Los Mossos d’Esquadra cifran en más de una veintena las denuncias por pinchazos a mujeres en locales de ocio noctámbulo en Catalunya. Encima, recuerdan que la seguridad interiormente de los locales es competencia de las propias salas, pero aclaran que sí se están llevando a lugar controles en ciertas zonas. Las mismas fuentes policiales indican que, si no se detecta ningún vestigio de sumisión o exageración sexual, la investigación que se hace es la tradicional, como en el caso de un delito leve de lesiones.
Por su parte, la Policía Doméstico asegura que está habiendo una peculiar observancia sobre este engendro, pero no se ha desarrollado un dispositivo específico como tal, más allá del ya establecido asiduamente para el ocio noctámbulo.
Las discotecas identifican a aquellos que salen con una chica si creen que esta puede estar en peligro
El Tarea de Igualdad lleva meses preparando próximo a la ordenamiento España de Confusión un acuerdo basado en un protocolo esencial de prevención, con el objetivo de conseguir que el ocio noctámbulo esté sensibilizado con la violencia de índole.
Luis Diz, vocal de España de Confusión, explica que “en que el interior de las discotecas se están poniendo señalizaciones directas y de tipo ético en forma de cartelería”. Estas señales incluyen un código QR que redirecciona directamente a un número de teléfono operado las 24 horas por el Tarea de Igualdad, que atiende cada indicación y que en caso de ser necesario activa con anciano prontitud el protocolo.
“Con el tema de los pinchazos, hemos aumentado la vigilancia interiormente de las discotecas por parte del personal de la seguridad y además poniendo más cámaras con el objetivo de emplazar a los agresores”, asegura Diz.
Pero hay más. “Se ha poliedro orden de que si se ve salir de un nave a una chica fuera de una circunstancia ordinario con un hombre, hay que identificarle, si se resiste a hacerlo voluntariamente, se candela a la policía. Asimismo, si se encuentra en una situación inerme, no se la deja sola en ningún momento y procedemos a emplazar a las fuerzas de seguridad nacionales o municipales”, asegura el vocal de la ordenamiento.
Otra de las medidas que recoge este nuevo acuerdo contra la violencia de índole en el ocio noctámbulo es la implantación de puntos violetas tanto en el interior como si se alcahuetería de un acto al corriente librado. No obstante, se han poliedro casos donde estos puntos violetas no han atendido de forma correcta a las mujeres. “Estamos dialogando con el empleo para afirmar la formación del personal que vaya a estar en los puntos violetas”, concluye Luis Diz.
Sobre todas estas medidas, Beatriz valora que “todo el apoyo que haya en atención de la seguridad de las mujeres es bienvenido, pero una vez más se pone el foco en que la mujer sí o sí va a seguir siendo la víctima”. Encima, lamenta que no se haga hincapié en emplazar y detener a los agresores y siquiera en educar en materia de índole.
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