Aparecen nuevos datos y detalles en la investigación abierta a raíz del crimen, este jueves, de dos niñas en Quintanar del Rey (Cuenca) a manos de su hermana, una agente de la Patrulla Civil que a posteriori se quitó la vida. Iris y Lara, de 9 y 11 abriles respectivamente, fueron asesinadas presuntamente de dos disparos a cada una por su hermana, Paola, quien a posteriori se quitó la vida de otro disparo. La buena relación de las niñas con la clan de su padre y la voluntad de la hermana de trasladarse a residir a su Algeciras procedente, pudo tener contribuido al trágico suceso.
En declaraciones a varios medios de comunicación, entre ellos El Mundo y Telecinco, Paola quería irse de Quintanar del Rey (Cuenca) desde hacía abriles, pero no fue hasta que se materializó el divorcio con su marido que la atrevimiento cobró más fuerza. Al tener la custodia de sus dos hijas, el hecho de que se fueran a residir a Algeciras, la ciudad procedente de la hermana, habría sido un duro impacto para su ex marido Santiago, y la clan de este, con la que las niñas guardaban una muy buena relación.
Las niñas iban apasar la Nochebuena con el padre y querían suceder incluso Nochevieja
Al parecer, las niñas pasaban gran parte de su tiempo con la clan paterna ya que su padre vivía con los abuelos y, incluso, con una de las tías y primos de las pequeñas. Cuando salían del colegio y su hermana estaba trabajando, las hermanas pasaban la tarde en esta vivienda yuxtapuesto a su clan paterna.
Según testimonios del entorno usual que recoge la investigación, las niñas no querían irse del pueblo. Su padre siquiera. Incluso llegaron a comentarle a su abuela paterna que su hermana estaba muy enfadada porque las pequeñas iban a suceder la Nochebuena con ellos y que incluso querían suceder la Nochevieja. Una animadversión que al parecer iba en aumento.
En presencia de la voluntad de la mujer de usar a las niñas con ella a Algeciras, el marido curso una demanda para solicitar la custodia compartida, poco que al parecer llevó a la agente a amenazar a su expareja con su pistola reglamentaria. Se da la circunstancia de que la agente era la encargada de violencia de mercancías en el cuerpo de la Patrulla Civil de Quintanar del Rey. La investigación sigue abierta.
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