Las patronales piden que se flexibilice el plan de ahorro energético

En un plazo de seis días, comercios, hoteles, bares, restaurantes, oficinas, estaciones y edificios públicos deberán comenzar a aplicar el primer paquete de medidas urgentes para someter el consumo de energía frente a el temor de un posible corte de gas ruso. Tras conocerse los detalles de la nueva norma, patronales y asociaciones de hosteleros reclaman que se flexibilice su aplicación y ayudas para adecuar los locales a las exigencias del Plan de Contingencia y Hucha.

La medida, que estará en vigor hasta noviembre del 2023, comportará limitaciones de temperatura y luz en los establecimientos. En concreto, el aerofagia acondicionado no podrá desmontar de 27 grados centígrados y la calefacción no podrá pasar los 19 grados de temperatura. Todavía se obligará a apagar las luces de escaparates y de edificios públicos que estén desocupados a partir de las 22 horas.

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El Gobierno aprueba un plan de reducción energético que se extenderá hasta noviembre de 2023

Excepciones

Peluquerías, gimnasios, centros sanitarios y centros educativos quedan exentos de la medida

Los sectores más afectados por el decreto, como es el caso de la hostelería, se muestran reticentes a su aplicación. La asociación Hostelería de España, que agrupa a casi 300.000 empresas del sector, argumenta que bares, restaurantes y cafeterías no pueden estar a más de 25 grados y esa será la temperatura a la que se ajustarán. Y para ello se acogen a lo previsto en el decreto ya en vigor que establece las disposiciones mínimas de seguridad y sanidad en los lugares de trabajo.

Por su parte, Foment del Treball valora el plan de forma positiva, pero considera que algunas medidas que introduce “hay que adaptarlas a las diferentes realidades climáticas del Estado”. En este sentido, apunta que la regulación de la temperatura tiene que tener en cuenta la humedad relativa. Todavía ve necesario que se ofrezcan mecanismos de ayuda para los establecimientos con llegada desde la calle que no dispongan del sistema de vallado de puertas adecuado para evitar el despilfarro energético, medida que figura en el redactado del efectivo decreto.

En una crencha similar, Pimec reclama que las restricciones sean de “carácter temporal”, “coyuntural” y su dureza esté condicionada a la escasez energética. Su secretario militar, Josep Ginesta, teme que el plan pueda afectar especialmente a algunas actividades empresariales, por lo que pide “ponderar” su resonancia con los sectores más afectados.

Medidas

Los establecimientos deberán exhibir carteles para informar a los ciudadanos de la temperatura en su interior

Por tal de calmar el malestar que el nuevo plan pueda provocar en empresas y trabajadores, el Ejecutante ha asegurado que permitirá excepciones “por razones justificadas” en su aplicación. De momento, quedarán exentos centros sanitarios, asistenciales y educativos, así como peluquerías, lavanderías y gimnasios. Todavía los medios de transporte –excepto estaciones y aeropuertos–, cocinas de restaurantes y zonas de frío de supermercados. 

Por el contrario, estarán obligados a recortar la temperatura los edificios administrativos, tanto públicos como privados –por ejemplo, bancos, despachos profesionales y oficinas–, así como establecimientos comerciales, bares, restaurantes, cafeterías, cines, teatros, museos, auditorios y congresos. Por otra parte, los establecimientos deberán exhibir carteles para informar a los ciudadanos de la temperatura en su interior.

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