La Patrulla Civil de Tráfico de Alicante ha detenido al conductor de un camión que, tras una pelea con un viandante que se inició en una zona de refrigerio para vehículos, circuló durante casi tres kilómetros a más de 100 kilómetros por hora con el otro colgado de uno de los espejos retrovisores del camión y tratando de introducirse en la cabina.
Ocurrió el pasado 3 de junio, a las 5:48 horas de la mañana. Los testigos avisaron a la Patrulla Civil, a través del teléfono de emergencias 112, de que en la calzada se encontraba tendido un hombre con lesiones muy graves. Al parecer, un peatón había sido atropellado.
El hombre fue trasladado aún con vida al Hospital Común de Alicante, pero falleció al día posterior
Al calar al empleo de los hechos, en la salida de la A-31 en torno a Las Salinetas, a la cima del kilómetro 204, en el término municipal de Petrer, los agentes de la Patrulla Civil de Tráfico hallaron a la víctima sobre la calzada próximo a las huellas de una frenada producida por unos neumáticos.
Los especialistas comprobaron que la frenada era nuevo, probablemente producida escasos minutos antiguamente de la señal que alertó al 112. Dedujeron que, tras el toque, el transporte se había regalado a la fuga a gran velocidad abandonando a la víctima a su suerte, sin auxiliar, de sombra y en una zona de escasa iluminación. El hombre fue trasladado aún con vida al Hospital Común Universitario de Alicante, tan pronto como fue hallado. Lamentablemente, perdió la vida al día posterior de lo ocurrido.
El camión implicado en el suceso.
La investigación considerando un siniestro de tráfico y un supuesto delito de desaseo del empleo del suerte. Los agentes efectuaron una exhaustiva inspección óptico de empleo de los hechos, con objeto de poder demarcar al supuesto autor, ya que no existía señal de su identidad ni del transporte que había causado el fatídico atropello.
Durante la instrucción de las diligencias, los investigadores supieron que se trataba de un transporte de grandes dimensiones y pusieron la pista sobre una empresa de transportes. Del minucioso estudio de todas los indicios y pruebas recabadas, la Patrulla Civil saco la conclusión de que a la cima del kilómetro 201,900 de la A-31, mientras el camionero se encontraba parado haciendo un refrigerio, un hombre intentó introducirse en la cabina del camión por la fuerza.
Se desconoce el motivo por el que el atropellado asaltó al conductor, si admisiblemente no existía relación previa entre ellos.
El transportista inició un forcejeo con él. Y tras evitar que se subiera al camión, inició la marcha con sentido a Alicante. El viandante, ya con el transporte en marcha, se enganchó desde el exógeno colgándose del espejo retrovisor y apoyado en los peldaños de subida a la cabina continuó en su intento de introducirse en el habitáculo. El camionero circuló en tales circunstancias durante una distancia de casi tres kilómetros a una velocidad de 100 kilómetros por hora.
Traza la situación, el camionero optó por escaparse por la vía de servicio a la cima de Las Salinetas, donde frenó de forma brusca, logrando que se desenganchase el hombre, que cayó violentamente sobre la calzada, produciéndose lesiones de carácter muy importante, que fueron la causa de la homicidio, según ha quedado probado con la prueba pericial.
El camionero optó por escaparse por la vía de servicio de Las Salinetas, donde frenó de forma brusca y el hombre cayó violentamente sobre la calzada
La investigación ha sido desarrollada por el Género de Investigación y Examen del Tráfico de la Patrulla Civil de Alicante, que ha contado con el apoyo del Equipo de Transportes.
A consecuencia de ello, el pasado 10 de junio fue detenido un hombre de 56 primaveras, de ciudadanía española, al que se le imputa un delito de homicidio por imprudencia y otro de omisión del deber de socorro. La víctima es un hombre de 40 primaveras, de ciudadanía española.
Se desconoce el motivo por el que el atropellado asaltó al conductor, si admisiblemente no existía relación previa entre ellos. Las diligencias han sido entregadas en el Supremo de Instrucción número 3 de Elda, que de momento ha decretado independencia con cargos para el supuesto responsable.
Según el Código Penal, el autor de un delito de homicidio por imprudencia puede ser castigado con penas de prisión de uno a cuatro primaveras, así como la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores de uno a seis primaveras. Por el delito de omisión del deber de socorro, se pueden incrementar a las penas anteriores, con prisión de seis meses a cuatro primaveras
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