La prórroga ha terminado. La vicepresidenta Yolanda Díaz presenta esta tarde en el Matadero de Madrid su proceso de audición, a través de la plataforma Sumar, en un acto notorio en el que no habrá un cartel de políticos y sí representación y voz de la sociedad civil, expresada en los trabajadores de lo notorio, de los nuevos modelos de la capital digital así como de la creatividad investigadora y cultural, entre otros.
Superada la polémica epidérmica sobre la marcha de los primeros espadas de las formaciones políticas de la izquierda –no asistirán los ministros de Unidas Podemos ni los líderes de los distintos espacios, aunque sí militantes y representantes de todas esas formaciones–, el acto coincide con una semana singularmente convulsa en el Gobierno de coalición, en la que el PSOE ha pisado el acelerador de la disidencia interna desairando a su socio con una aprobación semiclandestina de una partida extraordinaria de mil millones de euros para desembolso marcial.
Unidas Podemos, de perfil bajo en la cumbre de la OTAN, recrimina la treta presupuestaria de los socialistas
El martes se vio a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Heredad Social, Yolanda Díaz, muy enfadada en el Consejo de Ministros, una imagen muy poco habitual, incluso en los momentos más tensos de la negociación de la reforma profesional, por la inoportuna triquiñuela de los socialistas, colando de rondón ese desembolso en el Consejo sin debate previo con el socio de Gobierno. Eso, posteriormente del disciplinado perfil bajo que los ministros de Unidas Podemos mantuvieron durante la cumbre de la OTAN, subrayan fuentes de la formación. Pero igualmente por la ataque del lunes de la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien con una inaudita cita malévola al astillero Navantia de Ferrol ejecutó lo que en balompié convencional podría describirse como una entrada con los tacos por delante sobre la vicepresidenta Díaz, educada políticamente en los conflictos laborales del astillero ferrolano. Dos saetas del PSOE contra Yolanda Díaz en la semana en la que pone en marcha su plataforma y su proceso de audición no encaja, se quejaban en su entorno, en el mantra que Díaz repite cada vez que hay un conflicto en el seno del Consejo de Ministros: la perentoriedad, en este tiempo acelerado, de “cuidar la coalición” delante el espanto por la alternativa. Y la semana no ha progresado mejor, si consideramos que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha confirmado su renuncia a la reforma fiscal que era uno de los pilares del pacto de coalición atrapado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias en enero del 2020.
En todo caso, Díaz, que ya ha puesto en marcha la página web de Sumar, en la que se plasmará a lo extenso de los próximos meses los avances de este proceso de audición –y en la que se han hendido mecanismos para la billete de la ciudadanía–, que conducirá hasta diciembre, no quiere convertir el acto notorio de hoy en un mitin en secreto de presente política y partidista, según confirman fuentes de vicepresidencia, sino en la convocatoria pública de un proceso participativo al que pretende que se incorporen sensibilidades progresistas de la sociedad civil para conformar un “esquema de país” que habrá de ser almohadilla de un eventual software político. Si finalmente decide encabezar una eventual inventario en las generales, poco que hoy ya nadie pone en duda.
El acto de Matadero terminará con un discusión informal de la vicepresidenta con los asistentes
La intervención de la vicepresidenta cerrará el acto de mañana, pero la pretensión de la ordenamiento es que terminadas las intervenciones Yolanda Díaz permanecerá en Matadero para poder dialogar con los asistentes al acto de acristianamiento de la nueva plataforma. Un baño de masas para cambiar el tono de un momento político lúgubre porque las pasiones tristes no mueven al voto.
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