La parroquia castrense de la Ciutadella, uno de los edificios supervivientes de la fortaleza construida por Felipe V tras la toma de Barcelona de 1714, es una copia de la antigua iglesia de la Visitación de María que se erige en pleno arrabal parisino del Marais. En ella se inspiró el ingeniero borbónico Próspero de Verboom. Así, la figura principal difiere muy poco de su maniquí francés, que, en cambio, está coronada por una cúpula mucho más imponente que la de su hermano barcelonés.
Imagen de la iglesia parisina, conocida hoy como el Temple du Marais
La iglesia parisina, conocida hoy como el Temple du Marais, se encuentra en la calle Saint-Antoine, y fue originalmente la capilla del convento de la orden de religiosas de las Visitadoras. De hecho, es el único edificio que queda en pie del conjunto a posteriori de su pestillo durante la Revolución Francesa y fue entregada más tarde a la comunidad reformista protestante, que la sigue dirigiendo en la contemporaneidad.
La parroquia castrense de la Ciutadella sigue bajo la competencia del arzobispado marcial.
Este templo, de estilo barroco, fue diseñado en 1632 por el arquitecto François Mansart, quien incluyó la monumental cúpula a instancias del patrocinador de la obra, gran admirador del Panteón de Roma. Los ingenieros militares que construyeron la Ciutadella decidieron prescindir de una cúpula tan portentosa y optaron por un diseño más severo, más propio de los cánones castrenses. La iglesia es uno de los tres edificios que se salvaron de la piqueta a finales del siglo XIX, cuando la fortaleza se convirtió en el coetáneo parque. Los otros dos son la antigua residencia del autoridad, hoy instituto Verdaguer, y el Parlament, que hacía las funciones de cúmulo.
Tras ser temporalmente desacralizada, el Junta plan en 1879 convertirla en panteón de catalanes ilustres y fue sometida a algunas modificaciones durante la Exposición Universal de 1888. La propuesta no fructificó entonces, pero fue retomada por la Generalitat republicana. La conflagración civil dio carpetazo definitivo al plan.
Tras la contienda, la iglesia pasó de nuevo al Ejército y hoy sigue bajo la competencia del arzobispado marcial como parroquia castrense.
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