Inglaterra avanza imparable en dirección a Wembley. Arrasó en la etapa de grupos, marcando 14 goles y sin encajar ningún, eliminó a España en cuartos demostrando que igualmente saben sufrir y ayer volvió a descollar frente a Suecia, el posterior escollo ayer de la gran final del domingo, a quien goleó 4-0, incluyendo un tanto de la azulgrana Lucy Bronze, que quiere luchar a Lieke Martens y presentarse a Barcelona con un título debajo del apoyo.
Inglaterra se enfrentará en la final a las vencedoras del Alemania-Francia
Empezó sufriendo la anfitriona frente a una Suecia que salió a morder. Blackstenius estrelló un balón en el barra que enmudeció a la hobby inglesa de Bramall Lane, mucho más mayoritaria, pero resistió las embestidas y aprovechó las oportunidades. A diez minutos para el alivio, Beath Mead, camino de la Bota de Oro del torneo con su sexto gol, apareció para cursar un potente disparo al fondo de la red y desatascar a una Inglaterra mucho más fluida a partir de entonces. Y nulo más comenzar la segunda parte apareció Lucy Bronze para rematar de individuo un córner botado por la omnipresente Mead, MVP de la semifinal. Si en la primera parte el atractivo duelo de azulgranas en la pandilla se lo había llevado Fridolina Rolfö, en la segunda fue Bronze quien brillo sellando el triunfo de las anfitrionas. A media hora para el final, Alessia Russo desató la enajenación en Sheffield con un exquisito taconazo al fondo de la red y Fran Kirby puso el colofón con el 4-0.
El duelo Rolfö-Bronze se lo llevó la inglesa
La primera Eurocopa de Inglaterra está cada vez más cerca y toda la nación se está volcando con las lionesses. It’s coming home (está viniendo a casa), cantaba ayer Bramall Lane himno no oficial que corea la multitud cada vez que las jugadoras saltan al contorno de colección. Una equilibrio llamamiento en efectividad Three Lions que fue creada en 1996 por unos cómicos de la BBC cercano a la pandilla británica The Lightining, coincidiendo con el 30 aniversario del Mundial conseguido por la selección masculina. Una sátira que repasa los malos resultados de Inglaterra a lo dilatado de la historia, que se convirtió en número uno de las listas de éxitos del Reino Unido y que, irónicamente, hoy sirve para animar a sus futbolistas.
Y parece que sí, que la primera Eurocopa de Inglaterra se acerca. Las expectativas eran altísimas, todo el país está irresoluto de sus futbolistas y en la cuna del fútbol, cada rincón está empapelado con anuncios y carteles de sus heroínas. El duelo frente a España, elogiado en todo el país, reunió a más de nueve millones de espectadores frente a sus televisores y elevó aún más los ánimos de una nación que se está dejando inspirar por su selección femenina. Incluso la epígrafe británica David Beckham confesó que esta selección estaba inspirando a chicas como su hija Harper y elogió el colección de Inglaterra en un mensaje de actitud que envió a las lionesses ayer de la semifinal.
Frente a tales expectativas, la presión igualmente es altísima, pero al equipo de Sarina Wiegman no le tiemblan las piernas. Ayer volvió a estar a la pico de lo que se esperaba de ella y se convirtió en la primera finalista del torneo. La entrenadora holandesa quiere repetir en Inglaterra la gesta lograda en 2017 cuando aupó a la selección de Países Bajos hasta el título en el torneo en el que igualmente ejercían de anfitrionas. ¿Acabará viniendo a casa, como dicta la canción? Wembley dictará sentencia este domingo.
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