Casi nada tres días posteriormente de la hecatombe socialista en las elecciones de Andalucía, Pedro Sánchez ha querido apearse los humos a un Partido Popular que ya se ve rumbo a la Moncloa como protagonista de un cambio de ciclo político en España. Y, para ello, ha parafraseado al escritor José Saramago. “Las derrotas tienen poco positivo, y es que nunca son definitivas. Y las victorias tienen poco pesimista, y es que nones son definitivas”, ha apto el presidente del Gobierno. “Esto conviene recordarlo en los buenos y en los malos momentos”, ha recetado al PP.
Sánchez ha puesto en todo caso en contraste la porte del PSOE en la derrota, frente a la del PP, en presencia de la ataque desplegada por Cuca Gamarra durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso. “Reconocemos la vencimiento de Dorado Bonilla, le felicitamos, es lo que tiene la democracia, aprender dónde le sitúa a cada cual las urnas. Y reconocemos la licitud del gobierno que salga del Parlamento de Andalucía. Lo digo porque ustedes no reconocen la licitud de este Gobierno”, ha replicado Sánchez a Gamarra. Y ha asegurado que el PSOE hará en Andalucía “una competición constructiva, útil, con sentido de Estado y que cumpla con la Constitución”. Acordado todo lo contrario a la competición destructiva que el caudillo del Ejecutante achaca al principal partido de la competición, antaño con Pablo Casado y ahora con Alberto Núñez Feijóo al frente.
El 19-J
El PP hurga en el fiasco electoral del líder del PSOE: “Aún no ha reaccionado a su hecatombe en Andalucía, ¿qué más tiene que advenir para que rectifique?”
La portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha recibido a Sánchez echándole en cara el resultado del 19-J: “Aún no ha reaccionado a su hecatombe en Andalucía”. “Mientras usted suma derrotas, los españoles multiplican sus problemas”, ha apto, en presencia de el incremento de la inflación. “¿Qué más tiene que advenir para que usted rectifique?”, le ha emplazado. La dirigente popular ha lamentado que Sánchez “no tiene remedio”, y ha asegurado que “los españoles necesitan un presidente con menos soberbia, más humildad y más sentido de la verdad”. Gamarra le ha instado así a “advenir página de la frivolidad, la división y el radicalismo” que, a su litigio, retratan al Ejecutante. “Las urnas constataron que el gobierno Frankenstein es un esquema fracasado y sofocado”, ha zanjado.
Pero Sánchez le ha replicado que no va a tirar la toalla, posteriormente de los 30 meses de reunión en los que ha afrontado una pandemia, un volcán y, ahora, una extirpación a las puertas de Europa, que dispara la inflación no solo en España, ha apto, sino en el conjunto de la Unión Europea. El caudillo del Ejecutante ha reiterado su voluntad de “tender puentes”, incluso con el PP. “Cuando dice que tengo que rectificar, y siempre nos hemos rajado a rectificar cuando hemos cometido errores, a tenor de lo que vota el PP ya sabemos lo que significa: es retroceso social”, ha apto.
“Este Gobierno va a seguir subiendo el salario reducido interprofesional, revalorizando las pensiones y fortaleciendo el estado de bienestar”, ha asegurado Sánchez, pese a la desidia de respaldo del PP. Y ha zanjado que su Gobierno de coalición se formó, precisamente, para no repetir “el desastre” del Ejecutante previo del PP, que reaccionó a la crisis financiera del 2008 aplicando las tijeras, con cortaduras en el estado de bienestar, los salarios, los derechos y las libertades.
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