El Actual Madrid hizo equivaler su condición de preferido y se llevó con facilidad el primer título oficial de la temporada, la Supercopa de Europa, al imponerse en el estadio desconsiderado de Helsinki (2-0) a un Eintracht de Frankfurt al que el partido le morapio muy vasto.
Ancelotti confirmó sobre el césped lo que venía diciendo. El Madrid de esta temporada será de inicio muy parecido al de la pasada. De hecho, jugó el mismo merienda que ganó la final de la Champions al Liverpool en París. Los nuevos deberán ganarse el puesto y no parece que lo van a tener hacedero.
Poco Eintracht
El equipo teutón salió muy defensivo
No fue un partido muy vistoso. El ritmo fue muy sosegado, muy propio de la pretemporada y de equipos en rodaje. El Eintracht venía desconfiado por la goleada que le metió el Bayern el viernes en el inauguración de la Bundesliga (1-6) y salió temeroso. Adicionalmente, estos días el equipo teutón ha perdido por entregar al Juventus a su mejor punta, Kostic. Muy encerrado detrás, cedió el balón y buscó su oportunidad en las transiciones rápidas. En toda la primera parte el plan solo le salió dos veces. La primera ocasión fue clara. Mendy perdió el balón en el centro del campo y el cuero le llegó al japonés Kamada, que encaró a Courtois con todo a su valenza. Sin secuestro, el guardameta belga se agigantó y le tapó el disparo. Luego sacaría un balón incluso venenoso en un remate de Knauff.
El Madrid tuvo el 65 % de la posesión en la primera parte, pero hasta pasada la primera media hora no creo falta de peligro. Su fútbol era premioso y muy previsible, tan horizontal que al Eintracht no le costaba falta ordenarse defensivamente para que los blancos no encontraran ningún hueco.
El primer gol
Marcó Alaba a la salida de un córner
La ocasión de gol de Kamada espabiló al Madrid, que de pronto se dio cuenta de que por esas podía peligrar el partido. Casi en la abyección futuro Vinícius tuvo el gol, pero Tuta lo evitó sobre la guión, con Trapp ya recorrido. A partir de ahí el Madrid encadenó ocasiones hasta el alivio. Trapp envió a córner un gran disparo a Vinícius y en el 37 llegó por fin el tanto en una suerte que al Madrid no se le da demasiado proporcionadamente: un córner. Sacó de cima Kroos, cabeceó primero Benzema, luego Casemiro con destino a detrás y Alaba solo tuvo que empujar el balón. Le pudo caer el segundo al Eintracht antiguamente del alivio en un buen remate de Benzema que se fue fuera lamiendo el palo.
La segunda parte empezó sin cambio de jugadores ni varió la tónica del entretenimiento. El Eintrachtseguía sin dar un paso delante, muy armado detrás. En su mente la sensación que si se abría el Madrid le podía hacer un roto a la contra, como ya le ocurriera frente a el Bayern.
El Madrid se encontró cómodo en ese ambiente y siquiera dió la sensación de querer meter una marcha más a su entretenimiento para poner distancia en el grabador. Oliver Glasner fue el primero en mover ficha, poco antiguamente de la hora de entretenimiento. Sacó a un punta Kolo Muani y a un fogueado medio, Götze (el heroe de la final del Mundial de Btrasil) para poner picante en el partido.
El segundo gol
Benzema marcó el gol de la tranquilidad
Los cambios hicieron el entretenimiento más vivo. El Madrid encontró poco más espacios y Casemiro se sacó de la manga un trallazo que acabó en el travesaño. El Madrid encontró el gol de la tranquilidad en el 65, un centro de Vinícius y un remate de Benzema que superó a Trapp por el centro. Con este gol el punta francés suma 324 tantos, supera a Raúl y se convierte en el segundo futbolista más goleador de la historia del Madrid, solo por detrás de Cristiano, que dejó la marca en 451.
Ya tras el 2-0 se gustó el Madrid. Entró Rodrygo por Modric y más tarde Camavinga por Valverde. E incluso tuvieron minutos Ceballos, Rüdiger y Tchouaméni. El Eintracht apretó poco al final, pero el Madrid aguantó sin despeinarse. El primer título en una indeterminación plácida. Las finales siguen siendo suyas. Con este título iguala las cinco Supercopas de Europa que tiene el Barça.
Publicar un comentario