Esté artículo ha sido escrito por alumnado que forma parte de la red de diarios escolares gestionados, dirigidos y redactados por estudiantes de primaria, secundaria y bachillerato con el soporte de periodistas profesionales.
A veces, cuando compramos ropa sólo nos interesa el precio, y si es permuta la compramos sin pararnos a pensar en una cuestión muy evidente: ¿cómo puede esta marca entregar la ropa a un precio tan bajo si tiene que respaldar muchos gastos, como ahora el delirio que la ropa hasta la tienda o los sueldos de sus trabajadores?
Lo que finalmente hemos descubierto es que estas empresas venden la ropa a un precio tan crematístico porque maltratan a sus empleados económicamente y así pueden estrechar sus gastos, haciendo que sus ganancias sean muy superiores. De ahí que puedan entregar la ropa tan permuta, principal señal de que se están fabricando productos en unas condiciones que rozan el frontera entre la justicia y la ilegalidad.
Normalmente, hacen a sus trabajadores de países subdesarrollados unos contratos en los que les hacen trabajar más de 13 horas diarias a cambio de cobrar una miseria, haciendo que casi nada se puedan comprar alimentos para ingerir, ropa u otros productos de primera menester.
Puede que alguna vez necesitemos comprar ropa permuta por causas económicas o personales y que consideremos que para comprar una sola camiseta no se producirá ninguna gran explotación, pero es aquí donde entra la moda. Este engendro aparece a menudo en nuestra sociedad y produce una adquisición masiva de algún producto, como una prenda o algún estilo que claridad la atención a mucha multitud a la vez. El problema es cuando esta situación se produce una y otra vez, ya que esto hace que la multitud se ponga a comprar indefinidamente productos fabricados por estas empresas y fomentando así la explotación de trabajadores.
Conociendo esta información, es importante que las próximas veces que vayamos a comprar ropa, si ésta es tan permuta que nos pueda parecer incluso sospechoso, vigilemos, ya que podemos estar contribuyendo sin pretenderlo a que estos abusos sobre los trabajadores se sigan llevando a extremidad.
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