Las playas de Sitges viven una situación insólita: por primera vez en más de 30 abriles, el pistoletazo de salida en verano ha llegado sin casi nada chiringuitos ni inquilinato de hamacas y toldos. Por ahora sólo funcionan cinco chiringuitos -dos en el casco urbano y tres en diferentes calas-. Y es que el nuevo concurso divulgado para licitar esta veintena de servicios ha recibido hasta 222 solicitudes, "un éxito que nadie esperaba" y que ha ralentizado todo el proceso de concurso, explica el gobierno.
La mayoría de adjudicaciones se han realizado a partir de la segunda parte de junio, momento en el que los negocios han iniciado todo el engranaje de contratos y negocio de material para inaugurar. La mayoría de chiringuitos calculan que podrán estar en marcha la segunda parte de julio.
Nuevo plan de usos
Este año, el Consistorio ha ratificado un nuevo plan de usos y un nuevo concurso divulgado que reduce los servicios para "avalar unas playas más equilibradas" y ajustarse a la ley de contratación pública. A partir de ahora, los chiringuitos, toldos y hamacas se adjudican para cinco abriles con un concurso dividido en 21 pujas, una por cada una de las playas donde existen servicios.
Aunque el concurso se abrió en enero, el bombeo de propuestas recibidas sobrepasó al consistorio. El concejal de Playas, Guillem Escolà, explica que preveían un centenar de solicitudes "pero fueron 222". Esto, lamenta, supuso un sobrevolumen de trabajo a la hora de revisar todas las propuestas, por lo que fue inviable realizar las pujas en abril, como pretendía el Consistorio.
Escolà remarca que el consistorio empezó a trabajar el nuevo Plan de Usos de las playas a finales de 2020, con previsión de que en 2022 se desarrollara el concurso divulgado "y en mayo ya estuviera todo adjudicado". De esta forma, se quería avalar que los negocios estuvieran operativos por la verbena de Sant Joan. El concejal admite que el bombeo de trabajo ha sobrepasado los medios técnicos del Consistorio y afirma que "es necesaria una cierta autocrítica, porque las cosas siempre son mejorables".
Escolà señala que la nueva puja indagación "mejorar la calidad" de los chiringuitos y los servicios asociados. En este sentido, se quiere igualar la imagen de todos los negocios, evitando los colores estridentes y potenciando el uso de materiales sostenibles, como la madera -un requisito que el concurso posponía hasta 2023-. Al mismo tiempo, por primera vez se regula el servicio de restauración, ya que hasta ahora algunos chiringuitos tenían cocina de forma no oficial y otros ofrecían comida precocinada.
La dimensión del concurso llevó al Consistorio a resolver las primeras seis adjudicaciones el 7 de junio, casi dos meses luego de la transigencia habitual de los negocios. De estas primeras pujas, una es para actividades acuáticas y el resto son cinco chiringuitos y servicios. Es el caso del chiringuito Hola Beach Club de Vallcarca, una cala situada entre el núcleo de Sitges y el de Garraf. Su encargado, Pablo de Pineda, relata que ha sido "ciertamente complicado" encontrar al personal y aparearse las instalaciones en pleno mes de junio.
Este negocio se ubicaba hasta el año pasado en el otro extremo del municipio, cercano a Vilanova y la Geltrú, igualmente en un espacio natural donde este año se ha suprimido el chiringuito. De Pineda celebra la nueva puesta por desempolvar el maniquí de chiringuitos "para ofrecer un mejor producto al turismo y a los clientes del municipio", pero lamenta que esta modernización haya supuesto perder casi tres meses de actividad el primer año. "Habrá que estudiar cuánto mosca se ha perdido y de quién ha sido la delito", añade.
En cuanto a las playas del casco urbano, sólo uno de los chiringuitos adjudicados tiene el negocio funcionando al 100%. La dirección la ganó a mediados de junio un gran peña hotelero, lo que le facilitó el comunicación a los medios necesarios para inaugurar el negocio coincidiendo con la verbena de Sant Joan. En todas las demás playas urbanas, se puede encontrar tan sólo otro chiringuito destapado pero sus responsables no han podido aparearse toda la instalación de la terraza por desidia de tiempo y comunicación a los materiales.
El resto de chiringuitos trabajan a contrarreloj para poder inaugurar durante la próxima semana, aunque la mayoría lo harán durante la segunda quincena de julio. Sin requisa, actualmente todavía hay tres negocios que el Consistorio no ha adjudicado por la complejidad de la documentación presentada, ya que ha sido necesario que los interesados presentaran varios informes complementarios. "Esperamos que la puja se resuelva lo ayer posible", asevera el concejal.
"Hemos conocido acaecer de liberal fechas muy secreto"
El chiringuito Nomada de la playa de Aiguadolç, emplazado en un particular bajo el paseo, hace un mes que ganó el concurso pero en estos momentos les ha sido inviable poner en marcha el negocio. Uno de los socios, Yago Figueras, lamenta que se han hallado las instalaciones en un estado "que requería una amplia reforma y saneamiento". "Desde un inicio sabíamos que no llegaríamos a inaugurar en Semana Santa, pero ahora ya hemos conocido acaecer de liberal varias fechas muy secreto, como San Juan y una importante ola de calor", explica.
Figueras relata que, párrafo de las obras, está siendo "muy complicado" conseguir el suministro de material de cocina, así como cerrar los contratos con los proveedores. Confía en que finalmente podrá inaugurar el negocio el 15 de julio. Será tres meses luego de la previsión que tenían cuando se presentaron al concurso. El retraso, asegura, les obligará a sujetar la plantilla "casi a la parte", a la demora de calcular las pérdidas económicas por todo lo no facturado hasta ahora.
Otro de los aspectos que preocupa a los socios de este chiringuito es el ritmo de trabajo, "ya que el negocio se pondrá en marcha en pleno caos de ocio de verano". "Será positivo, porque habrá mucha facturación desde el primer día, pero no es el formato ideal", apunta Figueras, añadiendo que "lo deseable es probar suavemente el funcionamiento del negocio desde la primavera para luego avalar un buen servicio cuando llegan los días fuertes".
Las mismas reflexiones las comparten otros empresarios que estos días ponen a punto sus negocios. Uno de ellos, socio de un chiringuito en las playas urbanas, dice que el retraso les ha llevado a posponer la negocio de una casita nueva -presupuesta en 120.000 euros-, por lo que este año han alquilado unas instalaciones de segunda mano. "Te sientes muy impotente, porque veíamos cómo pasaban los días sin tener informativo ni poder hacer falta", lamenta, resaltando que "la concurrencia tiene muchas ganas de desembolsar pero no se ha podido usar hasta ahora".
Compensaciones por el retraso
Una de las novedades del concurso divulgado de los servicios de las playas es la creación de un canon municipal. Hasta ahora, los negocios pagaban sólo el canon impuesto por la Generalitat, pero el consistorio ha querido incorporar esta tasa particular para resecar parcialmente los 1,6 millones de gastos asociados al despliegue de las playas. Según Escolà, se estima que el canon permitirá contraer, como minúsculo, el 10% de ese coste.
Los importes anuales que deben satisfacer los empresarios van de los 800 a los 16.000 euros, dependiendo del bombeo de negocio del partición que hayan ganadería. Los responsables de los chiringuitos consultados, sin requisa, recuerdan que el canon se zócalo en una temporada completa, de Semana Santa a octubre, por lo que instan al Consistorio a compensar el retraso de este año. Entre los empresarios entrevistados, piden un descuento del canon de este año o alcanzar un año la concesión, hasta el 2027.
Desde el gobierno particular, el concejal garantiza que se recalculará tanto el canon de la Generalitat como la tasa municipal "y sólo se contará a partir del día en que haya destapado cada negocio, y no desde el día de la adjudicación". En cambio, niega rotundamente la posibilidad de alcanzar la concesión "porque en Sitges ya se ha hecho una excepción con concursos de cinco abriles, cuando asiduamente estas pujas son para cuatro temporadas".
Críticas del Colegio profesional de Hostelería
Por su parte, el Colegio profesional de Hostelería asegura que el ambiente en el que se encuentran las playas este verano está decepcionando a buena parte de los turistas que se alojan en los hoteles y visitan los restaurantes. "Muchos de ellos canalizan su frustración contra el personal de las recepciones", asegura el sector, que considera un "despropósito" de que no haya chiringuitos ni servicios en la mayoría de playas una vez estrenado en julio.
"Entendemos y compartimos sus quejas", expresan desde el Colegio profesional, que instan al gobierno a trabajar con más previsión para evitar que el montaje de los chiringuitos deba hacerse con la villa llena de visitantes. Al mismo tiempo, la entidad recuerda sus quejas por la desidia de arena en algunas playas. Por todo ello, consideran que queda dañada la imagen que se llevan los visitantes.
Sin requisa, escuchó rebate las críticas y asegura que la circunstancia de este año afecta sólo a una parte de las playas. "Las playas no son solo los chiringuitos, sino otros muchos servicios como el rescate y la agilidad para avalar la calidad del agua", defiende el concejal, que asegura que la concesión de las banderas azules reafirma el nivel del costa de Sitges. Asimismo, Escolà recalca que "la proposición cultural y gastronómica" igualmente son un motivo de peso que atrae a numerosos visitantes.
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