Un verano de récord de temperaturas. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el mes de julio de 2022 ha sido el segundo más caluroso en la Comunitat Valenciana desde 1950, con una temperatura media de 25.9 ºC. Pese a ello, los meses estivales algunos fortuna municipales recortan sus horarios y vecinos creen que no tienen en cuenta a quienes no quieren o no pueden -porque trabajan o porque no tienen dinero- irse de asueto. Es el caso de las piscinas y de las bibliotecas.
Hay un total de 16 piscinas cubiertas municipales en la ciudad de València, de las cuales en verano abre la centro: Fuente de San Luis, polideportivo Benimàmet, piscina de Natzaret, polideportivo El Carmen, polideportivo Rambleta, polideportivo J.A. Samaranch, polideportivo Malilla y Piscina València; paralelamente, se ponen en servicio las ocho descubiertas que hay: Benimàmet, piscina El Palmar, piscinas Parc de l'Oest, Benicalap, Castellar-L'Oliveral, Natzaret, Benimaclet y La Hípica.
Se cierran algunas piscinas cubiertas para hacer tareas de mantenimiento
Los horarios de cada una varían, pero entre semana no se puede aceptar al baño vacante en ninguna antiguamente de las 11h; alguna, como la piscina de la pedanía de Castellar-L'Oliveral, abre de lunes a viernes de 15h a 19h, poco que critican desde las asociaciones vecinales.
Desde el Junta de València explican que las primeras horas del día se reservan para los campus y cursillos y que cubiertas que cierran en verano alega a la requisito de rendir "la desestimación afluencia de usuarios, al 70%, para realizar acciones de mantenimiento y fregado que no se pueden hacer el resto del año".
Por otro banda, de la extensa red de bibliotecas municipales solo abren ocho en agosto en toda la ciudad y con un horario limitado: de lunes a viernes de 8:45h a 14:45h, por lo que todas cierran por las tardes.
Ni una cosa ni la otra son nuevas de este verano ni responsabilidad única del contemporáneo gobierno específico, ya que la situación ya se daba durante las dos décadas del PP en el poder; pero con las temperaturas cada vez más altas, la inflación, el precio de la energía, el hecho de que todo el mundo no se puede permitir escapar en presencia de la calor y que pocos tienen melodía acondicionado en sus casas, hace que estos horarios perjudiquen especialmente a las familias con menos fortuna.
Fuentes consultadas del Junta de València alegan que el horario de las bibliotecas es el que "se establece asiduamente en agosto, que es el mes en el que la mayoría del personal coge las asueto porque hay un descenso de actividad", y que es "el mismo procedimiento que el resto de bibliotecas, tanto autonómicas como de las universidades".
Los vecinos defienden que "no todo el mundo puede o quiere recorrer en verano"
El portavoz de la Asociación Municipal de Benimaclet, Paco Guardeño, recuerda que "bibliotecas y piscinas son equipamientos necesarios, incluso en verano, o especialmente en verano, y más este con un calor angustioso". "Año tras año vemos cómo equipamientos necesarios se infrautilizan con horarios ridículos, incompatibles con de una población trabajadora. ¿Por qué no pueden tener este servicio? Por poca familia que vaya, es un servicio social, no hay que mirar el plano financiero. Se repite año tras año, ", denuncia.
"No todo el mundo puede, o quiere, recorrer en verano. Hay a quienes su presupuesto se lo impide y hay quienes prefieren acontecer sus asueto en su casa. En entreambos casos la Agencia ha de velar porque los equipamientos existentes en la ciudad mantengan, o incluso amplíen, su proposición horaria. Es injusto castigar a la familia que se tiene que concluir en la ciudad", defiende Guardeño.
La presidenta de la Agrupación de Asociaciones de Vecinos de València, María José Broseta, ve "deductivo y ordinario que en agosto se reduzcan determinados servicios", pero recuerda que esta ciudad tiene casi 800.000 vecinos y vecinas y pide que se "ajusten más a la existencia". "Las franjas horarias son conveniente reducidas, deberían dilatarlas más, sobre todo en verano y en primaveras como este, en que el calor es asfixiante", sostiene.
Respecto al horario de las bibliotecas, Broseta subraya que "no es un artículo de fastuosidad" y que es el espacio de estudio y de trabajo de muchos vecinos de València, donde hay wifi y un concurrencia tranquilo y climatizado, poco especialmente relevante en estos días de calor.
Guardeño dice que no entienden el motivo de por qué cierran por las tardes en verano: "Habría que revisarlo. Los trabajadores de piscinas y bibliotecas tienen derecho a asueto, pero que se turnen y busquen personal".
El portavoz municipal cuenta que todos los primaveras transmiten esta queja al Junta de València, pero la respuesta siempre es la misma y cae en saco roto: "Nos dicen que toman nota y que lo trasladan al servicio correspondiente para su estudio. Y ahí se queda".
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