Otra gran obra en una carretera en la Comunitat Valenciana genera polémica por su afección sobre el patrimonio y el medio condición. A punto de finalizarse el tercer carril de la V-21, en la entrada boreal a València y que tuvo una esforzado competición ciudadana que acabó con cuatro personas detenidas (el llamado movimiento del Forn de Almacén), y con el inicio de los trabajos del bypass de Valencia, sigue avanzando la tramitación de la ampliación de la CV-60, en la comarca de La Safor.
Se comercio de un trazado de 7,12 kilómetros entre Palma de Gandia y Gandia para conectar la AP-7 y la N-332. La construcción proyectada es un talud elevado de cuatro carriles que en algunos puntos alcanzaría los 12 metros de consideración. Pasa por ocho municipios (Palma, Beniflà, Potries, la Font d'en Carròs, Rafelcofer, Beniarjó, Bellreguard y Almoines) y cuenta con un presupuesto de 66,4 millones de euros.
PSPV a valimiento; Compromís y Podem, en contra
Lo impulsó en julio de 2021 la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, que entonces dirigía Arcadi España (hoy su compañera del PSPV Rebeca Torró, tras los últimos cambios en el Govern del Botànic); era un esquema con más de 30 primaveras de decadencia. Las obras son defendidas por empresarios y por los socialistas, que lo ven un "eje esencia" para articular las comarcas centrales, dinamizarlas y evitar su despoblamiento. El viario, sin confiscación, es de al punto que siete kilómetros y enlaza poblaciones ya comunicadas por otras carreteras.
En cambio, el plan cuenta con el rechazo de sus socios del Botànic. La coordinadora de Podem, Pilar Escofina, visitó hace un año la zona y pidió la retirada del esquema; Compromís presentó alegaciones, en las que proponía la alternativa de dos enlaces más baratos y con un impacto ambiental mucho pequeño: uno a la AP7 desde la CV-680 en Beniarjó y otro desde la CV-680 a la N-332 por el cementerio de Gandia. De hecho, la alcaldesa de uno de los municipios afectados, Potries, Assumpta Domínguez, ha mostrado en varias ocasiones su rechazo a lo que tilda de "megaproyecto".
Ecologistas de la plataforma Per l'Horta de la Safor
La infraestructura asimismo cuenta con la competición ciudadana, que se ha organizado aproximadamente de la plataforma Per l'Horta de la Safor. Advierten de la pérdida de más de 600.000 metros cuadrados de huerta y de parte del patrimonio histórico "milenario" de la Safor; asimismo dejaría a varios pueblos de la zona "arrinconados entre carreteras".
Encima, alegan que "no alega a ninguna exigencia de la comarca" porque el viario es "paralelo a carreteras que ya existen". "No hay ningún documentación que justifique la autovía por razones de fluidez. Hay un exceso de carreteras en la comarca, lo que no hay es transporte conocido", sostienen los ecologistas.
El contemporáneo trayecto se cubre en 7 minutos y 31 segundos, y con la nueva carretera se haría en 4 minutos y 41 segundos
Es más, han hecho sus cálculos de tiempo: con las carreteras actuales, el tramo que cubriría la ampliación proyectada se hace en 7 minutos y 31 segundos, mientras que con la nueva, se recorrería en 4 minutos y 41 segundos. Por consiguiente, la prolongación al punto que ahorraría 2 minutos y 50 segundos.
Por otro banda, cuestionan la consulta pública que ha habido del esquema: el año pasado se abrió la período de alegaciones en pleno julio -30 días para estudiar 1.756 páginas y 520 planos- y ahora la respuesta a las mismas se dio el pasado 1 de agosto, cuando muchos están de recreo.
Pese a ello, las ecologistas siguen movilizadas y el pasado miércoles hicieron una asamblea para seguir luchando por la huerta, trabajando con la opinión pública y haciendo "presión institucional" para señalar a los "responsables" de lo que consideran "una irregularidad".
Tras la período de alegaciones, el esquema ahora debe aceptar una Testimonio de Impacto Ambiental (DIA) benévolo para continuar su curso. Esta depende de la Conselleria de Medio Esfera, que dirige Mireia Mollà, de Compromís, partido que ha manifestado su competición a la nueva carretera.
Alegaciones asimismo de ayuntamientos socialistas
Flama la atención que en la período de alegaciones se han presentado muchas para mostrar su apoyo, la mayoría del tejido empresarial; asimismo que algunos ayuntamientos gobernados por socialistas y que anteriomente no habían hecho conocido su rechazo, han presentado alegaciones contra el esquema: Beniarjó, Almoines y La Font.
El Consistorio de Beniarjó palabra del impacto y frontera visual del viario; el Consistorio de la Font d'En Carròs palabra de redimensionar la prolongación y evitar duplicidades, así como achicar el impacto visual; y el Consistorio de Almoines destaca que el esquema atraviesa huerta histórica de La Safor. Todas estas alegaciones han sido desestimadas.
Activistas contra la ampliación de la V-21 en València 
Por otro banda, sorprende la respuesta de la Conselleria a algunos ayuntamientos de la zona preocupados por el incremento de la contaminación atmosférica y acústica en sus municipios por la nueva carretera.
El tráfico crecerá por debajo del 1%, lo que refuerza el argumento de los ecologistas, que ven la carretera "innecesaria"
Explican que, "respecto al cambio climático" (sic), se ha realizado un Estudio de Tráfico que "concluye que teniendo en cuenta que se prevén unos crecimientos de tráfico por debajo del 1% anual, que se facilitarán las conexiones con la N-332 y la AP-7 y que el esquema no supondrá un desmejoramiento respecto a la situación registrada actualmente, se podría concluir que el aumento de los gases de impresión invernadero no será significativo respecto a la situación contemporáneo".
Para los ecologistas, esto viene a opinar que "si no hay exigencia actual, es innecesaria". Por consiguiente, creen que las respuestas a las alegaciones reflejan que "hay un interés político partidista y queda constancia que asimismo hay un interés privado-empresarial en ejecutar este negocio".
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