“¿Técnicamente están cubiertos, no?”, preguntaba Florence Pugh a sus más de 7,5 millones de seguidores en Instagram. La actriz inglesa reaccionaba así a las primeras críticas recibidas por el vestido con transparencias, diseñado por Pierpaolo Piccioli, que había llevado horas ayer para presenciar el desfile de Valentino en la icónica escalinata de la Plaza de España de Roma.
Bajo el título The Beginning, la casa italiana presentaba este pasado sábado su colección de Suscripción Costura rodeada de celebridades como Anne Hathaway, Laura Pausini o Pugh, que captó todas las miradas con un espectacular diseño rosa fucsia realizado en tul que dejaba a la horizonte sus pechos, un detalle que varios usuarios criticaron en redes.
En un primer momento la actriz de 26 abriles pareció no dar importancia a estos comentarios. De hecho dedicó la publicación de Instagram a corresponder a Piccioli y la firma italiana su trabajo. “Eres un categórico índole. Impresionante. Impresionante tarde. Gracias de nuevo, mi bello equipo, por hacer ingenuidad mis sueños de princesa rosa”, escribía adjunto a unas imágenes en las que mostraba orgullosa el diseño y sus pechos.
Florence fue una de las invitadas al desfile de Valentino en la icónica escalinata de la Plaza de España de Roma
No obstante, horas posteriormente, y tras percibir muchas más críticas, Florence decidía defenderse en la misma red social. “Escuchad. Cuando me puse este increíble vestido de Valentino sabía que no había forma de que no hubiera comentarios al respecto. Ya fueran negativos o positivos, todos sabíamos lo que estábamos haciendo”, afirmaba Pugh, que añadía que estaba “emocionada” de aguantar el vestido y no estaba nerviosa. “No lo estaba ni ayer, ni durante ni ahora”, manifestaba.
La protagonista de Mujercitas lanzaba entonces una advertencia que muchos de sus seguidores y compañeras de profesión, entre ellas Ariana DeBose y Nicola Coughlan, aplaudían. “Lo que ha sido interesante de ver y ser testificador es lo manejable que es para los hombres destruir de hacia lo alto a debajo el cuerpo de una mujer, públicamente, orgullosos de ello, para que cualquier pueda verlo. ¿Cómo lo hacen incluso cuando tienen puestos sus títulos, sus trabajos y sus correos electrónicos en su acontecimientos”, se preguntaba la novato, que aseguraba que no era la primera vez y “segurísimo que no será la última” en la que una mujer escuchará “por parte de una multitud de extraños” comentarios negativos sobre su cuerpo.
“Por fortuna yo me he reconciliado con esos complejos de mi cuerpo que me hacen ser yo. Estoy atinado de los ‘defectos’ que no soportaba mirar cuando tenía 14 abriles”, dice Florence en este post que ya acumula casi un millón y medio de me gustas.
La actriz asimismo aprovechaba este mensaje para preguntar abiertamente por qué todavía hoy se cuestionan los pechos de las mujeres. “¿Por qué os asustan tanto las tetas? ¿Pequeñas? ¿Grandes? ¿La izquierda? ¿La derecha? ¿Solo una? ¿Puede que ninguna? ¿Qué. Es. Tan. Aterrador?”, cuestiona la intérprete.
El mensaje continua con un mensaje de empoderamiento mujeril. “Estoy muy agradecida de poseer crecido en un hogar con mujeres muy fuertes, poderosas y con curvas. Nos criamos para encontrar poder en cada pliegue de nuestros cuerpos (…) Siempre ha sido mi cometido en esta industria aseverar ‘a la mierda y al carajo’ cada vez que algún paciencia que mi cuerpo se transforme en una opinión sobre lo que es sexy o sexualmente atractivo. Si explotar públicamente de las mujeres, en voz adhesión, en 2022, es tan manejable para ti, entonces la respuesta es que eres tú quien no tiene ni idea de la vida. Madura. Respeta a la parentela. Respeta los cuerpos. Respeta a todas las mujeres. Respeta a los humanos. Y la vida te será mucho más manejable, lo prometo”, continuaba Pugh.
La inglesa finaliza la publicación con otro mensaje directo a aquellas personas que se han sentido ofendidas por su vestido transparente, en concreto, con una última imagen suya cubriendo sus pezones con los dedos. “Putoliberad los putos pezones”, usaba como hashtag para poner punto y final a esta extensa carta.
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