Vilafranca del Penedès ha recuperado un ecléctico edificio histórico protegido como adecuadamente cultural de interés restringido que ahora funcionará como un centro de día destinado a la tercera tiempo. Hoy se inaugura oficialmente tras primaveras de desatención y ocupaciones. En su restauración se han invertido 16 meses de obras. Se manejo de la casa Berch i Galtés, una muestra de cimentación premodernista que ha adquirido la Fundació Pinnae.
La casa toma el nombre de Josep Berch i Galtés, un patrón dedicado a la fabricación de pólvora para minería y montería. Compró en 1890 los terrenos donde se levantó esta edificación de 337 m2, con un edén de 418 m2. Del edificio se han mantenido la estructura y fachadas, así como sus baldosas hidráulicas y sus techos de madera y policromados. Igualmente se ha recreado con papel pintado la ornamentación de sus paredes. Del edén, que llegó a ser selvático, se han recuperado un gran castaño, un pino y diversas palmeras.
La negocio y rehabilitación de la casa Berch i Galtés ha supuesto una inversión de un millón de euros
La última clan propietaria del edificio, Nicolàs Magriñà, accedió a una “generosa deducción” de sus pretensiones económicas al enterarse que la Fundació Pinnae se comprometía a su restauración integral y a destinarlo a un centro de día para 40 usuarios. Según Joan Melero, director de la fundación, se ha invertido en torno a un millón de euros con fortuna propios para comprar y restaurar la casa, que a partir de ahora llevará el nombre de Fundació Pinnae-Centre de Dia Jaume Nicolàs, en honor del difunto padre de los Nicolàs.
El centro de día será ventilado por la Fundació Privada Inglada Via de la renta del Alt Penedès, que tuvo que cerrar por la pandemia su antiguo centro de día. Los estragos de la covid fueron muy notables en su residencia, donde fallecieron 24 de sus 69 residentes e incluso su directora, Marga Padullés, acabó hospitalizada. El presidente de la Fundació Pinnae, Martí Solé, explica que la reacción de la mermada plantilla durante la pandemia fue ejemplar. “No miraban las horas, e incluso novios de trabajadoras se ofrecieron para trasladar camas para poder aislar a los contagiados”, explica. Igualmente recuerda que “para nosotros no han terminado las restricciones por la covid”.
Solé asegura que han impulsado el nuevo centro de día “porque habíamos detectado la privación y teníamos posibilidades de darle respuesta”. Igualmente se muestra orgulloso del trabajo de recuperación patrimonial realizada por su fundación con diversos edificios en Vilafranca.
Ya cuentan con una directorio de demora de 55 personas mayores de 65 primaveras
Un 85% de los usuarios del centro de día serán mujeres, y “se separará a los usuarios deteriorados de los preservados”, según Marga Padullés. Ofrecerán en este edificio de la calle Bisbe Morgades servicios de biblioteca, fisioterapia, podología, peluquería y animación sociocultural, estímulo cognitiva, higiene, viandas o deambulación. Inicialmente arrancará como un centro privado, aunque sus usuarios podrán acogerse a las ayudas de la ley de la Dependencia.
El presidente de la Fundació Pinnae, una entidad con más de un siglo de experiencia en la atención y cuidado de la masa viejo, afirma que “tenemos mucha demanda”. Inauguran hoy y ya cuentan con una directorio de demora de 55 personas mayores de 65 primaveras.
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