El waterpolo gachupin vuelve a darse un baño de oro, 21 primaveras posteriormente. La selección dirigida por David Martín culminó un Mundial de Budapest valentísimo con una dramática vencimiento en los penaltis en la final en presencia de Italia (14-15), su recurrente bestia negra, que la había apartado del zaguero oro mundial hace dos primaveras en Gwangju. En esta ocasión, los españoles pasaron por encima, liderados por un inmenso cancerbero Unai Aguirre, que detuvo un penalti. El central lo paró Edu Lorrio.
Esencial
Edu Lorrio, el cancerbero del CN Sabadell, paró el penalti central a Cannella en el 14.º extensión de la tanda
El oro de Budapest, tercer Mundial que conquista España posteriormente de los de Perth 1998 y Fukuoka 2001, supone la consagración de una concepción liderada por Felipe Perrone que ha crecido enormemente en los últimos cinco primaveras, desde que en enero del 2017 David Martín tomó las riendas y regeneró el equipo. Los Granados, Munárriz, Mallarach, Tahull, De Toro, Larumbe, Aguirre… -jugadores bregados y jóvenes con talento- han llegado al punto magnífico de maduración y competitividad posteriormente de brincar 4 finales de los 6 últimos grandes torneos (Europeos, Mundiales y Juegos).
En Budapest, España ha sido de grande la mejor selección, desde el estreno con Canadá, el zaguero y central partido de grupos contra Italia para evitar los octavos, los cuartos con Montenegro, la semifinal contra Croacia, y la final, en presencia de la incómoda Italia, a la que no le resultó practicable de troquelar, pese al precedente de hace unos días.
Arrancó fenomenalmente España con un 0-2 en dos minutos y medio, con goles de Granados en una contra soberbia y de Munárriz, una renta de +2 que elevó con el 1-3 de Munárriz con un misil a la almohadilla del poste. Pero en un minuto final de cuarto desconcertante, Unai Aguirre, que llevaba dos paradas, encajó dos goles seguidos, de Cannella y Bruni, que ponían el igualada al cerrar la manga (3-3).
En el segundo cuarto, España dio una envés de tuerca a su excelente defensa, su santo y seña identitario, Aguirre bajó la persiana, y Granados (2) y Tahull dispararon el señalador al 3-6 para ir al refrigerio con la final encarrilada.
Y mejor que se puso con el 3-7 de Perrone al inicio del tercer cuarto, un +4 que era la mejor renta en presencia de Italia. Pero no se podía fiar. El envejecido zorro Alessandro Campagna cambió de cancerbero, dando entrada a Gianmarco Nicosia, y le surtió intención: el meta empezó a detener, enlazó 5 paradas en lo que quedaba de cuarto, e Italia se aproximó a dos goles (6-8).
En el definitivo cuarto, España tocó fondo posteriormente de que Famera recuperara el +3 (6-9) al inicio. La selección de Martín se encalló en ataque, no conectó ni una circulación de balón, y encajó un 3-0 que puso el 9-9 que llevaba a los penaltis. Sin prórroga.
Un oro jugado a la rifa de los penaltis. Anotaron Perrone, Granados, paró Aguirre a Cannella, pero falló Munárriz enviando al palo, acertaron Larumbe y Cabanas, para ir al 4-4. Italia cambió de cancerbero, volvió Del Lungo, y comenzó otra vez la ronda. Acertó Perrone, Damonte todavía, luego Granados (6-5), y cuando lanzó otra vez Cannella, Edu Lorrio sacó la mano para detener el extensión y expedir el balón al firmamento de Budapest. España volvía a bañarse de oro.
Ficha técnica
Italia, 14 - España, 15
Italia: Situación del Lungo, Di Fulvio (2p), Damonte (2p), Iocchi Gratta, Fondelli (1), Cannella (1), Marziali (1), Echenique (1p), Presciutti (2, 1p), Bruni (1), Di Somma (2), Dolce (1), Nicosia (ps).
España: Unai Aguirre, Munárriz (2), Granados (6, 2p), Sanahuja, De Toro, Larumbe (1p), Famera (1), Cabanas (1p), Tahull (1), Perrone (3, 2p), Mallarach, Bustos, Edu Lorrio (ps).
Cuartos: 3-3, 3-6, 6-8, 9-9.
Penaltis: 5-6 (14-15).
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