El plan de economía energético del Gobierno de Pedro Sánchez está suscitando unas cuantas dudas entre comerciantes y gestores de edificios emblemáticos de Barcelona. Al punto que desidia una semana para su entrada en vigor.
Aquí, sin secuestro, el debate no tiene ausencia que ver con el acre cruce de reproches que se está produciendo en Madrid, entre el Gobierno central y el autonómico. Aquí, dada la situación de emergencia climática y de crisis energética, todo el mundo está más o menos convencido de la menester de realizar algunos sacrificios. El problema es la materialización de estas medidas.
Barcelona Oberta, la asociación que agrupa a los principales ejes comerciales de la haber catalana, indica que no tiene las mismas consecuencias establecer un coto de 27ºC a la hora de conectar el medio acondicionado en Madrid, en verdad en toda la meseta, que hacerlo en Barcelona, donde la humedad resulta a la postre sofocante.
“El plan del Gobierno central debería aclarar unos cuantos puntos –apunta Gabriel Jené, presidente de la entidad–. De todas formas, entendemos que, aunque puedan producir incomodidad, son medidas necesarias. Adicionalmente, la concurrencia está concienciada de estas cuestiones”.
La única exigencia del Gobierno central que los comerciantes lamentan abiertamente es la cometido de disponer este otoño de una puerta para minimizar las fugas del medio acondicionado. “Esta medida ha de ir acompañada de subvenciones y ayudas. Es muy precipitada”.
Los principales ejes comerciales de Barcelona igualmente aceptan hallarse obligados a apagar sus escaparates a las 10 de la sombra. Les queda, sin secuestro, el consuelo de que entonces se pondrá de manifiesto la importancia que tiene el sector a la hora de iluminar las calles y las plazas. “Acataremos las medidas sin rechistar –abunda Jené–, pero tendrá consecuencias sobre la vida cotidiana”. Hace abriles que el gobierno de la alcaldesa Ada Colau y buena parte del tejido comercial discrepan sobre la conveniencia de iluminar la metrópoli. “Con los edificios emblemáticos pasa lo mismo. Tendrán que apagar sus fachadas. Quedará documento su importancia”.
Todavía está por ver qué sucederá con algunos de los icónicos monumentos de la ciudad que están en manos privadas
Todavía está por ver qué sucederá con algunos de los icónicos monumentos de la ciudad que se iluminan actualmente en horario noctívago y están en manos privadas. El concejal de Transición Ecológica, Eloi Badia, se mostró de acuerdo con las medidas gubernamentales y señaló que el Junta aún está estudiando la afectación que tendrá en los inmuebles singulares de la metrópoli.
En el paseo de Gràcia, la casa Batlló estudia el asunto. La Fundació Catalunya La Pedrera igualmente señala que revisará la norma con detalle para tomar las medidas que “debamos adoptar, como siempre hacemos”. La torre Glòries, propiedad de la socimi Merlin Properties, igualmente está analizando la situación. Sus responsables comentan que cumplirán "con la norma válido" y recuerdan que el edificio cuenta con tecnología Led de bajo consumo.
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