La saturación de los aeropuertos y las aerolíneas en Europa ha vuelto a poner bajo el foco una de las prácticas más odiadas por los pasajeros: el overbooking . Las aerolíneas tienen permitido traicionar billetes por encima de la capacidad de un planeo. Según sus estadísticas, siempre desatiendo algún viajero y los aviones nunca se acaban de guatar. Pero esta regla de tres puede equivocarse en una situación de tensión como la presente. Aerolíneas consultadas reconocen que los problemas de overbooking están aumentando. Las dificultades operativas en los grandes aeropuertos y la desatiendo de personal obligan a rescindir viajes a última hora, y a esos pasajeros hay que reubicarlos en los vuelos más próximos. Que este verano suelen rozan el 100% de ocupación...
“Lufthansa me ha dejado sin evaporarse, a mí y a mi hijo, y eso que pagué un extra por los asientos, porque había overbooking ”, lamenta Ramon Font. “Volotea me hizo overbooking para ir a Verona, tuve que atrasar el alucinación un día para salir en el próximo planeo”, cuenta otra usuaria. “Recibí un mensaje de Vueling advirtiéndome de que era posible que mi planeo entre Barcelona e Italia no dispusiera de plazas para todos los pasajeros y me preguntaban si estaba dispuesta a correr en otro planeo posterior si se daba el caso”, explica una pasajera a La Vanguardia . “Te hemos favorito para ofrecerte un cambio de planeo para ti y el resto de pasajeros de tu reserva a cambio de un descuento de 40 euros por persona en próximos vuelos. ¿Te interesa?” Es el correo electrónico que recibió Connie Darilek, profesora de primaria de origen austriaco, de parte de Vueling hace unos días. “Era un planeo entre Santander y Barcelona; no contesté y no tuve problemas para correr, pero me extrañó. Mi marido tiene que correr a Santander desde El Prat en breve y ha recibido el mismo correo”, comenta.
Aunque la habilidad del overbooking sea constitucional, la aerolínea no puede desentenderse del pasajero que ha pagado el billete y se queda sin evaporarse así como así. Ana Rodriguez, de Reclamador.es, explica que la compañía está obligada a ofrecer un planeo marginal en condiciones lo más similares posible al flamante. Si no existen alternativas y el pasajero ha de comprar otro billete por su cuenta, la aerolínea debe sufragarlo.
Con todo, el overbooking no está entre las principales reclamaciones de los viajeros, aclara Rodríguez. “La mayoría de quejas vienen por cancelaciones o por retrasos de vuelos; seguidas de la pérdida de maletas y, finalmente, el temido overbooking ”, añade.
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