Mínimo de mensajes triunfalistas sobre lo que ha hecho el Gobierno hasta ahora. Pedro Sánchez ha dejado claro que se avecinan curvas en la finanzas. Hasta el punto de distinguir que vamos a tener que economizar energía en nuestro día a día. Pero al mismo tiempo, el presidente ha querido transmitir un mensaje de confianza. Ha venido a aseverar que, de la misma forma que superamos la pandemia, incluso es posible atravesar la crisis derivada de la aniquilamiento en Ucrania y salir fortalecidos.
Este discurso de Sánchez ha sido probablemente el más sincero del presidente, el que ha tratado de ser más empático con los ciudadanos. Ha empleado un idioma directo y ha intentado ponerse en el superficie de los demás. Ha sido, encima, un discurso totalmente escorado a la izquierda, que puede ser del cordialidad de sus socios de Unidas Podemos sin ningún problema.
El mensaje de Sánchez a la derecha ha sido claro: si el PP quiere dar la batalla de la finanzas, él incluso está dispuesto a lucharla, aunque desde el otro costado del ring y, luego, con recetas muy diferentes a las que propone la derecha.
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