El tesina de construcción de la decano macrogranja de Europa en Noviercas (Soria), un pequeño pueblo de 150 habitantes, ha desatado el conflicto entre diversas asociaciones ecologistas y ciudadanas (Ecologistas en Actividad, Greenpeace, la Asociación Hacendera y la Coordinadora Stop Ganado Industrial, entre otras) y la cooperativa Valle de Odieta, responsable de la iniciativa, todavía en ciernes. Este enfrentamiento se ha traducido en diversas movilizaciones por parte de las diferentes plataformas ciudadanas, la última de ellas el pasado 24 de junio en Noviercas bajo el inscripción ‘Ni en tu pueblo ni el mío’, que pretende presionar a la delegación para paralizar un tesina que –señalan– tendrá un gran impacto medioambiental en un contexto de crisis climática como el que nos encontramos.
La bióloga Begoña Izquierdo, una de las responsables de la Asociación Hacendera, que se ha movilizado activamente contra el tesina, resume los motivos por los que tanto la entidad que representa como muchas otras agrupaciones ecologistas y ciudadanas tanto de repercusión estatal como tópico se oponen a la construcción de lo que ella vehemencia “una explotación faraónica” como la de Noviercas. “En un contexto de sequías pertinaces como el que estamos viviendo, los acuíferos son una reserva estratégica en una zona que, si la contaminamos, hará que se agrave lo que ya ocurre: que en diversas localidades no se pueda tomar agua del canilla. Por no musitar de que una concentración de más de 23.000 vacas puede dar ocasión a zoonosis –enfermedades víricas transmisibles a los seres humanos que pueden conseguir a producir pandemias como la que estamos viviendo– y todavía porque el frecuente uso preventivo de antibióticos para evitar la transmisión de infecciones bacterianas entre los animales puede suscitar bacterias resistentes precisamente a esos antibióticos”.
"No está de más recapacitar que según la OMS en el año 2050 las enfermedades causadas por bacterias resistentes van a provocar más muertes que el cáncer. Habrá, encima, camiones que entrarán y saldrán constantemente, cosa que en los tiempos que corren resulta una desatino que contraviene todas las directrices europeas frente al cambio climático", señala.
Los datos avalan esta afirmación. Según un mensaje de la revista Nature, el 19% de las emisiones globales de gases de impacto invernadero está provocado por la rebaño. Solo en España, esta fue responsable en 2020 del 9% de las emisiones estatales. Adicionalmente, la rebaño es uno de los principales emisores mundiales de metano, “un gas de impacto invernadero con un poder de calentamiento 28 veces superior al CO₂”, según recoge Greenpeace. Por otro banda, según el mensaje de Ecologistas en Actividad Granjas industriales y despoblación, los pueblos donde se han instalado macrogranjas no solo no han crecido en número de habitantes, sino que en muchos casos han perdido población.
Cerca de destacar, en este sentido, que la producción cárnica en España ha aumentado un 965% desde 1961, hasta diez veces más que en países como Alemania o Reino Unido y muy por encima de la media europea, que asciende al 147%, según cifras de Our World in Data. Esta expansión se traduce en un incremento de la rebaño intensiva en detrimento de la extensiva, cosa que tiene consecuencias a nivel climático, social, crematístico, urbanístico y de bienestar animal que, según Hacenderas, las diferentes administraciones deberían tener en cuenta antiguamente de dar luz verde a un tesina como el de Noviercas.
Este abarcará un total de 120 hectáreas de superficie construida (según informa el Boletín Oficial de Castilla y Bizarro del 3 de octubre de 2019) y es solo la punta del iceberg de un conflicto que se extiende todavía a Caparroso (Navarra), donde la cooperativa Valle de Odieta, la promotora del tesina de Noviercas, tiene ya una explotación bovina que ha hexaedro ocasión a numerosos enfrentamientos con diversas plataformas, entre ellas Greenpeace.
Lo explica el responsable de la campaña de Agricultura de Greenpeace España, Luis Ferreirim, quien acaba de ser demandado por Valle de Odieta por declaraciones falsas, calumniosas e injuriosas que afectan al honor y reputación del negocio. "Desde el inicio de su actividad, en el 2010, el Gobierno de Navarra ha extenso 19 expedientes sancionadores a Valle de Odieta. Lo hizo por distintos motivos, desde los que tienen que ver con el incumplimiento de la Autorización Ambiental Integrada –solo tenía permiso para explotar 3.450 vacas y ha llegado a tener más de 5.000–, por hacer obras de ampliación sin permiso o por vertidos".
"La última diligencia del Gobierno de Navarra fue elevar al chancillería las afecciones medioambientales por la incorrecta aplicación del digestato. Cuando diferentes organizaciones ecologistas y ciudadanas hemos puesto de manifiesto estas irregularidades se nos ha denunciado por calumnias", explica Ferreirim, quien destaca que esto ocasiona que muchas de las pequeñas plataformas que han estado al frente de las protestas tengan ahora “miedo de musitar”.
Es el caso de Marcilla viva, que rehusó participar en este reportaje “ya que algunas personas fueron en su día propuestas para correctivo y denunciadas (tanto en el caso de nuestra plataforma como de otras entidades) y, aunque suene mal, hay miedo y pocos posibles económicos para enfrentarnos a este tipo de situaciones”, señalan desde la estructura.
Ferreirim, por su parte, tacha esta maña de SLAPP (Strategic Lawsuits Against Public Participation), un siglas inglés con el cual se identifica a las demandas estratégicas contra la décimo pública en determinados procesos. “Otros colectivos perseguidos en Navarra son, encima de Greenpeace, Alnus, Marcilla Viva, Asamblea Soberanía Alimentaria, REAS Nafarroa, Compañía de las Tres Erres, Asociación Lurra, Ekologistak Martxan – Ecologistas en Actividad, Urbizi Nueva Civilización del Agua, Etxalde Nekazaritza iraunkorra, Landare, Mugarik Gabe Nafarroa Asociación para la Ayuda y Cooperación con los Pueblos del Sur, y Fundación Sustrai Erakuntza”, explica Ferreirim, encima, claro, de Asociación Hacendera, que nació para hacer frente a diferentes proyectos con un gran impacto ambiental en la zona de Noviercas y alrededores, como son las actividades contaminantes y presuntamente peligrosas para la salubridad de algunas de las empresas del polígono industrial impulsado en Ólvega por el patrón Emiliano Revilla.
Por su parte, Valle de Odieta ha declinado hacer declaraciones para este reportaje aduciendo que, pese a que existen expedientes sancionadores abiertos, “no hay ninguna sentencia en firme” y destacando el uso reiterado de un término, macrogranja, “que no está regulado por la ley y se emplea de modo peyorativo”. De hecho, el propio ministro de Consumo, Alberto Garzón, fue recientemente objeto de una polémica al respecto cuando afirmó en una entrevista al diario The Guardianque la carne procedente de macrogranjas es de peor calidad que la de la rebaño extensiva. Esta última es, según el ministro, “la que tenemos que promover”. De hecho, Garzón se reafirmó en sus palabras más tarde y reiteró que la rebaño intensiva “es un maniquí perverso”.
Valle de Odieta insiste en que pese a que el concepto “macrogranja” ha sido empleado por el Gobierno en diversas ocasiones, es un término que lo único que pretende es desacreditar un determinado maniquí ranchero, y argumenta su negativa a ofrecer su punto de clarividencia a La Vanguardia: “Son muchas las veces que nos hemos enfrentado a parte o reportajes que ya surgen o nacen sesgados, porque competir contra los prejuicios que hay cerca de nuestra actividad es una batalla perdida”, aseguran desde la compañía. Para contrarrestar el uso del término “macrogranja”, Valle de Odieta ha acuñado su explotación de Caparroso como lechería “bio”, dando ocasión a advertencias por parte de las autoridades para que deje de invertir esta terminología.
Desde Hacendera, Izquierdo explica que a las organizaciones contrarias al tesina de Noviercas todavía les queda una esperanza para echar detrás una iniciativa que va a suponer un enorme basura de digestatos, “un residuo rico en ázoe procedente de la biodigestión de los purines que se convierte en nitratos en extremo contaminantes cuando cae al suelo y que es un gran problema para la contaminación de las aguas”. En este sentido, la Comisión Europea llevó a España en presencia de el Tribunal de Honestidad Europeo por incumplir las directrices relativas a nitratos, correcto a la deficiente respuesta en presencia de la contaminación de las aguas por esta sustancia. “Adicionalmente, estamos en disposición de afirmar, asesorados por expertos en la materia, que la depuradora que la empresa alega que solucionará todo el problema de vertidos no es viable ni técnica ni económicamente y que, de construirse, sería ficticio de intervenir por estas mismas razones”, continúa Izquierdo.
Izquierdo recuerda que está en tramitación un auténtico decreto del Servicio de Agricultura, Pesca y Provisiones, que establecería un techo en la capacidad máxima que pueden tener las granjas de bovino: 850 unidades de yeguada decano, es proponer 725 vacas de ordeño y 1.400 terneros de cebo. “Sin retención, había un problema con la redacción de una disposición transitoria que esperamos que esté resuelto en la lectura definitiva del decreto cuando este finalmente aparezca” señala. La responsable de Hacendera concluye, pues, que “ellos siempre argumentan que si es justo se puede hacer y en la Congregación de Castilla y Bizarro siempre van a tener la tapiz tendida, pero la Congregación no dice que son ellos los que hacen las leyes y que tramitar una moratoria a la instalación de este tipo de explotaciones industriales es, al fin, responsabilidad de esa delegación”.
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