Confirmado el tercer caso en el mundo de curación del VIH tras un trasplante de células madre

"El día de San Valentín de este año, celebré el 10.º aniversario de mi trasplante de esencia ósea a lo excelso. Mi donante estuvo presente como invitada de honor". Quien así acento tenía, adicionalmente, otro hito que celebrar: el conocido como "paciente de Düsseldorf", un hombre de  53 abriles, es la tercera persona en el mundo que se ha curado de la infección por VIH tras un trasplante de células principio a pesar de ocurrir suspendido su tratamiento de retrovirales durante cuatro abriles.

"Me diagnosticaron VIH en el 2008. Todavía rememoración muy adecuadamente la frase de mi médico de sitio de honor: 'No te lo tomes tan mal. ¡Experimentaremos juntos que el VIH se puede curar!'. La afirmación se hizo sinceridad: "Hoy, estoy aún más orgulloso de mi equipo mundial de médicos que lograron curarme del VIH y, al mismo tiempo, por supuesto, de la leucemia".

Javier Martínez-Picado, investigador Icrea en IrsiCaixa, codirector de IciStem

Javier Martínez-Picado, investigador Icrea en IrsiCaixa, codirector de IciStem




IrsiCaixa

El consorcio IciStem, coordinado por IrsiCaixa, presenta hoy un nuevo estudio en la revista Nature Medicine, que demuestra la abandono de partículas virales y de respuesta inmunológica contra el virus en el cuerpo de este "paciente de Düsserdorf" al que se le retiró el tratamiento antirretroviral contra el VIH  tras un trasplante de células principio para tratar una leucemia mieloide. Estas evidencias permiten considerar que este es un caso nuevo de curación.

El estudio lo ha llevado a extremo el consorcio internacional IciStem, coordinado por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa y el University Medical Center de Utrecht (Países Bajos). “Próximo a un excelente equipo de profesionales de todo el mundo, llevamos nueve abriles estudiando estos casos excepcionales en los que, gracias a una organización terapéutica, el virus queda totalmente eliminado del cuerpo. Queremos entender detalladamente cada paso del proceso de curación para poder diseñar estrategias que sean replicables a toda la población”, explica Javier Martínez-Picado, investigador Icrea en IrsiCaixa, codirector de IciStem, y coautor del artículo.

En el 2008, un equipo médico de Düsseldorf (Alemania) diagnosticó la infección por el VIH a un paciente que acto seguido inició el tratamiento antirretroviral. La terapéutica le permitió achicar la cantidad de virus hasta niveles indetectables en la cepa. Cuatro abriles más tarde, en el 2012, sufrió una leucemia (cáncer en las células del sistema inmunitario) y tuvo que someterse a un trasplante de células principio.







La esencia está en la mutación CCR5Delta32

En su caso se encontró a una donante de células principio con la mutación CCR5Delta32. Esta inquietud genética hace que no produzcas una de las puertas de entrada del VIH en las células y, por consiguiente, dificulta la infección. “Que coincidan todos estos factores es muy complicado, sólo un 1% de la población tiene esta mutación y, adicionalmente, es necesario que sea un donante compatible a nivel rojo para evitar el rechazo del trasplante”, remarca María Salgado, investigadora IGTP en IrsiCaixa y coautora del estudio.

MariaSalgado_IrsiCaixa_PacientDusseldorf

María Salgado, investigadora IGTP en IrsiCaixa y coautora del estudio




IrsiCaixa

Más de cinco abriles posteriormente del trasplante, y tras dos recaídas de la leucemia y varias complicaciones, el paciente se estabilizó. A partir de ahí, los investigadores le propusieron retirarle el tratamiento contra el VIH para comprobar si la infección remitía. A día de hoy, "el paciente de Düsseldorf" goza de buen estado de sanidad. “Cuando dejó  el tratamiento, le hicimos un seguimiento durante 44 meses y no detectamos vestigio de virus en la cepa ni en los tejidos del paciente”, explica Salgado. “Siquiera ha habido respuesta inmunitaria característica de un hijuelo virulento. Sus defensas no están activadas contra el VIH porque no tienen que defenderse contra el virus”.







Casos en Berlín y Londres

"El éxito del 'paciente de Düsserdolf' es la confirmación de que es posible curar la infección por VIH", explica Salgado a La Vanguardia. "Son casos únicos muy especiales que sirven para adelantarnos y tener nuevas herramientas para encontrar estrategias para la gran mayoría de pacientes con VIH".

En el 2010 los investigadores dieron a conocer el caso del "paciente de Berlín", que se curó del VIH y de una leucemia tras un trasplante de esencia ósea dos abriles ayer (aunque falleció en el 2020 de cáncer). En marzo del 2019, se supo que un segundo caso, el llamado "paciente de Londres", se había curado del virus que causa el sida tras un trasplante de esencia ósea para tratarle un linfoma Hodgkin. El caso de Alemania es, hasta la plazo, el seguimiento dictamen más desprendido y preciso de un paciente con VIH posteriormente del trasplante de células principio.

"Nuestro equipo decidió adoptar un enfoque muy cauteloso y minucioso. El enfoque lógicamente radica en conseguir el viejo beneficio posible para nuestro paciente. Sin incautación, además pretendíamos hacer una contribución significativa a la comprensión de los factores de éxito de dicha terapia", dice el doctor Tom Lüdde, coautor y director del Unidad de Gastroenterología, Hepatología e Infectología del Hospital Universitario de Düsseldorf, donde se llevó a extremo el tratamiento.

Asiduamente, cuando las personas con VIH interrumpen su tratamiento, el virus rebota a lo desprendido de las primeras cuatro semanas. La desatiendo de retroceso en estos casos se debe a que las células del donante son resistentes al VIH, y a medida que van reemplazando las células del receptor tras del trasplante, merman las posibilidades de infección del virus, que acaba desapareciendo.

El VIH es capaz de formar un reservorio virulento de larga vida mediante la inserción de "planos virales" en el material hereditario de las células inmunes de larga vida, a partir de las cuales se pueden producir luego células virales replicables.
​Por  su parte, el correceptor CCR5 desempeña un papel esencia para permitir que el VIH ingrese a las células inmunes. Cuando esta mutación está en ambas copias (materna y paterna) del gen CCR5, se acento de mutación homocigótica CCR5Delta32 (CCR5Δ32). Esta última ofrece una amplia resistor al VIH y solo se encuentra en en torno a del 1% de la población caucásica. El trasplante de células principio de donantes que tienen esa mutación CCR5-Δ32 en al menos tres pacientes con VIH ha tenido éxito reduciendo la reproducción virulento y curándoles del virus de inmunodeficiencia humana.

La esencia para la curación del VIH en estos tres pacientes es la mutación CCR5Delta32 en las células principio de los donantes. No se tráfico, pues de un procedimiento médico aplicable a gran escalera. "Esta organización es muy agresiva y no es escalable al resto de la población. El trasplante de células principio sólo se aplica a quienes  sufren una enfermedad hematológica sin  alternativa terapéutica. En el caso de las personas con VIH, sí existe una alternativa, y es el tratamiento antirretroviral", explica Salgado.

Martínez-Picado añade que "una posible organización con la que ya se está trabajando es introducir la mutación CCR5Delta32 mediante terapia génica para conseguir la curación del VIH sin tener que producirse por un trasplante".

Aunque los de Düsseldorf, Londres y Berlín  son los tres únicos casos en los que se puede dialogar de curación, ya se ha presentado en conferencias científicas la remisión del VIH de otros dos pacientes, una mujer en Nueva York y el del Hospital City of Hope de Duarte (Los Ángeles). “Ningún de ellos tiene unas características inmunitarias especiales que les permitan controlar la infección por el VIH de forma espontánea, sino que el virus se ha eliminado del cuerpo como resultado de una intervención médica. Esto diferencia estos casos de erradicación de los de curación cómodo en controladores de élite o postratamiento conseguidos hasta ahora, en los que el propio cuerpo de las personas tenía factores especiales que les permitía controlar el virus”, especifica Salgado. 

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