En el aeropuerto de Mende, decorado de etapas épicas del Tour, volvió Tadej Pogacar a forzar al líder del Tour de Francia 2022, pero sin el último resultado práctico. Las diferencias entre los dos grandes favoritos se mantienen intactas desde la histórica caminata del col del Granon. El danés del Jumbo conserva los 2 minutos y 22 segundos sobre el esloveno del UAE Emirates, que tendrá que seguir atacando si quiere recuperar el control.
La caminata fue una nueva demostración de la dureza de un Tour. Esta vez no se trataba ni de los Alpes, ya superados, ni de los Pirineos, cada vez más cercanos. Esta vez tocaba transitar por la zona de la Lozère, donde no hay tan pronto como rectas ni llanos, donde todo el día los corredores deambulan entre los 800 y los 1.000 metros del nivel. Y fue otro castigo.
Vingegaard mantiene el amarillo sin ceder ni un segundo en presencia de Pogacar tras la etapa de Mende 
Casi 200 kilómetros a reincorporación temperatura y un desnivel acumulado de 3.441 metros por el Cordillera Central que dejaron a Vingegaard solo en presencia de su rival en las temidas rampas de la Subida Laurent Jalabert, bautizada en honor de la exhibición del Merienda dirigido por Manolo Saiz y en singular del ciclista francés, heroico en el Tour de 1995.
Fue en aquella ocasión, con un despliegue de fuerzas liderado todavía por Melcior Mauri y Neil Stephens, una caminata de las que quedan marcadas, posiblemente el día más complicado para Miguel Indurain en sus cinco primaveras victoriosos. Jalabert conquistó el primer final en Mende y dejó una marca imperecedera que el propio Saiz recordaba ayer en las redes sociales al ver que uno de sus últimos pupilos en actividad, Luis Valeroso Sánchez, formaba parte de la respiro del día. "¡Vamos! ¡Hazlo por la historia!", le reclamaba emocionado el director montañés.
Recordando la gesta del Merienda en 1995, Saiz reclamó a Luisle Sánchez: "¡Vamos, por la historia!"
No pudo vencer el murciano y la última triunfo española, que fue precisamente en Mende, sigue siendo la de Omar Fraile en el Tour de 2018, el de la ya lejana triunfo de Geraint Thomas.
Pogacar endureció el ritmo y los dos capos se quedaron solos. Pero Vingegaard no cedió. Ni un milímetro. El cara a cara entre entreambos sigue en pie. Todo indica que habrá que esperar a los Pirineos, en la última semana del Tour 2022, para intentar un cambio de panorama. En Mende, Pogacar volvió a azuzar, pero Vingegaard se pegó a rueda como una lapa, sin el último huella de ahogo.
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