¡Prohibamos San Fermín!

En un lado de Navarra, cada año por estas fechas, suceden cosas inverosímiles y este Tribunal correccional del Progreso, la Honrado y el Bienestar Animal ha estimado conveniente protestar la prohibición de las fiestas de Pamplona, además conocidas como Sanfermines, conforme a los siguientes puntos:

Varias personas descansan durante el segundo encierro de San Fermín 2022, de la ganadería de Fuente Ymbro, a 8 de julio de 2022, en Pamplona, Navarra (España). Seis personas han sido trasladadas al hospital por contusiones durante el encierro del día de hoy, 8 de julio, una carrera más larga de lo habitual con una duración de 3 minutos y 10 segundos. Las fiestas en honor a San Fermín, patrón de Navarra, comienzan el día 6 con el tradicional chupinazo y se prolongan hasta el 14 de julio con cántico del ‘Pobre de mí’. Durante su transcurso hay un total de ocho encierros que comienzan todos los días a las ocho de la mañana. Además, el Ayuntamiento de la ciudad ha preparado un repertorio de conciertos, verbenas, fuegos artificiales, exposiciones, animación de calle y actividades para la ciudadanía y visitantes. Esta fiesta que atrae a millones de visitantes cada año por su ambiente festivo y sus populares encierros, está declarada de Interés Turístico Internacional.08 JULIO 2022;PAMPLONA;NAVARRA;ENCIERROS;TOROS;FIESTAS;SANFERMINES;SANFERMIN;CORREDORES
Eduardo Sanz / Europa Press
08/07/2022" class="lazy"/>

                                                                                                              

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–Movilidad deficiente. Los llamados mozos corren delante de los toros a las ocho de la mañana, interrumpiendo el alivio municipal de los que no oyen ni con trompeta. En lo seguido, deberán pasar en biciclo y sin lograr a los toros, que son muy suyos y añoran a las vacas.

Grupos de nativos que empinan el codo y consumen ajoarriero se pasan el día brincando

–Conductas jaraneras. Las autodenominadas peñas –grupos de nativos que empinan el codo y son adictos al sándwich de ajoarriero o las magras con tomate– se pasan las horas dando brincos y cantando fuera de la iglesia, como la efímera peña republicana La Veleta, cuyo himno berreaba: “Entre copas y morapio, disfrutar es nuestro afán, venga caldo, venga juerga, que así las penas se van”.

–Turismo insostenible. Por pecado de Hemingway, miles de australianos y estadounidenses acuden cada año a Iruña, en lado de subir al Aneto en taxi, pasarse el Museo del Anca de Teruel o contemplar la casa oriundo de José Luis Cantero, el Far y. ¿Cómo les puede paladear a los anglosajones esta fiesta bárbara, que cultiva la amistad con los desconocidos y donde no exigen entrada de cuota? Ni la Nueva España ni El Pensamiento Navarro se merecen este turismo.

–Las botas de caldo clarete. ¡Qué manía tienen algunos de escanciarse en bota de piel, pudiendo discutir, como todo el mundo, sobre los vi- nos gran reserva y el mundo de los taninos.

–La diversión 24/7. Siete días duran las fiestas, con sus días y sus noches, toros y cabestros, los bailes verbeneros y las barracas de feria, los fuegos de artificio y una alegría sana –digan lo que digan– que tanto ofende a sectores de nuestra sociedad, donde disfrutar es pecado y divertirse un asombro.

Según estas y otras consideraciones, San Fermín debería prohibirse o, en su defecto, ser objeto de una campaña negativa, no sea que algunos olviden que estamos aquí para habitar aleccionados.

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