Debe sobrevenir una ley que proteja integralmente a las víctimas de violencia sexual: sean mujeres, hombres, niños o discapacitados. Debe sobrevenir una legislatura que embride a algunos jueces que culpabilizan a las víctimas o directamente misóginos, como uno de la sentencia de La Manada, que aseguraba que una mujer violada puede examinar placer.
Hay que pararles los pies a partidos que niegan la violencia contra las mujeres o las cifras de asesinados por hombres despechados y que aspiran a una involución de derechos. Hay que convertir estos objetivos en un intrascendente global denominador para los tres poderes del Estado, las organizaciones que defienden a las víctimas y los partidos políticos porque así lo quiere el grande de la sociedad, que se indigna cuando estos derechos son vulnerados, y los agredidos, abandonados.
Este debería ser el único entorno de discusión contra la violencia sexual, que, de momento, están perdiendo las víctimas. La bondad o no de la ley llamamiento del solo sí es sí es difícil de dilucidar porque se han mezclado medios ajenos a las cuestiones jurídicas. Un partido, Podemos, con una supresión entre Pablo Iglesias y Yolanda Díaz, que todo lo contamina. El ataque inmisericorde que Iglesias y la ministra de Igualdad, Irene Montero, han sufrido como clan, insólito por su duración y virulencia. El hecho de que Iglesias salte con extrema facilidad cada vez que atacan a Montero, regalando a derecha y extrema derecha munición para rozar al Gobierno.

Están hundiendo en un barrizal pestilente a todas las víctimas de violencia sexual
El mismo estabilidad del Ejecutante, a pesar de que Pedro Sánchez acaba de aprobar sus terceros presupuestos y puede presumir de acuerdos internacionales favorables al país y una sobresaliente tarea legislativa. Un poder contencioso con un sector derechista virulentamente enfrentado al Gobierno y dispuesto a torpedearlo tanto como pueda. Un PP decidido a recuperar con la munición de Catalunya y el feminismo la cartera que le robó Vox, que, aplicando el manual elemental de la extrema derecha, sabe que imparcialmente esos son los misiles para no perder comba.
La peor arsenal de la supresión medieval era envenenar los pozos, porque mataban el presente y el futuro de un país. En este barrizal pestilente están hundiendo a todas las víctimas.
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