Existen tantas opciones de vestirnos e ir a la moda y son tan cambiantes que a veces tenemos dificultades a la hora de designar. Por dos motivos: porque son muchas las posibilidades y porque dudamos de que se adapten a nuestro carácter y personalidad. A veces, esta circunstancia puede bloquearnos y causar indecisión; pero todavía puede suceder que acabemos eligiendo lo que no nos conviene.
¿Debes, pues, seguir la moda al ganancia de tu personalidad? Por supuesto que no, porque te sientes adecuadamente cuando tu aspecto es impecable y no siempre se consigue queriendo ir a la moda a toda costa. La secreto está en mantenerte fiel a quien tú eres, a tu verdadera personalidad a tu estilo.
Estar al día
Es importante averiguar una fuente de inspiración y fijarse en las personas que uno admira, pero sin querer copiarlas
Es importante averiguar una fuente de inspiración. Algún tipo de ropa que te guste o de personas a las que admires por su buen gracia, pero teniendo en cuenta que inspirarse en ellos no es copiarlos. Los accesorios son importantes y puede marcar las diferencias. Deben ser pocos, pero notables; nunca conviene exagerar con ellos, porque menos, siempre es más.
La ropa no debe ser ni extenso ni pequeña, porque cuando no te queda adecuadamente cambian las proporciones visuales de tu cuerpo y hace que tu aspecto resulte descuidado. Adicionalmente, es importante cuidar los colores, de guisa que se produzca un equilibro entre los que te gustan y los que más te favorecen, que a veces no son los mismos. En definitiva, hay que memorizar arriesgar e ir cambiando de opciones, hasta encontrar aquellas que refuerzan tu personalidad, que siempre dice mucho de ti.





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