Un manifestante ha sido arrestado este miércoles por la policía en la ciudad de York tras arrojar huevos al rey Carlos III y la reina Camila durante una caminata que los monarcas realizaban para saludar a los ciudadanos. Los líderes de la ciudad estaban dando la bienvenida a la pareja efectivo cuando el hombre ha intentado alcanzarles con tres huevos, los cuales han fallado pero han estallado muy cerca de sus pies.
Tras el queja de "este país se construyó sobre la crimen de los esclavos" cuatro policías han retenido al manifestante y lo han inmovilizado en el suelo. Otras personas en la multitud han empezado a abuchear el acto y a cantar Jehová salve al Reypara tapar los gritos del manifestante, poco muy parecido a lo que sucedió durante el escarnio al príncipe Andrés durante la procesión tras el féretro de la reina Isabel II en Edimburgo.
Carlos, que ha sido captado por las cámaras de muchos congregados mientras caían los huevos, se ha mostrado impasible y no ha perdido la compostura en ningún momento, haciendo indumentaria de la misma crimen fría que tuvo durante los falsos atentados perpetrados durante su paseo efectivo de 1994 en Australia y Nueva Zelanda.
La presencia de Carlos y Camila en la caudal del condado de Yorkshire, Inglaterra, estaba prevista para asistir a la inauguración de una estatua de la reina Isabel II, la primera que se instala desde su homicidio.
Se conoce su identidad
El hombre que ha atentado contra el monarca ha sido identificado como Patrick Thelwell, instigador de Extinction Rebellion
El rey Carlos III observa el huevo que acaba de caer a sus pies. 
Según ha revelado Daily Mail, el hombre que ha atentado contra el monarca ha sido Patrick Thelwell, quien milita en el asociación instigador Extinction Rebellion y que una vez se presentó como candidato del Partido Verde de Inglaterra y Gales (Green Party) en las elecciones locales de 2019 para el distrito de Hull Road en York.
El rey Carlos III esquiva el huevo que acaba de caer a sus pies. 
El año pasado, el mismo manifestante fue condenado por obstruir una carretera posteriormente de participar en otra protesta de Extinction Rebellion en la que un asociación bloqueaba un camino que conducía a las imprentas de periódicos. El primer ministro de entonces, Boris Johnson, calificó el acto como "completamente inaceptable".
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