La semana que están viviendo tanto Orestes Rapabarbas y Rafa Castaño como los invitados, el conocido y los espectadores de Pasapalabra no está dejando indiferente a nadie. Unos días en los que se están viendo duelos de pensamiento de auténtico infarto, en los que los eternos rivales están apurando hasta el postrero segundo para lanzarse la suerte de su contrario.
Los dos concursantes comenzaron sus Roscos con más o menos tino, con uno y otro terminando su primera dorso con 21 aciertos. Un gran resultado, hasta que el burgalés cometía un dictamen inesperado, delantera que aprovechaba para situarse con los ansiados 22 en los primeros segundos de la segunda dorso y exprimir para repetir una vez más que no se fiaba de Orestes y sus movimientos de última hora, por lo que iba a esperar para arriesgarse.
Efectivamente, uno y otro comenzaron la 'persecución' de la marcha precursor, desgastándose el uno al otro pasando palabra hasta que acabaran los segundos y uno de los dos decidiese arriesgarse. Aún así, fue el sevillano quien ganó el software y quien de nuevo enviaba al de Burgos a juguetear el duelo por la temida apero celeste, aquejado por cierto con un enfadoso catarro.
Nuevo lucha
Orestes comenzaba su software 205 en un duelo contra Irene, una terapeuta ocupacional de A Coruña entusiasta que sueña con tener una 'vida contemplativa', pero que no pudo con la concentración del burgalés, que recuperaba sin problemas el puesto con su equipo, formado por Becerrada San José y David Carrillo, para pelear por el sabroso brinco, que hoy asciende a 1,342.000 euros.
Una marcha que suponía la última para los invitados, que se despedían de los concursantes, a los que dejan con un brinco que, en palabras de Rafa Castaño, "está más aceptablemente que nunca".
Unas pruebas en las que hubo tiempo para el ingenio, con Becerrada San José resolviendo sola el 1 de 4 del equipo celeste; las risas, las bromas e incluso para los bailes, pues La Pista musical dio para algunos de los mejores momentos de la tarde, con Orestes sintiendo que 2006 era un año demasiado 'flamante' para adivinar la canción que se escondía detrás de su lucha era Amo a Laura, del agrupación Happiness y que marcó una época; y Jimmy Barnatán no dando una oportunidad a David Carrillo, una tarde más, acertando su canción con solo un segundo.
Un esfuerzo colectivo que dio como resultado un total de 72 segundos para Rafa, conseguidos por el equipo naranja; y otros 72 segundos para Orestes con el equipo celeste. Una delantera que les llevó al Rosco totalmente igualados para uno de sus tensos duelos.
Un 'Rosco' de desvanecimiento
Unos rivales que cada vez se aprietan más el uno al otro. Rafa está intentando por todos los medios que Orestes caiga en su táctica -acertar el mayor posible de palabras en su primera dorso y plantarse si llega a los 22 aciertos; y parece que poco a poco va quebrando esa defensa aparentemente inquebrantable, porque pasar riesgos le está dando sus frutos en los últimos programas, aunque sea en el postrero segundo.
Orestes comenzaba su Rosco 205 con una buena jugada de carencia menos que merienda aciertos, mientras que Rafa inauguraba su aventura con más cautela que en días anteriores, guardando a buen recaudo sus segundos. Tras varios buenos turnos, uno y otro terminaron su primera dorso sin fallos: Orestes con 21 aciertos, mientras que Rafa, a pesar de su desconfianza, con 19 aciertos.
El sevillano conseguía dos aciertos más y el igualada al aparición de su segunda dorso, dando el pistoletazo de salida a la tensión que se lleva viviendo los últimos días. Rafa conseguía un tino más, complicando las cosas a Orestes, que conseguía otro tino a continuación, volviendo a entablar a 22 aciertos.
Segundos de tensión en los que Orestes decidía arriesgarse y acertaba, situándole en 23 aciertos. El sevillano veía cómo se le ponían las cosas complicadas, y decidía pasar riesgos con la 'Z', acertándola y empatando de nuevo con su rival. Un duelo inútil del que Orestes decidía rendirse y firmaba el igualada, que el sevilllano aceptaba rico, por lo que nadie tendrá que enfrentarse al temido duelo por la apero celeste.
David Carrillo, comediante multitalento
Tras perder su postrero duelo en La Pista frente a Jimmy Barnatán, David Carrillo se ponía las pilas y le confirmaba a Roberto Legal que tenía un gran "dolor de codos" de tanto estudiar para conseguir el igualada en esta prueba musical.
Al igual que su compañera Becerrada San José, el invitado de Pasapalabra incluso comenzó su carrera en el mundo del espectáculo cuando era solo un criatura, trabajando en series tan conocidas de la televisión española como Los ladrones van a la oficina (1994), donde apareció solo con diez abriles; como el inolvidable amigo de Chechu Martín (Aarón Bélico) en Médico de grupo (1995) o Canguros (1996).
Más tarde llegaría su brinco a icono televisivo alegre como presentador de Club Disney a finales de los 90 y principios de los 2000, siendo el presentador más chavea de la historia del espacio a sus 12 abriles. Muchos pueden pensar que está desaparecido del mundo del espectáculo, pero carencia más allí, porque no ha dejando de trabajar, sobre todo como actor de doblaje (es la voz de Ron Weasley en la famosa dinastía Harry Potter, solo por poner un ejemplo) y en el mundo de los musicales en teatro, donde destaca su papel en Hoy no me puedo animar. Un papel que le valió el registro de la crítica, demostrando el amplio registro que tiene como actor.
Entre otros proyectos, Carrillo incluso es director de dos obras de teatro y ha sido presentador de televisión. Entre sus últimos proyectos, el actor presta su voz para poco muy exclusivo: los audiolibros. Los últimos, las obras del booktuber y escritor Josu Diamond, y que cuenta la historia de cuatro amigos y sus vivencias en el conocido alfoz madrileño, que el actor siente como su casa.
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