Cientos de simpatizantes del influyente clérigo chií Muqtada al Sadr volvieron a asaltar este sábado el Parlamento de Irak, por segunda vez esta semana, posteriormente de varias manifestaciones multitudinarias en protesta contra el candidato a primer ministro de la formación Entorno de Coordinación, Mohamed Shia al Sudani, honrado a Irán.
"Los manifestantes han entrado a la Zona Verde y se encuentran en el interior del Parlamento", informó la agencia de parte estatal iraquí INA.
El nuevo asalto se produce en el entorno de unas protestas masivas convocadas por la cúpula del clérigo
Una fuente parlamentaria dijo a Efe en condiciones de anonimato que decenas de partidarios de Al Sadr entraron adentro del Hemiciclo, mientras que otros cientos se concentran en el patio exógeno del Constituyente.
El nuevo asalto se produce en el entorno de unas protestas masivas convocadas por la cúpula del clérigo, que empezaron a primera hora de la mañana con miles de manifestantes ocupando la céntrica plaza Tahrir de Bagdad, donde cantaron consignas contra la influencia de Irán en la política, contra la corrupción y contra la candidatura de Al Sudani.
Los simpatizantes de Al Sadr rodearon la fortificada Zona Verde, la sede de la mayoría de edificios gubernamentales y embajadas extranjeras, y entraron en ella tras derribar los bloques de hormigón que la protegen, dijo a Efe una fuente de seguridad que pidió no ser identificada.
Las fuerzas de seguridad emplearon cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar, sin éxito, a la multitud, dejando hasta el momento aproximadamente de 60 heridos, según la agencia INA.
En presencia de los disturbios, el primer ministro en funciones de Irak, Mustafa al Kazemi, pidió a los manifestantes que sean pacíficos y urgió a las Fuerzas Armadas que protejan a los participantes, así como los edificios gubernamentales y legaciones extranjeras, según un comunicado de su oficina.
"La continuación de la ascenso política aumenta la tensión en la calle y no favorece a los intereses públicos", advirtió Al Kazemi.
Asimismo, uno de los portavoces de Al Sadr, Saleh Mohamed al Iraqi, responsabilizó a "los bloques políticos" de "cualquier ataque contra los manifestantes pacíficos", a los que acusó de "favor robado el boleto de Irak", dijo en un comunicado.
La encargo de la ONU en Irak advirtió que la ascenso de la violencias "profundamente preocupante" y apeló a "la razón" para "evitar más violencia".
"La ascenso en curso es profundamente preocupante. Las voces de la razón y la tino son fundamentales para preparar más violencia. Alentamos a todos los actores a achicar la ascenso en interés de todos los iraquíes", dijo la encargo de Naciones Unidas, sin hacer remisión explícita al asalto.
La ONU y la UE preocupados
La Unión Europea (UE) expresó este domingo su “preocupación” por las protestas contra el Parlamento iraquí, advirtió de que hay que respetar a las instituciones estatales y llamó a la moderación y al diálogo a todas las fuerzas políticas para resolver la situación adentro del entorno de la Constitución.
“La UE está preocupada por las protestas en curso y su posible ascenso en Bagdad. Hacemos un llamada a todas las partes para que actúen con moderación y eviten más violencia”, declaró en un comunicado una portavoz del parada representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
72 horas posteriormente del primer asalto
El asalto tiene punto tan pronto como 72 horas posteriormente de la última irrupción al Constituyente de los simpatizantes de Al Sadr, que puso en evidencia la tensión entre las fuerzas políticas de Irak y, en particular, entre el clérigo y su némesis chií: el Entorno de Coordinación.
La tensión incrementó en junio, cuando el Bando Sadrista, que salió vencedor de las elecciones del pasado octubre con 73 escaños, se retiró del Parlamento en presencia de el retiro del Entorno de Coordinación para nominar un presidente y formar Gobierno.
Esta retirada táctica permitió al Entorno de Coordinación hacerse con la mayoría parlamentaria, aunque hasta esta semana no anunció a su candidato a primer ministro, Mohamed Shia al Sudani.
Sin secuestro, la renuncia de Al Sadr no significó dejar de influir en el poder, y desde entonces ha convocado varias marchas multitudinarias para practicar presión y exhibir su fuerza en las calles.
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