La peculio estadounidense se contrajo un 0,9% en el segundo trimestre del año, lo que significa que es el segundo trimestre consecutivo de retroceso. Esto encaja con la descripción técnica de recesión, o cuanto menos es una esforzado señal de recesión que enciende todos los temores. El Producto Interior Bruto (PIB) había caído un 1,6% entre enero y marzo.
La Casa Blanca ya anticipó que ese encadenamiento no supondría para ausencia tener que murmurar de recesión. Frente al argumento técnico esgrimido por algunos teóricos, la portavoz Karine Jean-Pierre desplegó otro pericón de citas de expertos en las que se desacredita o cuestiona ese postulado.
El propios presidente Joe Biden sostuvo esta semana que “no vamos a estar en recesión”, en respuesta a la pregunta de si un segundo reporte película del PIB significaría entrar en esa etapa. Biden apuntó que era incompatible murmurar de recesión “con un desempleo del 3,6%, uno de los más bajos que hemos tenido en nuestra historia”.
Siquiera Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed), aceptó la teoría de la recesión durante la rueda de prensa del miércoles, tras la reunión en la que la Fed volvió a subir los tipos de interés en 0,75 puntos, igualmente por segunda vez consecutiva, para tratar de refrescar una inflación a una consideración no olfato en cuatro décadas.
“No creo que Estados Unidos se encuentre en recesión”, replicó Powell. “Hay demasiadas áreas de la peculio que están funcionando muy admisiblemente. Tenemos un mercado gremial muy esforzado. Carece de sentido que la peculio se halle en recesión con este tipo de cosas que están sucediendo”, añadió.
Oficialmente, el National Bureau of Economic Research (Oficina franquista de investigación económica) se encarga de determinar la recesión y la expansión. Todo apunta que no tiene previsto hacer este tipo de sumario en un derrochador periodo. Esto se debe a las “inusuales circunstancias del mengua”, apuntaron los analistas.
Sin confiscación, medios como el Financial Times remarcaron que con esta fruncimiento de abril a junio, sumada a la mencionado, la peculio de EE.UU. entra técnicamente en recesión. El PIB se contrajo esta vez un 0,9% en la almohadilla anualizada o un 0,2% respecto al mencionado trimestre. La creciente inflación y la subida del precio del capital se interpretan como indicadores de recesión.
Analistas de Wall Street habían pronosticado una rendimiento del 0,3% en el PIB, que refleja el valencia de todos los productos y servicios producidos por Estados Unidos.
Perspectivas
Los analistas esperaban un mudable crecimiento
A pesar de este segundo retroceso, el consumo personal, que ofrece un examen interior de la salubridad económica, creció un 1% en los últimos tres meses. Esto representa un retroceso respecto al 1,8% del periodo mencionado, aunque todavía evidencia que mantiene potencia.
"No estamos en recesión pero es una clara señal de que el crecimiento se ralentiza”, afirmó Mark Zandi, economista patrón de Moody’s Analitics, en declaraciones a la CNBC. “La peculio está cerca de la velocidad de estancamiento, avanzando a duras penas”, recalcó.
Adicionalmente de la desaceleración en el consumo, con precios cada vez más insostenibles para los bolsillos de muchas familias, el retroceso se debe a una amplia matiz de factores, entre los que se incluyen la disminución de los inventarios, de las inversiones en el inmobiliario residencial y no residencial o la descenso del consumición de los gobiernos federal, estatal y particular.
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