Un cuadro del abuelo en la sala de estar

Quizás era el vademécum de cabezal, quizás se lo pasaron de padres a hijos durante generaciones… La gran duda que plantea el filón de Coves del Fem, en Ulldemolins, es qué coraje hace allí una plancha con animales dibujados miles de abriles ayer. Porque el espacio, en un estado de conservación fantástico, es una sucesión de frames de 1.400 abriles, una película continua de aquellos tiempos en que la humanidad cambia su sistema de suministro nutritivo, reduciendo la caza de animales y la cosecha de frutos y decantándose progresivamente alrededor de el cultivo de vegetales. En Coves del Fem, trigo y cebada.

En ese contexto, en un filón fechado con gran precisión gracias a la tecnología del carbono 14 entre los abriles 6.000 y 4.700 a.C., hace un par de abriles aparece una plancha con media docena de dibujos de animales, entre ellos un ciervo fuerte con las astas perfectamente definidas y con sorprendentes detalles anatómicos: el toro parece observar la mano de su intérprete.

El filón de Ulldemolins describe el paso de la era de los cazadores a la de los agricultores

En la viruta aparecen asimismo un ciervo hembra, dos figuras que recuerdan a un cáprido o un bóvido y otras dos que los arqueólogos no se atreven a interpretar. En todo caso, los trazos no dejan espacio a dudas para los fanales expertos y entrenados de los prehistoriadores. Aquellas líneas son de cuenta paleolítica, de hace entre 15.000 y 11.700 abriles. ¿Cómo pudo aquella piedra transmitirse de procreación en procreación? ¿Fue creada por habitantes anteriores del mismo espacio? Si fue así, ¿cómo es que no quedó enterrada con la sucesivas crecidas del río Montsant, que discurre muy cerca y en una cota escasamente diez metros más debajo? Sin ir más remotamente, el 22 de octubre del 2019 el temido saliente azotó severamente parte de Catalunya e hizo crecer hasta niveles infrecuentes ríos y lagos y elevó el cauce del río hasta inundar la vieja morada neolítica. “Pensamos que la plancha procede del mismo filón, pero es muy amplio, con muchos niveles y cavidades, de guisa que necesitamos hacer una estratigrafía cronológicamente lo más amplia posible para estar seguros”, explica Antoni Palomo, arqueólogo del Museu d’Arqueologia de Catalunya, que conexo a la UAB y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas-IMF trabajan en el espacio.

La hipótesis principal es que el intérprete o artistas que crearon ese pequeño cuadro zoológico vivieron en la misma cueva, miles de abriles (y una era) ayer. Esta hipótesis podrá ser confirmada o desmentida cuando los trabajos arqueológicos alcancen las cotas inferiores. La cueva es espectacular, un mordisco en la roca de 32 metros de boca y hasta ocho de profundidad. Fue descubierta por azar en 1997 por Marc Boada, un conocido divulgador estudiado.

Por lo pronto, Coves del Fem describe esos siglos esencia de la transformación humana, el neolítico, cuando las comunidades se asientan de guisa estable en un mismo espacio, ligadas al crecimiento de sus plantas. Sus herramientas son de sílex, pero un sílex que no es de la mejor calidad y que modifican térmicamente. Lo calientan en sus fogatas hasta 260 o 270 grados para poder fracturarlo mejor, de guisa indirecta, utilizando puntas de cuerno de ciervo a modo de escarpa. El sílex pasado por fuego adopta el aspecto de la porcelana. Servirá para matar, cortar, defenderse.

En el subsuelo se han descubierto asimismo silos y diversos restos de fogatas

Aunque Coves del Fem ha sufrido algún bronca severo, los trabajos desarrollados desde el 2013 descubren asimismo allí cerámica de tipo cardial, con una cierta sorpresa cronológica. Es una de las más antiguas del noreste peninsular. En el subsuelo se han descubierto asimismo silos y diversos restos de fogatas. Los exploración químicos determinan que la tuero que emplean va cambiando, en función del frío y la disponibilidad. Predominan el pino, cajiga, olmo, sauce o chopo.

En una de las hogueras quedaron los restos de un cesto carbonizado fabricado con la técnica de la hélice cosida. Están asimismo los agujeros en los que insertaron los postes de una cabaña, pese a que ya estaban interiormente de una cueva, y que enlosaron el suelo con piedras trinchadas. Aparecen asimismo las evidencias de que, aunque en aquellos siglos empezaron a cultivar, no abandonaron modos de vida anteriores. Siguieron cazando y recolectando. Hay restos de ciervo, chiva salvaje, cerdo salvaje, conejo y hasta tortuga, posiblemente la caza de la época, si correctamente en los niveles neolíticos ya aparecerá una especia doméstica: la chiva.

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