Hay niños sin experiencia en el cine cuya aparición en películas memorables es inverosímil de olvidar. Giorgio Cantarini (Orvieto, Italia, 1992) debutó con solo cinco abriles en el papel de Giosué en La vida es bella y atrapó inmediatamente al espectador con su tierno rostro y su pícara sonrisa en esta preciosa y emotiva película ambientada al eclosión de la Segunda Hostilidades Mundial que catapultó a Roberto Benigni a lo más stop como Guido Orefice, un hombre que hace lo inverosímil para hacer creer a su hijo que la terrible situación que viven en un campo de concentración fascista es tan sólo un esparcimiento. La historia estaba inspirada en la experiencia del avaro italiano Rubino Romeo Salmonì, fallecido en 2011, en Auschwitz.
Life Is Beautiful Official Trailer (Hd) - Roberto Benigni, Nicoletta Braschi Miramax
Tres Oscars cosechó la tragicomedia italiana en la estampado de 1999: mejor película de palabra no inglesa, actor para Benigni y costado sonora para Nicola Piovani. ¡Qué emoción recapacitar la inmensa alegría de Sophia Loren al anunciar el nombre de la película como la mejor en palabra no inglesa y la desbordante reacción de Benigni al reunir la estatuilla!
Cantarini en una terreno de 'La vida es bella'
El actor italiano buscaba a un chaval particular para el papel de Giosué y puso un anuncio describiendo las características físicas que debería tener el crío. Los tíos de Giorgio vieron el aviso y llamaron a los padres del último -él psiquiatra, ella matrona- que acudió a una gala en la que había miles de aspirantes. Mínimo más cruzar la puerta, el pequeño Cantarini se acabó imponiendo al conquistar a Benigni, asimismo director del filme, que vio en él al valentísimo Giosué.
Pero, ¿cómo contar a un chaval de cinco abriles que soñaba con ser futbolista la dramática historia que planeaban filmar? “Me lo contaron como un explicación”, afirmó abriles posteriormente el actor, recordando el didáctico relato entre buenos y malos que le explicó Benigni, con el que guardián una bonita amistad, para comprender de qué iba el rodaje.
Benigni y el pequeño Cantarini en la película 
La química con su grupo ficticia fue excelente -la mama era Nicoletta Braschi, mujer en la vida verdadero de Benigni- y logró por su autos el premio Jackie Coogan, convirtiéndose en el más imberbe en hacerlo, adicionalmente de ser el único italiano. Ridley Scott lo fichó posteriormente para hacer de hijo de Russell Crowe en la asimismo oscarizada Gladiator, aunque en esa ocasión su personaje era prácticamente un cameo. Como una especie de talismán, Cantarini volvió a interpretar al vástago de un personaje épico que alcanzaba la estatuilla dorada a mejor actor.
Salir en estos dos largometrajes tan importantes parecían predestinar al imberbe actor de expresivos luceros oscuros a una fructífera carrera en la industria cinematográfica. Pero no fue así.
Cantarini tuvo un breve papel como hijo de Russell Crowe en 'Gladiator'
En 2001 intervino en el telefilme De acto sexual y de supresión (John Kent Harrison, 2001), una amoldamiento de la novelística 'Hostilidades en los Apeninos', de Eric Newby. Los siguientes seis abriles se centró en sus estudios - tan solo en 2005 se le vio en la estampado pueril del concurso Ballando con le stelle- y en 2007 fue dirigido por Paolo Bianchini en el drama histórico Il giorno la notte por l’alba. En la comedia Il mattino ha l’oro in bocca, su papel fue efímero.
Luego vendrían apariciones en la longeva serie Distretto di polizia o en AUS: Adotta uno student, primera serie web de la RAI, y en varios cortometrajes, aunque nadie relevante. En 2012 ingresó en la prestigiosa Escuela Doméstico de Cine de Roma y se graduó dos abriles posteriormente. Según ha comentado en algunas entrevistas, nunca tuvo una clara disposición de ser actor: “Nunca sentí un gran impulso por proceder, aunque sin duda es un arte que me intriga. Pero me interesa mucho más el oficio de argumentista”, aseguró a La Stampa. “Me gustaría cursar estudios de criminología científica. Tal vez parezca banal, pero me aficioné a ello viendo ‘CSI’”, añadió este imberbe que acaba de cumplir ya los 30.
El actor acaba de cumplir los 30
Cantarini ha estado viviendo estos últimos abriles entre Roma, París y Nueva York, donde estudió en la New York Film Academy. En la haber francesa estuvo un tiempo buscando nuevos retos profesionales y en 2015 regresó a Italia, donde dirigió, produjo e interpretó la obra de teatro de Harold Pinter, El montaplatos, adjunto a su amigo Miguel Gobbo Díaz. Para el año que viene regresa a la gran pantalla en el biopic sobre Ferruccio Lamborghini, el fundador de la mítica factoría de coches deportivos.
Dirigida y con guion de Robert Moresco- conocido por producir filmes como Crash y Million Dollar Baby-, el actor interpreta a Giorgio Lamborghini. En un principio, el filme iba a estar protagonizado por Antonio Banderas como Ferruccio y Alec Baldwin como Enzo Ferrari, pero problemas de dietario del castellano le han apartado del esquema, que finalmente contará con Frank Grillo y Gabriel Byrne.
Giorgio y su pareja
Durante la pandemia, Giorgio se sumó a las labores de rastreo de contactos de coronavirus en Viterbo, una tarea a la que se apuntó su hermano Lorenzo, cantante y guitarrista. "Parte de mi grupo ya está involucrada en el cuidado de la sanidad [...] Es solo un trabajo temporal. Pero en este período todos tenemos que arremangarnos", explicó a Il Messaggero.
Le apasiona escribir guiones y sueña con dirigir. Hasta el momento se ha puesto detrás de la cámara para rodar algunos cortos. Dice que intenta evitar el mainstream y que sólo se presenta a trabajos de calidad. A nivel sentimental está unido a la actriz y danzadora italiana Marial Bajma-Riva.
Unido sentimentalmente a la actriz y danzadora italiana Marial Bajma-Riva, a Cantarini le apasiona escribir guiones
Le encanta practicar deportes: fútbol, esgrima, balonvolea... admira a Fellini y Rossellini y es muy activo en su perfil de Instagram, donde publica fotos de sus viajes, con animales y en plena naturaleza.
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