¿Es verdad que los gatos odian el agua? (y cómo lograr bañarlos)

Cada vez que algún “se lleva el astuto al agua” es que ha conseguido una conquista o un logro en una competición o empresa difíciles. Porque en nuestro imaginario colectivo, (casi) desde que el mundo es mundo, los gatos son acérrimos enemigos del momento baño.

“Es que meter a Leo en la ducha es ficticio; se agarra con las uñas a la mampara, al suelo, a mí, es como si los luceros se le salieran de las órbitas y empieza a mayar desesperado”, cuenta Ana.

Lo mismo le sucede a María con su gata Neu, así que ambas han dejado por ficticio ofrecer un aseo a fondo a sus gatitos: “Total, es frecuente, es una gata y no soporta el agua. Adicionalmente, ya se limpia ella a lametones”, asevera María, resignada. Pero en este artículo te vamos a descubrir que falta más acullá de la ingenuidad, que gato-agua no es, en invariable, un binomio ficticio, sino más perfectamente un mito. Y te daremos unos consejos para acostumbrar a tu minino a un buen baño en aquellos casos en que sea necesario. 

¿Es verdad que a los gatos no les gusta el agua?

“El mito de que los gatos odian el agua no es cierto. A muchos gatos les encanta el agua y les fogata muchísimo la atención”, explica Laia Salvador, experta en conducta felina. “De hecho, muchos juegan con ella en su poza, o les encanta pescar cosas en algún recipiente con agua. Incluso en la naturaleza hay felinos que son grandes nadadores que cazan peces para alimentarse. El problema es que muchos gatos domésticos, durante sus primeros meses (e incluso abriles) de vida, no tienen contacto con el agua más que para refrescar. Y de la experiencia del baño, mejor ni hablamos”, reflexiona la adiestradora. 

Los gatos emplean hasta un cuarto de su tiempo en lamerse para limpiarse y refrescarse

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Los gatos y su propia rutina de aseo

Es cierto que los gatos se asean solos. Para ello, cuentan con una magnífica útil natural, su popular y “áspera” argot. Gracias a esa textura, originada por un sistema de papilas gustativas en forma de cono y orientadas en torno a detrás, los gatos pueden quitar con facilidad el pelo o las plumas de sus presas y quitar y cepillar su pelaje de parásitos, pelo suelto o suciedad. Una función esencia de aseo de la argot de los gatos que corroboró en 2018 un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. 

Por otra parte, los gatos emplean hasta un cuarto de su tiempo en lamerse, adicionalmente de para limpiarse, para refrescarse, ya que con cada lamida, la argot deposita cerca del 50% de la saliva en el pelaje para refrescarse y regular la temperatura corporal. Por estas razones, en términos generales, no es estrictamente necesario bañarlos.

Gracias a la textura de su argot, con papilas gustativas en forma de cono,
los gatos pueden quitar y cepillar su pelaje de parásitos, pelo suelto o suciedad

Posibles razones por las que tu astuto necesite un baño

Sin requisa, podría suceder que, en algunos casos, sí necesitemos meter a nuestro minino en la bañera. Por ejemplo:

• Si se ha metido en un escondrijo y se ha llenado de comedón.
• Si se ha ensuciado, asimismo por meterse debajo del coche o hacer alguna trastada en la cocina.
• Si padece alguna enfermedad o infección cutánea que requiera de higiene con agua y un champú específico, como la tiña.
• Si tiene una invasión de pulgas.
• Si ha dejado de lamerse, por un problema de lozanía que limite su movimiento.
• Si está acalorado, por ejemplo, al alucinar en coche en verano.

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“Y para que esa experiencia no le resulte un trauma es recomendable habituarlo desde muy mancebo al baño, para que, llegado el caso, el momento sea lo más tolerable posible”, recomienda Laia.

Consejos para habituar a tu astuto al baño

La cuestión, como en casi todos los órdenes de la vida y más en el caso de los animales, está en el traje. “Si no hemos hecho un correcto trabajo con el astuto a su existencia temprana de adaptación a todo lo que supone bañarlo (manipularlo, mojarlo, enjabonarlo, secarlo con toalla o secador, etc…) no será una experiencia positiva para él y lo pasará verdaderamente mal. Por esa razón, uno de nuestros objetivos debería ser preparar a nuestros gatitos para afrontar de la mejor forma los escenarios que pudieran presentarse en el futuro”, apunta Salvador.  

¿Cómo podemos, entonces, iniciar una buena relación entre nuestro astuto y el agua? Nuestra experta en conducta felina nos da los siguientes consejos: 

Si tu astuto es un hijuelo:1

Primero deberemos presentarle los materiales: la bañera, el agua, la toalla y el secador. Y, sin usarlos, le daremos comida rica. 

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A posteriori, comenzaremos con el proceso del baño de forma fraccionada, premiándolo en cada parte: cuando entre en la ducha, al salir, al dejarse apergaminarse... Es muy importante dedicarle el tiempo suficiente a cada paso. Debemos consolidar perfectamente el trabajo y, ayer de avanzar, asegurarnos de que nuestro astuto está gestionando la situación correctamente. Por eso no es recomendable hacer todos los pasos en el mismo día, sino gradualmente.

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Poco a poco se pueden ir juntando los pasos hasta alcanzar a bañarlo del empujón y premiar solo al final. Es mejor que el astuto se quede con ganas de más a que se agobie y no quiera repetir la próxima vez, explica Laia: “No debemos tener prisa y acabaremos cada paso en el mejor momento. Si lo hacemos perfectamente, lentamente, iremos alargando y complicando los pasos, sin que el astuto se dé cuenta, hasta alcanzar al baño”.

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Es importante permanecer una rutina de baño una vez el astuto se haya habituado, porque, en caso contrario, corremos el peligro de perder los avances conseguidos. No es necesario bañar al astuto todos los días, pero si pasa mucho tiempo, cuando tengamos que bañarlo otra vez, lo pasará mal igualmente. “Si hemos mantenido el trabajo, el gatito ya estará habituado al baño, así que no tendrá problemas si en algún momento necesitáramos bañarlo por cualquier motivo”, comenta la experta.

Si tardamos meses en retornar a bañar a nuestro astuto, cuando necesitemos meterlo en la bañera, lo volverá a suceder mal: el traje es importante

Si el astuto es un adulto:1

Deberemos iniciar el mismo proceso de asociaciones positivas con la comida, pero con muchísima más paciencia y haciendo un trabajo más progresivo.

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Nunca hay que alcanzar al momento en que el astuto arañe, aplane las orejas, se dilaten sus pupilas, se erice, bufe, maúlle, muerda, escape, se resista o se asuste en el momento del aseo. Esas son las señales de alerta con las que el astuto nos dice que lo está pasando mal. No se comercio de forzarlo, sino de prepararlo con paciencia y empatía para las futuras experiencias que puedan venir. “El objetivo a conseguir es, simplemente, que no sea un problema para él y no lo pase mal si en algún momento necesitamos bañarlo”, recuerda la experta en conducta felina.

Durante el momento del baño, recuerda que la prioridad es el bienestar de tu minino. Para ello, Laia Salvador recomienda colocar una felpudo para que sus patas no se resbalen con el suelo de la bañera y esté lo más cómodo posible. Adicionalmente, debes regular perfectamente la temperatura y la presión del agua y tener cuidado para que el zalamería no se le meta en el interior de las orejas o los luceros.

Y en épocas de calor…

Con altas temperaturas, como en verano, “es importante que, pese a que no tenga buena relación con el agua, refresquemos a nuestro astuto. Una buena posibilidad puede ser mojar sus almohadillas, sus axilas, la tripa y el hocico. Incluso podemos ponerle camas frías (esterillas refrigerantes) o juguetes interactivos, con comida congelada en su interior. Aún así, ¡un remojón perfectamente fresquito nunca viene mal!”, concluye Laia Salvador.

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Adicionalmente, debemos atender que la temperatura ámbito sea de unos 23 grados si usamos flato acondicionado o que la casa esté ventilada, en caso contrario. Otra forma de familiarizar a nuestro astuto con el agua es ponerle pelotitas u otros juguetes en un recipiente con agua, para que, sin al punto que darse cuenta, se vaya mojando las patitas mientras juega. Si piensas que puede estar sufriendo un leñazo de calor, acude inmediatamente a tu veterinario.

Al final, siguiendo estos consejos, aplicando el sentido popular y armándonos de mucha paciencia, pero sobre todo, entendiendo que cada astuto es un mundo, lograremos que la experiencia del baño, en caso de que lo necesite, sea lo más positiva posible para nuestro amigo y asimismo para nosotros.

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La vida en compañía de tu astuto es mucho mejor, y queremos ayudarte a vigorizar ese vínculo tan único que os une. Por eso, te ofrecemos consejos que te servirán para entenderle mejor y crear un estilo popular.

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