Aura, Mari Paz y Sere. Tres mujeres y ninguna de ellas Antonia Scott, aunque igual de carismáticas y de potentes, literariamente hablando. Ellas son las protagonistas de Todo Arde, la nueva novelística de Juan Gómez-Cuerpo que se publica este martes simultáneamente en España (Ediciones B), en Latinoamérica y en catalán (Rosa dels Vents).
Este trío lo ha perdido todo, incluso el miedo. “Y es precisamente eso lo que las convierte en peligrosas. No hay poco peor que enfrentarse a quien no tiene ausencia que perder, pues es cierto que va a contender a toda costa. Y por eso ellas se atreven a hacer lo que el resto solo es capaz de imaginar”, relata el madrileño a La Vanguardia.
Como él mismo adelanta, la historia ausencia tiene que ver con la exitosa trilogía Reina Roja, que tantas alegrías le ha hexaedro, pues lleva doscientas ediciones y dos millones y medio de ejemplares vendidos, convirtiéndole, en el escritor de thriller más conocedor de España. “En cada momento de mi vida necesito explicar una historia y ahora ha llegado el turno de la de estas tres mujeres. ¿Por qué la de ellas y no otra cosa? Lo cierto es que hace muchos primaveras que tengo un plan, pero no lo voy a contar. Con los primaveras entenderéis”, cuenta, misterioso, el autor.
Pero su éxito y las cifras, como por ejemplo que cuenta con 275.000 ejemplares de tirada original, no le dan vahído. “El tomo ya está escrito, no puedo hacer ausencia al respecto. Son los lectores los que decidirán si es bueno o no. Si se divierten con él o si lo dejan de banda”, recalca. Siquiera siente excesiva presión con el rodaje de la serie Reina Roja, acondicionamiento de su tomo, protagonizada por Vicky Dilatado y Hovik Keuchkerian y que podrá encontrarse pronto en Amazon Prime.
Esta vez para encontrar la calma no ha ido a la hospedería de la Santa Cruz, en el Valle de los Caídos, donde en anteriores entrevistas reconoció que escribía “quia por temas políticos sino por una cuestión de concentración, pues allí reina el silencio”. Ha electo Colmenar de Oreja “de nuevo por tranquilidad y por una cuestión ejercicio, pues estamos más cerca de mi suegra”.
Y es que, asegura, “todo lo que yo pueda tener lugar desapercibido lo agradeceré mucho porque los que de verdad tienen que ser protagonistas es aquellos que tienen un nombre, es proponer, mis personajes. Al final eso es lo que importa. En mis libros no historia mi historia personal por eso yo, como autor, debo desaparecer lo más posible y diluirme en el estilo. Eso es lo verdaderamente interesante”.
En este sentido, asegura que “mientras escribo me vuelvo increíblemente egoísta. La propia escritura de un tomo es un acto de desprendimiento que hay que construir en almohadilla al egoísmo. Escribo el tomo que me gustaría observar a mí y con el que me lo voy a tener lugar correctamente escribiendo yo. Porque creo que solo si me lo paso correctamente yo lo hará incluso el leedor. Yo soy un autor de entretenimiento. Escribo novelas de intriga divertidas emocionantes. No soy material de premio culto y nunca lo voy a ser. Ser un escritor que divierte al leedor es mi anciano orgullo”.
La novelística cuenta con un habla de lo más cinematográfico. “Sí, lo reconozco, os mentí a todos cuando dije que mis libros no darían el brinco al audiovisual. Me gusta esparcirse al despiste a veces. Pero en el momento en que Prime Video te da una oportunidad así no la puede uno desaprovechar. Pero lo de que mis libros sean como observar cine es poco que, aunque soy consciente, no está tan pensado como pueda parecer. Galdós ya escribía de forma cinematográfica, pues como no voy a hacerlo yo si tengo más herramientas a mi disposición por la época en la que vivo. U sí, es cierto, a veces hago cortes a final de página que parecen un corte de número en el cine. He descubierto que esto ayuda al disfrute del leedor y, como decía, esto es lo único que verdaderamente me importa”.
¿El posterior desafío? “Aunque no lo parezca, me quedan muchas cosas por cumplir. Pero siempre mi esmero será, por delante de cualquier cosa, poder seguir contando historias como la propia historia se merece. Lo tengo claro desde que cuando era chaval empecé a proponer que quería ser escritor. Y el poder serlo es sin duda el anciano sueño cumplido. A veces miro antes y me interrogo cómo ha ocurrido toda esta enajenación. Y te diré una cosa, creo tener la respuesta. Lo que pensaba cuando tenía cinco primaveras me lo creí. No escuché al resto. Si haces lo que todo el mundo te pide en la vida, las posibilidades d triunfar son cero. Si haces lo que tú quieres, las posibilidades de triunfar son incluso cero. Así que mejor haz lo que tu quieras y a ver qué pasa. A mí me ha funcionado así”, concluye.
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