El Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) dictó ayer el coche de transigencia de pleito vocal, en una aniversario aún por determinar, contra la presidenta del Parlament, Laura Borràs, para que sea juzgada posteriormente de verano por prevaricación y falsedad documental. El reglamento de la Cámara catalana contempla varias vías para la situación que se ha originado, inédita hasta ahora.
¿Qué dice el reglamento del Parlament?
La reglamento, en el artículo 25.4, establece la suspensión cibernética de los derechos y deberes de un parlamentario cuando se abre pleito vocal a un diputado por delitos vinculados a la corrupción, como sería en este caso el de prevaricación.
Si hay dudas, se puede pedir un crónica a la comisión del Estatuto de los Diputados, pero en este caso no las hay a pleito de Esquerra Republicana, PSC y la CUP –los tres partidos presentes en la Mesa contiguo a Junts– y todo indica que mañana mismo se aplicará la suspensión en la reunión del entraña rector de la Cámara.
¿Hay otras opciones?
Los tres grupos habían pedido a Borràs que se distinto, lo que está recogido en el artículo 25.2. Un diputado puede pedir ser suspendido de forma temporal si se le abre pleito vocal. Pero Borràs ya ha dicho por activa y por pasiva que no dimitirá.
Asimismo existe otra vía, la del 25.1, que no hace remisión a una tipología concreta de delitos pero sí estipula que si un parlamentario va a pleito, el pleno del Parlament puede elegir un crónica sobre su situación. El crónica se elabora en este caso además en la comisión del Estatuto de los Diputados. De todos modos, esas suspensiones son todas provisionales, mientras no haya sentencia, y no implican la renuncia al memoria de diputado.
¿Con la suspensión se deja de ser diputado?
Nunca ayer se ha estudioso el artículo 25.4 del reglamento, que se introdujo en el 2017 a instancias de la CUP tras un acuerdo con Junts pel Sí, una coalición de Convergència y ERC, y lo único claro es que Borràs no perderá su condición de diputada. Sin secuestro, no podrá participar en las reuniones de los órganos parlamentarios, ni en actos institucionales o públicos en tanto que presidenta de la institución. Por otra parte, siquiera cobrará.
¿Qué pasa si Borràs no renuncia a la presidencia?
Se da la circunstancia de que si Borràs no renuncia, nadie puede establecerse la presidencia del Parlament, y sus funciones las desempeñaría la republicana Alba Vergés, vicepresidenta primera, de ERC. Por eso, si Junts no quiere perder la representación institucional del Parlament, está obligado a pactar una fórmula que resuelva esta situación con ERC.
La reunión de la Mesa del Parlament en la que se abordará todas estas situaciones será mañana a mediodía y se retraso que ahí se comienzo a despejar el camino, pero ERC ya pidió a su socio que decida cómo relevan a Borràs, para que cierto de JxCat asuma la presidencia de la Cámara y poder dar cumplimiento así a sus pactos. Un decorado que no se descartaba es que el puesto, si Borràs se enroca y no renuncia a la presidencia, aunque se lo piden algunos dirigentes de su partido, quede vacante mientras no haya sentencia.
En ese caso se podría optar por fórmulas imaginativas como reemplazar a Vergés como vicepresidenta primera para que asuma ese cargo cierto que elija Junts, que tenga las funciones de Borràs en su abandono, y que la exconsellera pase a ser secretaria de la institución, el puesto que ahora tiene Madaula, por ejemplo. Para eso, Vergés debería dimitir i retornar a ser elegida por la Cámara, al igual que Madaula, ya que se requieren votaciones diferenciadas para la dilema de los vicepresidentes y los secretarios de la Mesa.
De ese modo se respetaría el pacto entre los socios y Borràs no tendría que renunciar, pero en Junts hay sectores que no ven perfectamente esa opción y creen que afecta a la imagen de la institución. Ayer el partido reunió a la dirección e hizo un comunicado que hablaba de "apoyo sin fisuras" a la presidenta del partido, pero esa proclama unitaria no contentó a todas las sensibilidades de Junts y aunque desde el entorno de Borràs se pedían consecuencias si ERC votaba a distinción del 25.4, nadie contempla hoy una salida de JxCat del Govern de Pere Aragonès.
¿Quién podría sustituir a Borràs?
En los últimos días, en algunos círculos, sonaba el nombre de Anna Erra, vicepresidenta de JxCat y alcaldesa de Vic. En el congreso de Argelers, en junio, obtuvo más votos que Borràs y se le asocia a los sectores más institucionales. En la Mesa, la otra dirigente de Junts es Aurora Madaula, además vicepresidenta del partido, si perfectamente en el cónclave estuvo a punto de terminar fuera y no tiene tanto apoyo entre los militantes. Si se elige a un perfil u otro es relevante, tanto por los equilibrios internos como por la imagen que se proyecta en dirección a el foráneo.
¿Cómo queda Borràs internamente de Junts?
A pesar de ese descontento en algunas familias del partido, no se retraso que en el seno de su formación haya movimientos por ahora. Jordi Turull, el secretario universal, ha cerrado filas con Borràs en todo momento y en el congreso que se acaba de celebrar se introdujo en el reglamento una salvaguarda para que Borràs no fuera suspendida de militancia y sus cargos órganicos al sentarse en el banquillo de los acusados. Incluso si hay condena firme por un delito relativo a la corrupción puede seguir como presidenta si la comisión de garantías de Junts considera que es un caso de lawfare (pugna jurídica), y ayer en el comunicado se habló una vez más de "lawfare y persecución".
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