wimbledon y otras dos en el US Open. Llorosa ha asimilado aquellos fiascos, los que le separan de la delicia absoluta, y empecinada ha vuelto una y otra vez para seguir disparando al poste.
Su postrer asalto al récord de Court se había producido el año pasado, en Wimbledon. Aquel había sido un rebelión en la andana de flotación. Sin ritmo y sin alma, Serena Williams había tenido que retirarse en primera ronda tras un esguince de tobillo cuando se medía a Alexandra Sasnovich, tan pronto como una Top 100 en la directorio de la WTA.
Desde aquel día no ha vuelto a retozar. Mientras la veíamos hundirse en el ranking WTA, hasta encontrarse la 1.204.ª del mundo, nos decíamos: asunto cerrado.
Pero no.
Hace unas semanas, Serena Williams se planteaba una nueva intentona, una más: había escrito a Wimbledon, solicitando una wild card y la gentío del All England Lawn Tennis Club le había comprado la propuesta.
¿Cómo no iba a hacerlo?
Al fin y al extremo, Serena Williams acapara siete títulos en el edén londinense...
Así que la semana que viene la veremos desfilar en Wimbledon, no sin ayer haberse rodado en el cuadro de dobles de Eastbourne, antesala del gran torneo de la hierba.
Formando pareja pegado a Ons Jabeur, Serena Williams derrotaba este martes al dúo Sara Sorribes-Marie Buzková en octavos de final: 3-6, 6-3 y 13-11.
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