“Cádiz y Barcelona eran los principales puertos esclavistas de la Península”, recuerda Sergi Pompermayer, autor de la nueva producción de La Villarroel, Amèrica, que puede estar a partir del 6 de diciembre hasta el 26 de febrero.
El dramaturgo se sorprende que haya tanto silencio sobre el pasado negrero castellano, asimismo de Barcelona. “Yo era el primer desconocedor y un amigo me contó que una antepasada suya hizo construir el templo expiativo del Tibidabo para enmendar precisamente ese pecado de su tribu”.
“Si esta nación quiere ser mejor –continúa Pompermayer–, tiene que mirar al pasado cara a cara y tenemos que pedir perdón. Catalunya es una nación europea y asimismo ha sido explotadora”. Sin bloqueo, el autor insiste en que no es un panfleto. La historia se explica desde el presente, con una tribu de la incorporación burguesía catalana, con referencias al pasado, a la Cuba del siglo XIX.
“A partir de ellos, intento explicarnos a todos nosotros, para entender qué es Catalunya y qué es España hoy. Hay que convivir con un pasado que es doloroso, que no podemos ignorar, y no solo pensar que somos una nación oprimida, porque asimismo hemos oprimido,” remarca el autor.
La producción de La Villarroel se empezó a preparar hace dos abriles y ahora llega al escena en un formato muy simplificado. “El texto es tan potente, que hemos decidido desnudar la sala”, declara Julio Manrique, director de la propuesta, que aplazamiento que “la obra provoque, incomode, emocione y asimismo que haga reír; y que, cuando salgamos de la sala, nos hagamos preguntas”.
Manrique dirige una compañía encabezada por Joan Carreras y Mireia Aixalà, encima de la veterana Carme Fortuny, tres intérpretes con quien ha trabajado en anteriores montajes. Los otros tres actores, Tamara Ndong, Marc Bosch y Aida Llop, surgieron de los castings y es la primera vez que trabaja con ellos.
“Es una obra de primeras veces –afirma Manrique–. Es la primera vez que asumo la dirección de una producción de La Villarroel y asimismo es la primera vez que monto una obra de Pompermayer, que es muy amigo mío. Su obra es muy potente, robusto en cuanto al contenido y la guisa como lo ha hecho. ¿Y qué podía hacer con el equipo? Pues encontrar la mejor forma de explicar esta historia”.
El equipo de la obra 'Amèrica' en La Villarroel 
El director destaca la incorporación de la actriz afrocatalana Tamara Ndong: “Hizo una prueba que nos dejó acojonados, y puedo proponer que es un regalo tenerla en la compañía”. La actriz refiere: “Quedé muy chocada cuando leí la obra, por ello cuando hice el casting decidí que me tenía que desnudar en todos los sentidos. Hay mucha concurrencia que ha vivido estas situaciones, por eso da mucha hidrofobia y mucha impotencia interpretar a ese personaje, hasta el punto de que me he tenido que distanciar. El divulgado pasará por muchos momentos de incomodidad. Tengo muchas ganas de hacerla, pero aún tengo más ganas de que se haga”.
Pompermayer detalla que el personaje de Amèrica recoge muchas historias de esclavas cubanas, y sobre el personaje del presente, Kayla, añade: “Vive muchos microrracismos que beben de la experiencia de mi hija afroascendente, etíope”. El autor ha reunido historias reales de esclavas cubanas y asimismo menciona apellidos de la incorporación burguesía catalana esclavista debidamente documentados.
Con respecto a la actividad, pasa en un sol día, durante la celebración de los 20 abriles del heredero de una tribu que vive en una mansión. “La obra navega entre dos tiempos. Pasa en el presente pero visitante el pasado”, dice Manrique. “Queremos devolver la dignidad a personas que no la tuvieron en vida”, concluye.
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