El coreógrafo y bailarín Albert Quesadilla (Barcelona, 1982) hace tiempo que se mueve entre la caudal catalana, Bruselas y Filadelfia. Posteriormente de investigar el flamenco en una trilogía de piezas que tiene irresoluto completar, le llegó una propuesta que le ha hecho cambiar radicalmente de registro.
Se manejo de Desert, creada a partir de la obra de percusión Timber, del compositor norteamericano Michael Gordon y presentada en España en 2016 por el ensemble de percusión Frames Percussion. Quesadilla la estrenará este fin de semana en L'Auditori internamente de la programación del Grec, acompañado de otros dos bailarines, Frames Percussion en la interpretación musical y con una puesta en número completamente renovada.
¿Cómo están siendo los ensayos de la obra?
Esto es como un puzle, contiene tantos instrumentos... es darle tiempo a cada uno para que se establezca y luego ver como asomar a colaborar.
¿Cómo surgió la idea de coreografiar Timber?
Esto viene de los Frames Percussion, que tienen esta alcoba musical que ya existía, de Michael Gordon, con la que iban girando. Querían darle un cuerpo, ponerla en número más allá de tocarla. Me pidieron si podía hacer la coreografía, y yo sin pensármelo dije que sí. La escuché un minuto y ya dije que sí.
¿No conocía la alcoba anteriormente?
No, ni la alcoba ni el compositor. Hasta febrero de este año no la escuché entera, porque me quería esperar a oírlo cuando estuviera preparado. Y me fui al desierto, a las Bardenas Reales, me puse a caminar y, tras una hora andando, me puse la música. Ya que decidimos que la alcoba se diría Desert, empecé a escucharla y a imaginar qué podríamos hacer con esta música. Aquí fue la primera actividad física: el hecho de trasladarse, de tener un paisaje duro...
Entonces, ¿la coreografía nació en el desierto?
Yo creo que sí, porque ayer de ir a este desierto, teníamos una idea de tener los músicos, luego los bailarines, y luego el notorio. Cuando estuve andando me di cuenta que el notorio no podía tener esta inspección tan fija. Esta alcoba musical necesita un tipo de ayuda de espacio para disfrutarla, o yo lo necesitaba. Esto es lo que creo que me ha movido a tomar muchas de las decisiones de cómo puedo suavizar el espacio para escuchar esta música.
¿Cómo ha sido el proceso creativo?
La charla con Frames Percussion empezó en 2018, aquí fue cuando decidí: hagámoslo. Luego hablamos con L'Auditori, pero llegó la pandemia y hicimos pausa. Finalmente nos pusimos de acuerdo y dijimos que en verano de 2022 lo hacíamos. Esto quedó claro el año pasado, y empecé a formalizar el equipo técnico. Pero la parte de asomar a ensayar fue este año. Los músicos comenzaron en enero, gravaron la música, me la llevé al desierto, luego de esto hice el vídeo y con todo esto llegué al estudio hace cuatro semanas. Lo hemos hecho todo en cuatro semanas.
¿Qué rol ha tenido en la puesta en número de la obra?
Yo he hecho la coreografía, un poco de disposición del espacio unido con el escenógrafo y hago los audiovisuales. De las luces todavía se ha encargado el escenógrafo, pero todo lo que hago, si puedo, es en conversación. Yo tengo mi idea y vamos construyéndolo.
¿Desert es una alcoba inmersiva?
Sí, porque no es un teatro donde tú llegas y hay las butacas, el atmósfera, hay una distancia, y la familia palabra y luego empieza todo. Aquí una vez entras en el espacio ya comienza. Creemos crear que, cuando una vez abras las cortinas del espacio, es como si cruzaras una puerta y ya todo estará preparado. Habrá un sonido, un olor, un singladura... El notorio entrará en un espacio vivo, no un espacio donde pasarán cosas, sino un espacio donde ya están pasando cosas. Esto es un poco lo que me ocurría en el desierto, no hay falta pero todo está vivo. Hay una impresión muy resistente, y quiero que la familia tenga esto desde el inicio. El notorio estará entre nosotros mientras bailamos, iremos a su rodeando, sentirán nuestra presencia, quizás los toquemos... Creemos que todo toca mucho, tanto la música como lo que hacemos y los materiales que usamos. Es como si constantemente el notorio recibiera un contacto.
¿Qué supone abrir en el entorno del Grec?
Es la primera vez, y la segunda que venimos aquí a Escenes, en L'Auditori. Estar en el Grec es estar en el software con muchos otros artistas. Lo que supone lo voy a afirmar luego, cuando pase. Pero creo que nuestro trabajo es traerlo aquí y el contexto, L'Auditori, es trabajo suyo de ayudar a la alcoba para que tenga visibilidad.
¿Dilación que Desert tenga más represión más allá del Grec?
Sí, cuando la pensaba no lo creía, pero ahora que la hemos hecho, tiene una versatilidad que se podría hacer en museos, exhibiciones, o en muchos espacios distintos.
¿Por qué no lo creía cuando la creaba?
Porque la música me parece complicada. Y no me veía capaz de poder crear este espacio de audición que ahora creo que hemos conseguido, que cualquier persona puede disfrutar. Hemos tenido mucha suerte con el equipo.
¿Qué proyectos tiene previstos próximamente?
Tengo dos. Uno es la finalización de la trilogía del flamenco. En 2015 hice OneTwoThreeOneTwo, en 2019 Flamingos, y ahora estoy preparando la tercera alcoba sobre flamenco. De momento se claridad Beneath flamenco, esto me gustaría que saliera en el 2024.
¿Cómo fue este cambio de registro para crear Desert?
Ya está admisiblemente cambiar. Y luego de Flamingos me ha venido admisiblemente hacer un cambio. Del 2019 hasta ahora todavía han pasado muchos cambios a nivel entero. Esto es más fútil, el flamenco me toca más, hay una conexión más visceral. Esto tiene otra delgadez, en Flamingos pasábamos por muchas emociones. Esta alcoba no es que sea más superficial, pero sí que es más sobre el espacio, la distancia, el ver y reparar. Flamingos era estómago y pasión. Posteriormente todavía estoy preparando una alcoba de niño. Está por ver si los niños participarían. Esto no tiene ni nombre ni aniversario pero espero todavía hacerla ayer de la tercera entrega de Flamingos.
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