Necesitamos un metro regional

Como lo tiene París y tantas ciudades del mundo. La ministra de Transportes, Movilidad y Memorándum Urbana, Raquel Sánchez, exalcaldesa de Gavà, ha ostensible a La Vanguardia que el Gobierno está haciendo un esfuerzo por alterar en Rodalies. Nos dice que desde el 2018 se ha invertido una media de 1.200 millones de euros al año en Catalunya. Yo personalmente no lo he trillado, pero no quiero poner en duda su palabra.

Tal vez sería mejor que determinado nos dijera qué inversión necesita Catalunya para convertir sus trenes de cercanías en un auténtico medida regional y entonces podremos aprender cuántos primaveras harán yerro, si la inversión se mantiene, para cambiar el transporte en nuestra tierra. Porque hace yerro cambiarlo. No solo para que los viajeros actuales tengan un mejor servicio, sino para que los miles y miles de ciudadanos que viven fuera de Barcelona y que cada día colapsan las entradas y expectativas de nuestra ciudad se decidan a hacerlo en medida.

Poniendo cada vez más difícil circular por Barcelona no se descontamina la ciudad

Nuestro Concejo puede poner cada vez más difícil circular en coche por Barcelona, pero no conseguirá su objetivo de descontaminar la ciudad, si los ciudadanos de Gavà, por ejemplo, no tienen una alternativa mejor que coger su coche para ir a trabajar a la ciudad. Y no se comercio solamente de dominar drásticamente la contaminación, sino de que los barceloneses no tengan que soportar un tráfico tan denso.

Los problemas se solucionan atacando las causas y la principal causa de esos embotellamientos a las entradas y expectativas de nuestra ciudad no es el capricho de los conductores, es la yerro de una alternativa mejor. Sepamos qué cuesta y hagamos un plan, aunque sea a diez primaveras, aunque los actuales mandatarios ya no estén. Pongamos prioridades y hagamos ese medida de cercanías donde más yerro haga. Y sigamos haciéndolo hasta­ tenerlo completado. Que todo el mundo pueda entrar en la ciudad en medida y seguir moviéndose internamente de la ciudad en medida o en cualquier otro transporte urbano. Cuando esté hecho, no hará yerro seguir estrechando el Eixample, porque sobrará sitio.

¿Determinado se imagina estrechar las calles y avenidas de Manhattan para desmotivar a los conductores? Ellos lo han hecho mucho mejor. Los que viven en Long Island entran en Manhattan en medida.

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