Rosalía ha vuelto a demostrar porque se ha reses el cariño del conocido a nivel mundial. La intérprete de Sant Esteve Sesrovires (Barcelona) no solo goza de una voz privilegiada y una presencia escénica equiparable a la de las grandes divas internacionales, sino que asimismo ha evidenciado el gran corazón que tiene y el respeto que muestra a todos sus seguidores. Así es ella, a sus 28 primaveras se ha hecho un hueco entre los artistas del momento y actualmente se encuentra ejecutando el Motomami World Tour, la tournée de promoción de su tercer disco de estudio, cuyo calendario la llevó este sábado al Estadio de la Cartuja, en Sevilla.
La ingenuidad es que se hace un tanto complicado proceder con el abrasador calor andaluz, sobre todo en plena ola de calor. La segunda ola de calor del año azota toda España con fuerza. Igualmente fue duro para los fans, quienes estuvieron horas haciendo nalgas al sol para poder ver de cerca a su ídolo. Los 40 grados a la sombra se sofocaron con abanicos y "tisana". De hecho, el mismo equipo de la cantante puso a disposición de los fans botellas de agua para así afrontar el calor antiguamente del concierto. Un aspaviento muy aplaudido en redes sociales.
'Rosi' protagonizó un concierto sublime y colosal, de principio a fin. Lo hizo pisando el círculo con contundencia, con un vestido blanco y botas rojas de piel hasta las rodillas. Allí hizo uso de su talento innato para protagonizar temas como Saoko, Malamente, La Combi Versace o Dolerme.
Pero hubo un momento en particular que ha llamado la atención en redes sociales y que se ha hecho eco en varios medios de comunicación. Ella no fue la única que sufrió el terrible calor que hacía en la caudal andaluza. Sus fans, que se encontraban disfrutando del concierto, siquiera paraban de sudar y de sentirse acalorados. Un claro ejemplo del insufrible calor que hacía lo protagonizó una de sus seguidoras, que se desmayó en las primeras filas.
Rosalía estaba cantando su tema abcdefg, cuando el miedo se apoderó de un clan de seguidores que se encontraba en primera fila. Al ver los gestos y al escuchar los gritos de la multitud, la catalana no dudó en dejar de cantar e interrumpir el concierto en pleno directo, para comprobar de que todo iba admisiblemente entre sus seguidores. "¿Qué pasó? ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha pasado?", preguntaba Rosalía, asustada, encima del círculo. Paralelamente, se acercaba a la multitud y bajaba las escaleras del círculo para ver de cerca qué sucedía.
El temor y la incertidumbre se apoderaban del estadio sevillano. Por eso, Rosalía volvió a coger el micrófono para así explicar a todos sus seguidores qué estaba pasando. "Ok. Hay alguno que se ha mareado, ¿Vale? Un segundo", decía la intérprete, mientras se aseguraba de que su seguidora estaba en buen estado.
Tras comprobar de que su fan se encontraba ya en manos del equipo taza que se encontraba en el circuito, la cantante volvió a dirigirse a su conocido, para así tranquilizar los ánimos. "Ok, están cuidándole. Están cuidándole, ¿Vale? Lo primero es que estemos admisiblemente. O sea, avisadme siempre, ¿Vale? Avisadme siempre, yo estoy irresoluto. Os amo, quiero que estéis admisiblemente", decía la catalana.
Horas más tarde, el momento se ha viralizado en redes sociales y la intérprete ha recibido numerosas muestras de respeto y fascinación. "Eso es lo que hace una verdadera motomami", decía una seguidora en redes. "Rosalía, eres una persona admirable. Lo demuestras con tus actos. Nones cambies", le decía otra. Muchos usuarios en Twitter que se encontraban en el concierto, han señalado que el calor en el circuito era "infernal".
El incidente se ha producido unos meses luego de las fuertes críticas que recibió el rapero norteamericano Travis Scott - quien colaboró con Rosalía en el tema TKN -, quien no paró un concierto en directo en el festival Astroworld, donde hubo una avalancha que provocó la crimen de 10 personas. El cantante siguió cantando y fue duramente criticado por no suceder parado el 'show' y por seguir animando al conocido. Una situación muy alejada a la vivida ayer en Sevilla, pero que recuerda que el bienestar de los espectadores debe ser primordial para un intérprete.
Lo cierto es que la cantante catalana se encuentra en el inicio de esta tournée, que promete dejar el franja muy parada y aventajar las coreografías y la puesta en imagen de su predecesora, El Mal Querer Tour. La cantante y su equipo recorrerán otras siete ciudades españolas más, por otra parte de varios países a uno y otro flanco del Atlántico, hasta su final el próximo mes de diciembre en París. Una tournée de la que saldrá aún más victoriosa y admirada.
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