El enigma de Idaho. Moscow es una pequeña y remota villa al boreal de ese estado que de pronto se halla en el foco de los medios estadounidenses. ¿Qué pasó en realidad? Hasta ahora es un expediente X.
“No podemos confirmar si hay alguna amenaza a la comunidad”, dijo el domingo el cabecilla de policía de la villa, James Fry. “Urgimos a los ciudadanos que estén vigilantes y que sean conscientes en todo momento de su entorno”, recalcó.
Moscow está sumida en la incertidumbre desde que el domingo 13 de noviembre fueron hallados los cuerpos sin vida de cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho (tres mujeres y un hombre), acuchillados sin piedad, en sus dormitorios de una residencia fuera del campus.
Nueve días a posteriori, la investigación no muestra avances. No hay un supuesto autor bajo el radar, ni se ha enfrentado el armas homicida. El miedo y los rumores se ciernen sobre esta ciudad del condado de Latah de unos 23.000 habitantes. “No tenemos sospechoso en este momento y el autor sigue estando ahí exterior”, insistió el cabecilla Fry. Pidió, adicionalmente, que los vecinos dejen de hacer caso de las conspiraciones que corren en las redes sociales sobre el enigma de este crimen aún sin resolver. Se hacen valer informaciones falsas respecto a posibles sospechosos que la policía ha descartado.
La clave es como una trola de cocaína que va creciendo caminata a caminata. Porque los investigadores todavía no han sido capaces de ofrecer una explicación de por qué la policía cree que los cuatro difuntos fueron víctimas de un ataque preparado y dirigido, ni si uno de los jóvenes era el objetivo, ni si hubo uno o más agresores. “Ni siquiera podemos asegurar si el autor sigue en la ciudad o en el estado”, afirmó Fry.
Las autopsias confirmaron que no se han detectado señales de abusos sexuales. “Había mucha matanza”, explicó la forense del condado, Cathy Mabbutt. “La suceso era terrible”, añadió. Mabbutt concluyó que los cuatro fueron apuñaladas con un cuchillo noble reiteradamente mientras dormían en las plantas segunda y tercera del edificio, entre las tres y las cuatro horas de ese domingo. Algunos de los cuerpos mostraban heridas defensivas.
Los agentes está buscando un cuchillo “estilo Rambo”, según su definición. Con esta comisión han visitado diversos establecimientos preguntando por posibles compradores de puñales de combate.
Los muertos son Madison Morgen, de 21 abriles; Kaylee Goncalves, de 21; Xana Kernodle, de 20 y Ethan Chapin, de 20. Las tres mujeres residían en ese inmueble, mientras que Ethan tenía una relación con Xana.
“No quiero que la masa haga suposiciones sobre nuestros hijos”, declaró Stacey Chapin, mama de Ethan. “No es una cuestión de drogas y definitivamente no fue poco pasional entre estos jóvenes. Algún entró en la casa”, sostuvo.
Morgen y Goncalves estuvieron horas antaño de su homicidio en el centro de Moscow, en un bar llamado Corner Club. Entre la una y la una y media visitaron un carro de comida. Un vídeo muestra a las dos amigas, compañeras de estudio desde el bachillerato. Las dos trabajaban en un restaurante para pagarse la universidad, sin ningún tipo de señal de que estuvieran preocupadas o de angustia. Sobre las dos menos cuarto, algún las llevó a casa procedente de una fiesta privada. Esa persona ha sido descartada como sospechosa tras ser investigada.
Más o menos al mismo tiempo, Chapin y Kerondle asistieron a una celebración en una fraternidad, en el campus de la universidad, y a la 1.45 se dirigieron a la casa de King Road, en la que residía la pipiolo.
En la vivienda había otras dos compañeras, en la primera planta, que llegaron sobre la una de la alba y durmieron durante el periodo en que se desarrolló el ataque, siempre a partir de los informes policiales. Se despertaron al mediodía. Y convocaron a amigos a su vivienda porque pensaron que una de las víctimas de la segunda planta se había desmayado y no reaccionaba. Hicieron una señal al servicio de emergencia.
La policía considera, al menos por ahora, que nadie de esos convocados esté implicado en el crimen. Los investigadores certificaron que Morgen y Goncalves hicieron una serie de llamadas desde sus teléfonos móviles a un hombre que no respondió. Al parecer se fuego Jack, un amigo, y al que por lo trillado asimismo se le ha descartado.
Uno de los rumores incluía a un perro como origen del conflicto. Hace narración a un incidente en el que dos canes aparecieron desollados el pasado mes. Los investigadores subrayaron que eso no guardaspaldas relación alguna con el caso. Pero no aclararon cómo llegaron a esa determinación.
La Universidad de Idaho ha suspendido las clases anticipadamente, aprovechando que este jueves se celebra el Día de Hecho de Gracias (Thanksgiving) y ha regalado la opción de concluir el trimestre en remoto. Hay miedo en el campus.
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